Las recientes ediciones de Bandera Roja han
reportado sobre los movimientos masivos de protesta
en muchos lugares como Sudáfrica, Brasil,
Grecia y Egipto, y las manifestaciones acerca de
Trayvon Martin, para mencionara algunos. El
auge de estos movimientos es un desarrollo
nuevo y emocionante que ofrece nuevas oportunidades
para ganar a las masas a las ideas comunistas,
pero ¿cambia este nuevo activismo el
curso de la historia.?
Para contestar esta pregunta podemos utilizar
conceptos de la dialéctica comunista. La dialéctica
dice que son los conflictos (o contradicciones)
en las cosas lo que hacen que cambien, y que
algunas contradicciones son más importantes que
otras en determinar cómo cambian las cosas. El
conflicto que tiene el mayor impacto sobre un
proceso en un tiempo particular se llama la "contradicción
principal" de ese momento. Por ejemplo,
cuando se arranca el motor de un cohete, la
contradicción principal es entre los expandientes
gases del combustible que se quema y el contenedor
de metal que rodea el gas caliente. El expandiente
gas alivia la contradicción escapando
por la cola del cohete e impulsándolo hacia adelante.
La contradicción principal, sin embargo, no es
la única contradicción en un proceso y las otras
contradicciones tienen sus efectos, algunos
pequeños y otros grandes. Por ejemplo,
los satélites de la tierra a menudo
tienen motores pequeños para moverlos
de una órbita a otra. Cuando el cohete no
está activado, la contradicción principal
que determina cómo se mueve el satélite
es el conflicto entre la gravedad que lo
jala hacia abajo y la inercia que tiende a
mantenerlo moviéndose en línea recta.
Cuando el motor del cohete se enciende,
la contradicción principal se desplaza hacia el gas
en expansión que no tiene otra salida que la parte
trasera del motor. La contradicción entre la gravedad
y la inercia es básica en cualquier objeto
en movimiento, es decir, está siempre presente y
siempre teniendo algún efecto. Esta contradicción
es sólo la contradicción principal cuando el motor
de cohete no está en uso.
La contradicción principal que por muchas décadas
ha estado dirigiendo la historia del mundo
ha sido la rivalidad entre las grandes potencias
capitalistas, cada una tratando de controlar la
mayor cantidad de mano de obra y recursos naturales
del mundo. Esta red de contradicciones ha
llevado a dos guerras mundiales en el siglo pasado
y muchas pequeñas recientemente.
El capitalismo siempre tiene contradicciones
entre obreros y capitalistas. La explotación de los
obreros por los capitalistas es el núcleo del capitalismo,
y siempre provoca cierto grado de resistencia
obrera. Esta contradicción
obrero-capitalista es una contradicción básica, es
decir, es parte de lo que hace capitalismo al capitalismo.
La rivalidad interimperialista es también
una contradicción básica del capitalismo que se
ha desarrollado a la etapa imperialista, una etapa
que existe ahora y ha sido asi por mucho tiempo.
Aunque la contradicción básica obrero-patrón
siempre existe y siempre produce algunos efectos,
como huelgas y protestas, no siempre es la
contradicción con los efectos más grandes, es
decir, no es la contradicción principal. De hecho,
la contradicción básica no ha sido la contradicción
principal durante la mayor parte de la historia
del capitalismo, pero se convertirá en la
contradicción principal cuando el movimiento revolucionario
sea lo suficientemente fuerte para
que el derrocamiento del capitalismo sea pronto.
Las contradicciones entre los imperialistas y
entre los trabajadores y patrones no son independientes
entre sí. Las guerras que resultaron de las
contradicciones entre los patrones en el siglo 20
debilitaron a los gobernantes rusos y chinos lo suficiente
para que los trabajadores alli hicieran una
revolución.
Los últimos movimientos de masas en muchos
lugares han intensificado las contradicciones
entre obreros y patronos allí. Han obligado a los
patrones a hacer algunas concesiones tratando de
impedir que el movimiento se convierta en un
desafío a todo el sistema. En Brasil los patrones
quitaron el nuevo aumento a las tarifas del autobús
y la presidenta Roussef anunció boletos de
cine a mitad de precios para las personas de 15 a
29 años de edad, pero las tarifas siguen siendo
muy altas comparadas con los salarios brasileños.
El hecho de que estos logros reformistas son
muy modestos no significa que los movimientos
no son importantes. La crisis económica patronal
ha causado miseria masiva y las masas furiosas
están respondiendo, demostrando su potencial de
poder colectivo y organización, una lección que
millones están aprendiendo. La intensificación de
la contradicción obrero-patronal lleva a más
gente a ver más allá de la reforma y a oponerse
al capitalismo. Esta es una oportunidad muy importante
para construir el movimiento comunista.
En Brasil, por ejemplo, algunas personas distribuyeron
allí Bandera Roja y un volante de PCOI
durante las manifestaciones.
Hasta que el movimiento de masas comience
a desafiar al sistema capitalista y luche por el comunismo,
la contradicción con los efectos mayores
seguirá siendo la rivalidad entre las potencias
capitalistas, no con la clase obrera. La contradicción
básica sólo se convertirá en la principal,
cuando las masas estén ganadas a las
ideas comunistas y la luchen bajo el
liderazgo de un partido comunista.
En algunos lugares, los obreros industriales
han jugado un papel clave,
como los obreros aeroespaciales en
Brasil, los obreros textiles en Egipto
y los mineros en Sudáfrica. Estos hechos
confirman la perspectiva del
PCOI de que la clase obrera industrial
es clave para la movilización masiva
para el comunismo. También nos retan a utilizar
nuestros recursos, especialmente nuestro periódico
Bandera Roja, para llegar a las masas obreras
y darles las ideas que necesitan para luchar
por el comunismo y triunfar. Ahora es el momento
de aumentar grandemente la circulación
de Bandera Roja, y ayudar a que la contradicción
basica entre obrero-patrón sea la contradicción
principal.
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