Los Robots Vienen a la Industria de la Costura

El Comunismo les Dará Uso Social

“Si no puedes absorber (a los jóvenes) en actividades productivas, ellos harán algo. Y ese algo no será muy placentero socialmente…es una bomba de tiempo”, dijo Zahid Hussain, economista del Banco Mundial en Bangladesh.

Bangladesh es uno de los países donde la clase patronal con la ayuda de los imperialistas europeos han usado la represión, nacionalismo y explotación para sumir en una pobreza profunda a la clase trabajadora. Los obreros se rebelan constantemente con huelgas y rebeliones.

La industria de la costura representa el 80% de su exportación y es su principal fuente de trabajo, especialmente entre mujeres jóvenes, quienes muchas veces son la única fuente de ingresos para las familias. Pero, aun con salarios tan bajos como $68 dólares por mes, ésta industria en los últimos años ha sido invadida por maquinaria (robots) alemana, española y japonesa de alta tecnología que reemplaza a miles de trabajadores en la producción masiva de ropa.

Por ejemplo, en la fábrica Mohammadi Fashion Sweaters en DAKA, capital de Bangladesh, unas cuantas docenas de obreros/as controlan 173 máquinas que tejen sweaters para H&M, Zara y otras marcas famosas. Anteriormente esta fábrica empleaba 500 obreros.

En Bangladesh, del 2013 al 2016 la producción de ropa para exportación aumentó en un 19.5%, pero anualmente bajó enormemente la cantidad de nuevos trabajadores que entran a la industria, creando un ejército masivo de jóvenes desempleados y airados contra el sistema capitalista.

Después de la masacre de trabajadores, en Daka 2013, cuando se derrumbó el edificio de costura Rana Plaza, que mató más de 1,100 obreras y obreros y creó un descontento masivo entre trabajadores y la población, los patrones, han invertido más en la robotización para aumentar la producción y supuestamente enfrentarse menos a los obreros.

“Yo creo que la mayoría de los dueños de fábricas de sweaters están felices con la robotización, porque eso evitará las disputas laborales”, dijo Huq, del grupo patronal Mohammadi.

Están soñando, no saben la pesadilla revolucionaria que les espera. Los millones de obreras y obreros costureras en Bangladesh están en constante lucha en contra de las condiciones creadas por los patrones. Se está creando un vínculo con ellos a través de un grupo de camaradas y lectores de Bandera Roja, quienes están llevando la alternativa de la revolución comunista a través de nuestro periódico y discusiones sobre el comunismo.

Ellos serán la punta de lanza por un mundo comunista y en contra de la felicidad capitalista. Organizarán y movilizarán a las masas para el comunismo, desarrollando lucha de clases combativas y masivas. Llevando a las masas a la toma del poder comunista. Estos camaradas garantizarán que la predicción de Zahid Hussain (primer párrafo) sé haga una realidad.

En Los Ángeles, USA durante la década de 1980 se calculaba un promedio de más de 150,000 costureros. Ahora se calcula en unos 60,000. La robotización creó su efecto, desempleo local. En esa época, los patrones también buscaron la producción en países como México, Centro América y Asia, donde pagan a un menos. Muchas de las costureras y costureros en Los Ángeles, al igual que obreras y obreros de las maquilas en El Salvador, están leyendo y distribuyendo Bandera Roja, con la meta de crear una sociedad comunista, basada en satisfacer las necesidades de las y los obreros.

El capitalismo en cualquier industria busca la maximización de ganancias, ya sea en países “ricos o pobres”. La competencia entre patrones la hace más rabiosa y criminal contra la clase obrera. Esto es parte de la crisis de sobre-producción, la cual lleva a las guerras.

Los robots serán nuestros aliados en el comunismo. La robotización será usada para mejorar las vidas de los nuevos trabajadores libres, no para mandarlos a la calle. La esencia será que nadie vivirá del sudor de otros trabajadores, todos trabajaremos colectivamente para el bienestar de los mismos trabajadores.

Creemos que durante el desarrollo de la revolución y del establecimiento del comunismo a nivel mundial, la producción de ropa para abrigar a la humanidad será diferente. Invitamos a los lectores a discutir y escribir sobre este tema.

Los Angeles (USA), 2013

Primera página de esta edición

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