China, Estados Unidos y las Coreas: La Revolución Comunista Acabará con las Guerras Capitalistas

El 8 de marzo, Trump aceptó la invitación de Kim Jong Un para una reunión frente a frente antes de finales de mayo. El secretario de Defensa Jim Mattis y otros asesores le advirtieron que no lo hiciera.

Dos semanas después, Trump designó a John Bolton como Asesor de Seguridad Nacional. Bolton había defendido “el caso legal para atacar preventivamente a Corea del Norte” en un articulo en el Wall Street Journal en febrero.

Bolton ha dicho abiertamente que la reunión será útil solo para acabar rápidamente con las negociaciones para más pronto dar paso a una confrontación militar.

Conflictos Interimperialistas Girando Fuera de Control

“Si los eventos giran fuera de control”, escribió el New York Times, “Mattis podría verse obligado a elegir entre su lealtad a la cadena de mando y el imperativo moral de evitar una guerra catastrófica”.

Los principales imperialistas estadounidenses se oponen firmemente a la iniciativa de Trump en Corea del Norte. Están preparando intensificar las operaciones militares en el sudoeste de Asia (el “Medio Oriente”) que es estratégicamente crítico para EE.UU. de una manera que el noreste de Asia no lo es.

Los capitalistas industriales, de los agronegocios, de alta tecnología y finanzas de EE.UU. también se oponen a los aranceles contra China de Trump. Temen que una guerra comercial causaría un “daño irreparable” a los esfuerzos cruciales para entrar en el enorme mercado de China.

Estos gobernantes están más débiles que nunca. Sus rivales imperialistas, China y Rusia, y las potencias regionales (o potenciales) como Corea del Norte, Arabia Saudita y Turquía no son los únicos que pueden aprovechar eso.

Los obreros, los soldados y los jóvenes deben aprovechar esta crisis para intensificar los preparativos para destruir el mortal imperialismo con la revolución comunista.

Los titulares de los periódicos imperialistas estadounidenses quieren asustar a las masas para que dirijan sus energías para impugnar a Trump y elegir a los demócratas este noviembre. Eso sería un grave error.

La guerra es un resultado directo e inevitable de un sistema basado en la propiedad privada en manos de unos pocos, que compiten para explotar a las masas. El comunismo inmediatamente abolirá la propiedad privada y la explotación y, con ella, la guerra, excepto la guerra revolucionaria para aniquilar a todos los residuos de la sociedad de clases.

China en Auge, los EEUU En Declive

La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945 con EE.UU. firmemente en control de la Cuenca del Pacífico, y con los gobernantes chinos sucumbiendo a una revolución masiva liderada por los comunistas.

Los líderes comunistas chinos lucharon por la “liberación nacional” y luego por la “Nueva Democracia”. Pero muchos soldados del Ejército Rojo llevaron a casa la idea de pasar rápidamente al comunismo. Una gran lucha tomó lugar que culminó en la Gran Revolución Cultural Proletaria de la década de 1960. Las fuerzas comunistas perdieron, derrotadas principalmente por sus debilidades internas frente a una fuerza masiva.

Hoy el Partido “Comunista” de China, y sus socios menores en Corea del Norte, han degenerado en gánsteres capitalistas.

Mientras Trump estaba designando a Bolton, Kim viajó a China para reunirse con el presidente chino Xi Jinping. Reconstruyeron las relaciones después de meses de maniobras anti-chinas.

Los imperialistas chinos esperan recuperar el liderazgo regional que se le escapó cuando las dos Coreas comenzaron a hablar directamente durante los Juegos Olímpicos de Seúl. No quieren la guerra, porque podría paralizar su economía. Pero tener a China con armas nucleares “en la mesa” aumenta lo que hay en juego para el campo de Trump que planea atacar a Corea del Norte.

Clase Trabajadora en Ascenso

En China, los veteranos militares se manifestaron durante dos días en febrero de 2017, sacudiendo a la clase dominante. En marzo de 2018, las trabajadoras de las fábricas de Guangzhou que fabrican los carteras de Michael Kors se declararon en huelga durante ocho días. Los desalojos masivos en las grandes ciudades chinas han provocado una ola de protestas.

En Corea del Sur, los obreros de los astilleros y los trabajadores del servicio público han luchado contra los capitalistas. Incluso en la represiva capitalista Corea del Norte, la brecha de ingresos cada vez mayor está causando estruendos entre las masas. Según informes, algunos han dicho que los ricos y poderosos “deberían ser los primeros en ser eliminados si estalla una guerra”.

Estos trabajadores, y muchos más como ellos en todo el mundo, un día reclamarán su herencia comunista.

Invitamos a lectores multilingües a traducir la literatura comunista de ICWP a todos los idiomas posibles. Con estas armas, la clase obrera internacional convertirá las luchas entre los imperialistas en una batalla final para derrotarlos a todos.

Primera página de esta edición

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