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Gran Israel Encaminada Rápidamente Hacia el Apartheid (Parte II)

Las Masas Necesitan el Comunismo, No una Democracia Multiétnica

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Ahmoud Abbas y la Organización de Liberación de Palestina (OLP), perdiendo el apoyo de las masas, pugnan en la ONU por un Estado palestino. Desde 1948, los liberales de todo el mundo han promovido la “solución de dos Estados” para Israel/Palestina. Ya sea un Estado o dos, el poder Estatal capitalista les permite a los patrones explotar a la clase obrera.
Los gobernantes israelíes aborrecen la “solución de dos Estados.” Ellos negocian cínicamente mientras consolidan su apropiación de largo plazo de tierras en áreas originalmente designadas para Palestina. Con el apoyo de EE.UU., amenazan a la OLP con nuevas sanciones. Está emergiendo un “Gran Israel” de apartheid.
Algunos esperan transformar este Estado de Israel de apartheid en una democracia, como en Sudáfrica. Pero Sudáfrica sigue siendo un infierno capitalista. Lo mismo sería un democrático “Gran Israel” para israelíes y palestinos o incluso lo mismo seria un Estado palestino independiente.
Fascistas israelíes han infiltrado las fuerzas armadas. Tratan de consolidar el Gran Israel. Físicamente intimidan a judíos israelíes partidarios “de dos Estados”, a árabes israelíes y a palestinos en los territorios ocupados.

El apartheid israelí ha avanzado gracias al pleno respaldo del capitalismo estadounidense. El sionismo siempre ha dependido de las “grandes potencias”. Antes de EEUU, fue el Imperio Otomano (1890), los británicos (1917), el bloque soviético (1948), y los franceses (1955-1967).
EE.UU. le proporciona dinero, tecnología militar, armas, inteligencia, prensa favorable  y cobertura diplomática en la ONU. Permite exenciones fiscales a las donaciones privadas a organizaciones de los “colonos”. Les permite a ciudadanos de EE.UU. ingresar al ejército israelí.
El imperialismo de EE.UU., con la ayuda de Israel,  dominó el Medio Oriente por casi 60 años. Construyó una enorme red de bases militares. Apoyó los regímenes opresivos y peleó guerras letales directamente y mediante terceros.
Pero, incluso su superioridad militar masiva no ha asegurado su control sangriento. Israel ha sido inservible a las campañas militares de EE.UU. en Afganistán, Irak, Líbano, Somalia, Libia y otros lugares.
Ahora, la influencia del lobby israelí está en declive. Sus líderes pierden apoyo. Muchos jóvenes judíos-estadounidenses detestan las políticas israelíes. El movimiento sionista cristiano pierde apoyo. Un movimiento de “Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS)” está creciendo en los campus universitarios y entre los protestantes no-evangélicos.
Más importante aún, entre los imperialistas de EEUU hay un creciente consenso en cuanto al “Viraje militar hacia Asia-Pacífico.” Están tratando de desvincularse de Oriente Medio. Llegará el momento en que EE.UU. en declive ya no apoyará a un Gran Israel.
¿Qué le pasará al apartheid israelí, entonces? Imperialistas rivales ya están tomando ventaja de un imperialismo estadounidense más débil para ampliar su alcance en Oriente Medio. Las grandes compras chinas de sistemas de armas israelíes apuntan a una relación militar emergente. Pero,  las prioridades de China son asegurar reservas petroleras o las rutas de navegación, no sostener el apartheid israelí.
Los militantes y simpatizantes palestinos ahora se centran en ganar la igualdad de derechos cívicos (pero no económicos) dentro del Gran Israel. El apoyo a BDS por sectores burgueses grandes muestra que algunos gobernantes en EEUU, China y otros países imperialistas, quieren un Gran Israel como una democracia multicultural ligada al capitalismo mundial, como Sudáfrica.
Los imperialistas esperan que esto estabilice la región y garantice la explotación “pacífica” de trabajadores palestinos y otros.
Las guerras cada vez más amplias ponen en relieve la urgencia de la revolución comunista. Los liberales sionistas argumentan que un solo Estado democrático tendría una mayoría no judía y amenazaría su Estado étnico. Quieren una solución de dos Estados para segregar a judíos y árabes. Pero este escenario poco probable crearía resistencia armada masiva de cientos de miles de israelíes “colonos”.
“Dos Estados” podría fácilmente convertirse en doble fascismo: un estado dirigido por fascistas judíos ultra-ortodoxos y el otro por islámicos fascistas. Esta amenaza ya está motivando a cantidades cada vez más grandes de israelíes y palestinos laicos a emigrar a Europa y otros lugares.
Un aislado y altamente militarizado Israel podría lanzar una devastadora “última batalla”. Eso causaría una enorme destrucción, dentro y más allá de sus fronteras. Esto, encima de la guerra civil siria, lo inestable de Irak, múltiples crisis de refugiados, y un Irán envalentonado por los imperialistas rusos y chinos, podría estallar en una guerra regional más amplia - o incluso en una guerra mundial.

Las verdaderas lecciones de Sudáfrica fueron reveladas crudamente en 2012, cuando la policía del Congreso Nacional Africano masacró 34 mineros del platino en huelga en Marikana. El capitalismo multicultural es mortal para los trabajadores. Las masas sudafricanas negras siguen viviendo como esclavos asalariados súper explotados, en una miseria absoluta.
Es por eso que cada vez más obreros industriales y jóvenes en Sudáfrica se están integrando al Partido Comunista Obrero Internacional. Los trabajadores palestinos e israelíes y sus partidarios deben aprender de esa experiencia amarga. El apartheid israelí debe ser destruido mediante la movilización de las masas para el comunismo, no por la “democracia” o los “derechos humanos”.
Pero la alienación de las masas de los partidos nacionalistas-capitalistas establecidos crea una gran oportunidad para movilizarlas para el comunismo. Esa es nuestra urgente tarea inmediata.