Hollywood Da a las Masas Pantera Negra

Necesitamos la Movilización Multirracial para el Comunismo

La película Pantera Negra ha ganado millones de dólares desde su lanzamiento y seguramente ganará más. ¿Qué ha llevado a las masas a ver esta película en cifras tan altas? ¿Y, a los intereses de quien sirve ultimadamente?

Pantera Negra ha resonado con las masas mediante de su narración única, con un elenco mayormente negro y mujeres fuertes y combativas. Explora los problemas actuales. Pero aunque la disfrutamos, Bandera Roja se ve obligada a concluir que tiene un mensaje peligrosamente pro-capitalista.

Pantera Negra es la adaptación de una historieta (cómic) sobre un superhéroe de Wakanda, un país africano ficticio, que durante siglos ha estado tecnológicamente avanzado y ha gozado de una abundancia de recursos. Es una especie de utopía, pero se ha mantenido oculto del resto del mundo y no se ha involucrado en el destino de la diáspora africana.

Cuando T‘challa (Chadwick Boseman) tiene que ser el nuevo rey, se enfrenta al desafío de qué clase de rey será: de parte tanto de los que sirven bajo él como de sus enemigos. La primera persona en cuestionar la tradición de Wakanda de no involucrarse es el interés amoroso de T’challa, Nakia (Lupita Nyongo), quien afirma cómo Wakanda puede ayudar a otras personas con su abundancia de vibranio (el principal recurso que da poder al país). “No soy el rey del mundo. Soy el rey de Wakanda “, dice en protesta contra hacer tal cosa.

En una reciente entrevista con Afropunk, Boseman explicó que tenía más en común con el villano que con el héroe. T’challa es “el enemigo que siempre he conocido”. Es el poder. Es tener privilegios”, continuó, hablando sobre el reino monárquico del personaje de Wakanda y la opción de decir no.

Esta pregunta se vuelve a plantear con el principal villano y destacado personaje de la película, Erick Killmonger (Michael B. Jordan) y sus ideales “combativos”. Killmonger pasó su vida en Oakland (EEUU) guardando rencor contra Wakanda y el hecho que habían dado la espalda a los africanos que fueron dispersados ​​mediante el comercio transatlántico de esclavos.

Killmonger reta a T’challa por el trono y se apodera del país solo para tomar el poder con la esperanza de armar a todos los descendientes africanos de la trata transatlántica de esclavos para que estos derroquen sus gobiernos y gobiernen. Eventualmente es detenido por la Pantera Negra, el otro yo de T’challa.

Si bien los métodos de Killmonger fueron equivocados, la gran mayoría de las personas que vieron la película se pusieron del lado de él porque, por lo general, tiene razón al sentir tal enojo. T’challa nació en la realeza y la película presenta a la gente de Wakanda viviendo en armonía y sin ningún problema en el mundo, pero así es como uno sabe que esto es algo extraído de una historieta. En la vida real, los monarcas y capitalistas obtienen todas las ganancias y recompensas mientras los trabajadores reciben los desechos.

Si bien Killmonger parece ser el más izquierdista de la película, es importante saber que su política es nacionalista, lo cual es peligroso para las masas.

El nacionalismo es un producto del capitalismo y es una forma equivocada de pensar porque le enseña a uno a ver como aliados solo a aquellos que se parecen a uno. Killmonger solo quería liberar a los descendientes de africanos en otros países, que han experimentado injusticias raciales y todos los otros tipos de explotación, pero ¿qué de otros trabajadores que también están siendo explotados?

El PCOI está luchando para movilizar a las masas en Sudáfrica y en todo el mundo para liberar a todos de la explotación de monarcas y capitalistas. Sabemos que la respuesta solo es el comunismo, donde todos los trabajadores tendrán el poder y no solo unos pocos. Todos trabajaremos para garantizar que todos tengamos lo que necesitamos, y los trabajadores serán reconocidos todos los días por sus contribuciones.

No podemos esperar que un personaje ficticio en un país ficticio con recursos ficticios nos salve. Tenemos que movilizarnos y salvarnos a nosotros mismos. Los medios capitalistas nunca harán esta clase de películas.

Primera página de esta edición

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