Volumen 9, Número 4

SACRAMENTO, Estados Unidos, 4 de abril – Las protestas masivas continúan casi a diario después de que dos policías de la ciudad mataran a tiros a Stephon Clark, un hombre negro desarmado, en el patio trasero de la casa de su abuela, el 18 de marzo. Los manifestantes, indignados por este asesinato racista a sangre fría, bloquearon el tráfico y los eventos deportivos. También han interrumpido las reuniones del Concejo Municipal.

Los políticos, predicadores y figuras del deporte están impulsando la “acción civil no violenta” para “buscar justicia y exigir reformas”. Pero el capitalismo estadounidense se ha basado en el terror racista durante más de 400 años. Stephon Clark fue la 263ª persona asesinada por policías estadounidenses este año. Ya han matado a 65 más después de él.

No puede haber “justicia” cuando una pequeña clase dominante posee casi todos los medios de producción y nos obliga a competir para ser sus esclavos asalariados. Ninguna “reforma” puede terminar con este sistema racista mortal.

Solo la revolución comunista puede derrotar el terror policial racista movilizando a las masas para acabar con la propiedad privada, su base material. Solo el comunismo puede unir a las masas en torno a nuestro interés común como una sola familia, la clase trabajadora, y finalmente derrotar la ideología racista del “divide y vencerás” del capitalismo.

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