Capitalismo de EE.UU.: Racista Hasta la Médula

Luchar por un Mundo Comunista para Destruir el Fascismo

Agosto 16 – La lucha contra el fascismo en Estados Unidos se intensificó el pasado fin de semana con una confrontación masiva en Charlottesville, Virginia. Este es un movimiento crucial.

En EE.UU., como en la India y en todo el mundo, no basta con denunciar o “resistir” el fascismo. Tenemos que movilizar a las airadas masas antirracistas para aplastar al fascismo con la revolución comunista.

Cientos de nazis, KKK y sus simpatizantes, muchos con armas de fuego, descendieron en Charlottesville de todo EE.UU. Miles de anti-racistas se presentaron para detenerlos. Muchos atacaron físicamente a los primeros nazis que se presentaron para su manifestación programada.

Incluso los policías y la Guardia Nacional no podían salvar a los fascistas de las masas. Declararon el mitin una asamblea ilegal. Cuando los fascistas se retiraban, un nazi arremetió su coche contra la multitud antifascista, matando a Heather Heyer, de 32 años, e hiriendo a otros 19.

Masas en todo EE.UU. y en lugares tan lejanos como Londres han marchado en solidaridad con los antifascistas de Charlottesville. Este movimiento ha crecido numéricamente y en furia al ver al presidente Trump apoyar abiertamente a los nazis.

Trump atrozmente culpó a “muchos lados” por la violencia racista en Charlottesville. Los políticos liberales, predicadores, medios de comunicación y organizadores hacen eco a este tema cuando llaman a la “no violencia” ante el fascismo. Quieren mantener el monopolio del gobierno capitalista sobre el uso de la violencia para suprimir a las masas. Esperan poder prevenir una acción antirracista revolucionaria contra el capitalismo fascista.

En medio de la furia antirracista de masas, Trump se vio obligado a leer un discurso que decía: “Los que propagan la violencia en nombre de la intolerancia golpean en el corazón de América”. ¡No, no hacen esto! Están actuando conforme los mismos valores que fue fundado el capitalismo estadounidense: el genocidio racista. La propia Casa Blanca fue construida por mano por esclavos en tierras robadas a indígenas que habían sido exterminados.

Las masas antifascistas han demostrado determinación, valor y disposición de enfrentar a los fascistas violentamente. Pero muchos ven como buenos eslóganes que dicen que el fascismo “no es americano”. Sus demandas y acciones directas para derribar las estatuas confederadas son mal dirigidas en ataques patrióticos contra “traidores”. Y los gobernantes liberales están decididos cambiar su compromiso a la disposición de pelear en un ejercito multirracial de EE.UU. (véase el recuadro).

Estos cínicos patrones consideran útil criticar a los nazis para cubrir el racismo institucional de su sistema. Recordemos que el liberal de Obama deportó un récord de 2.5 millones de personas. Durante su período, la policía asesinó a obreros negros y latinos con impunidad. Obama supervisó las masacres militares del imperialismo de EE.UU. en Afganistán, Libia, Siria, Yemen y Somalia.

Comunismo: El Sueño de los Obreros, Pesadilla de los Capitalistas

La peor pesadilla de los capitalistas es que los obreros, soldados y la juventud de todas las “razas” vean la necesidad de la unidad de la clase obrera para destruir su sistema racista y sus hordas nazis. Tratan de impedir que los airados antirracistas se movilicen para el comunismo. Pero eso es exactamente lo que las masas deben hacer para aplastar el racismo y construir un sistema que satisfaga nuestras necesidades.

Algunos antifascistas ya entienden – como dijo una pancarta en Los Ángeles – “Trump es el síntoma. El capitalismo es la enfermedad”. Necesitan difundir el entendimiento de que el racismo es la savia del sistema salarial capitalista en todas partes. El capitalismo, en todas sus formas, necesita el racismo y sexismo para aterrorizar y superexplotar ciertos sectores de la clase obrera, los usa para dividirnos para que un puñado de explotadores nos sigan gobernando.

El comunismo abolirá el sistema salarial. Tenemos que ser capaces de trabajar colectivamente para producir y compartir lo que necesitamos, sin patrones ni fronteras. Eso requiere una lucha para destruir el racismo, sexismo y la xenofobia. Requiere de una revolución armada para construir el poder obrero comunista y una sociedad comunista.

Hoy debemos difundir Bandera Roja y construir el PCOI en las fábricas, escuelas y cuarteles. Debemos prepararnos y a nuestros amigos para enfrentarnos a los racistas dondequiera que se presenten, como lo hicieron los valientes antifascistas en Virginia. Nuestra meta en cada acción y conversación debe ser movilizar para el comunismo. Debemos prepararnos para tomar el poder y empezar a construir la sociedad comunista.

Una vez que las masas lideradas por comunistas tomen el poder en cualquier lugar, organizaremos los lugares de trabajo, la vivienda y toda la sociedad para derribar los muros que nos dividen. Movilizaremos a las masas de los centros de producción, cuarteles y vecindarios cuando sea necesario para aplastar cualquier intento de organizar el racismo. Utilizaremos todos los medios culturales y educativos a nuestra disposición para derrotar las ideologías del capitalismo.

¡Únete a nosotros! ¡Construye el Partido Comunista Obrero Internacional! Sólo el comunismo puede derrotar al fascismo.

La Crisis y Guerra Capitalistas Crean Confusión entre los Gobernantes Imperialistas de EE.UU.

El ala dominante del imperialismo estadounidense está gozando atacando a Trump. Lo ven como un defensor poco confiable de los principales intereses del imperialismo de EE.UU. Pero el coro anti-Trump no puede ahogar por completo los desacuerdos críticos entre los gobernantes de EE.UU. Estos incluyen el mejor lugar y tiempo para confrontar militarmente a una Rusia y China cada vez más poderosas, y cómo reconstruir su ejército.

La base material de esta confusión es el declive económico, político y militar de EE.UU. Estos imperialistas están perdiendo su imperio mundial a sus más temidos rivales: los imperialistas chinos y rusos. Saben que tienen que lanzarse a la guerra más pronto que tarde. La lógica de la letal competencia capitalista por obtener ganancias máximas significa que las guerras imperialistas, incluida la guerra mundial, son inevitables.

Algunos capitalistas, como Trump, abrazan a los nazis. Ellos quieren usar el movimiento racista fascista “poder blanco” para tratar de evitar que nos rebelemos y aterrorizarnos para que aceptemos sus planes. Esperan ganar a trabajadores blancos para que actúen contra sus intereses de clases y ataquen a sus hermanos/as negros, latinos e inmigrantes.

Otros capitalistas y sus politiqueros pretenden ser antirracistas para ganarnos a que voluntariamente nos sacrifiquemos, y paliemos y muramos por su imperio.

El vocero de Wall Street, Tom Friedman, incrustado en las tropas de EE.UU. en Qatar, declaró “Soy un supremacista pluralista”. Continuó: “La razón por la cual América es el poder supremo en esta región es porque el ejército de EE.UU. puede acoger a todos estos hombres y mujeres de diferentes etnicidades y convertirlos en un solo puño”.

Ambos grupos enfrentan enormes obstáculos. El capitalismo en todo el mundo está sumido en una profundizante crisis económica de sobre producción. Esto está reduciendo drásticamente el nivel de vida de los obreros de EE.UU. El dinero para librar guerras vendará de los impuestos a los trabajadores y reducción de los servicios que reciben.

Esto arriesga rebeliones obreras e intensifica la necesidad de los gobernantes de promover el racismo. Les preocupa no poder desplegar un ejército multirracial confiable y lo suficientemente grande para pelear una guerra mundial por sus ganancias e imperio.

¡Y debieran preocuparse! Los jóvenes comunistas que organizan dentro de los ejércitos capitalistas-imperialistas pueden y van a ganar a los soldados y marineros a luchar al lado de la clase obrera para la revolución comunista.

Primera página de esta edición

Print Friendly, PDF & Email