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Para Acabar Con El Racismo, Destruyamos El Capitalismo Con La Revolución Comunista

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El racismo es tan viejo como el capitalismo. Está profundamente arraigado en nuestras vidas sociales, políticas y emocionales. Se necesitará  una revolución para desarraigarlo.
Poniéndole cámaras a los policías o creando juntas civiles para supervisarlos no funcionará. Tendremos que construir una nueva sociedad radical donde la cooperación no la explotación, sea lo principal en las interacciones humanas. Tendremos que construir una sociedad comunista, algo que el mundo jamás ha visto. Es la tarea histórica que no podemos esquivar.

El auge del capitalismo industrial en el siglo 19 no podría haber ocurrido sin el racismo que justificó la esclavitud y el genocidio. Sin la esclavitud, el costo de cultivar algodón habría sido prohibitivo. Sin arrasar los pueblos y quemar los cultivos de familias indígenas, los esclavistas no hubieran tenido tierra para sembrar algodón. Y la industria del algodón impulso el ascenso del imperialismo británico.
La ideología racista y la expansión capitalista unieron fuerzas en el saqueo británico de la India. Promovieron el opio en China para penetrar el mercado más rico del mundo en ese entonces. Otras potencias europeas se precipitaron también a ocupar África. Los holocaustos en el Congo y Namibia llenan las arcas de bancos en auge como Barclays.
El racismo fue desarrollado para justificar las ganancias astronómicas creadas por estas campañas sangrientas para los banqueros e industriales.

Las ideas surgen de la práctica social. El racismo surgió por primera vez para justificar el robo de la producción capitalista, pero rápidamente encontró otros usos.
El capitalismo, basado en la explotación de las masas, necesita del racismo para mantener su sistema de clases sociales. El racismo y su otra cara, el nacionalismo nos tienen viendo diferencias cuando deberíamos estar viendo similitudes. Nos tiene luchando contra la opresión pero no la explotación.
Y la explotación es el núcleo del capitalismo. Les permite a los banqueros e industriales robar mundialmente el valor creado por nuestra mano de obra. Paraliza el crecimiento de la conciencia de clase, debilitando así la capacidad de toda la clase obrera de concentrar sus cantidades abrumadoras y actuar con fuerza revolucionaria decisiva para destruir el capitalismo. El racismo, como el nacionalismo también, sabotea nuestra capacidad para construir el futuro comunista que necesitamos.

Tomar una posición contra el racismo, entonces, es tomar una posición contra de 400 años de desarrollo capitalista. No podemos luchar contra el racismo, dejando intacto el capitalismo. Demandando integrar racialmente las fuerzas policiales no derrotará el racismo. ¡Una sargento negra estaba parada junto al policía Pantaleo mientras este estrangulaba a Eric Garner!
La lucha contra el racismo es mucho más difícil. La historia nos dice eso, en particular la historia de EEUU.
La esclavitud legal en EEUU (una  vez la principal forma de racismo) fue destruida en la Guerra Civil. Pero el capitalismo se mantuvo y produjo Jim Crow y la segregación. La segregación legal (entonces el aspecto dominante del racismo) fue derrotado por el Movimiento por los Derechos Civiles.
Pero las reformas que abolieron la segregación legal dejaron intacto al capitalismo. Escuelas, iglesias y barrios están altamente segregados. El desempleo racista y el terror policial masivo capitalista son ahora peores.
En la década de 1960, los trabajadores y jóvenes negros lideraron rebeliones masivas, en todas las principales ciudades de EEUU, contra este terror policial racista y el desempleo. Los soldados y marinos negros dieron liderazgo a muchos soldados y marinos blancos y latinos en rebeliones multirraciales contra la cúpula militar racista y su guerra genocida de Vietnam.
Estas rebeliones masivas mostraron el potencial revolucionario de los obreros y soldados, especialmente el de los negros. Ayudaron a expulsar al imperialismo de EEUU de Vietnam. Sin embargo, el capitalismo-imperialismo y todos sus horrores permanecieron intactos.
En respuesta, los patrones de EEUU crearon el nuevo ‘Jim Crow’ y el encarcelamiento masivo (hoy día el principal aspecto del racismo en EEUU).

La lección de estas grandes luchas contra el racismo en todo el mundo es clara: no podemos luchar contra el racismo sin luchar contra el capitalismo. Y eso plantea la pregunta: ¿Por qué luchamos? Nosotros decimos por el comunismo.
No estamos hablando del socialismo de la antigua Unión Soviética o China. Esos revolucionarios pensaron que el socialismo conduciría al comunismo. Estaban equivocados. El socialismo mantuvo el sistema salarial. Es un reflejo del viejo capitalismo: en la parte superior dirigentes  políticos, gerentes y banqueros, en la inferior con el salario más bajo los obreros  luchando por pagar las cuentas.
El comunismo del que hablamos construirá una sociedad donde las necesidades sociales (no el dinero y las ganancias) motivarán a toda la producción. Organizados en un partido comunista masivo, compartiremos las decisiones, dificultades y éxitos de la sociedad mediante la discusión.
Este movimiento no se construirá de la noche a la mañana, pero es la única manera de derrotar el racismo. La historia nos dice eso.
Las masas están ahora en movimiento. ¡Aprovechemos la oportunidad para construir el Partido Comunista Obrero Internacional!
Nota: Este artículo es un primer paso en el desarrollo de nuestro próximo folleto sobre el racismo. Damos la bienvenida a las críticas y sugerencias