¡Luchemos por el Comunismo!
	Partido Comunista Obrero Internacional
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En camino de regreso de Oceanside, miramos esta marcha. Encarados con un gran numero de asesinatos no resueltos en el vecindario y un diluvio de la prensa patronal culpando a las pandillas, estos activistas se tomaron las calles para proclamar “las vidas negras importan”.
Nos les unimos con nuestras pancartas y Bandera Roja. Como en El Salvador la clase patronal en EEUU usa la violencia de pandillas para sus propios intereses: ganar apoyo para la policía que esta siendo criticada por sus frecuentes asesinatos racistas.

“Bandera Roja es un periódico comunista que critica la educación capitalista”, dijo un estudiante de preparatoria, que pronto ingresará a las fuerzas armadas, a un joven marine.
“¿Aceptan donaciones?”, preguntó el marine.
“Sí,” respondió el estudiante.
“Aquí está un dólar.” Tomó el periódico, le dio la mano al camarada y siguió su camino.
El Partido Comunista Obrero Internacional organizó a un grupo multirracial de camaradas jóvenes y mayores para ir a Oceanside, un pueblo cerca de una base de Marines de EE.UU. Nos dividimos en dos grupos. Un grupo trató de obtener comentarios de los marines pero no pudo participar en conversaciones. Sin embargo, pudieron distribuir bastantes periódicos.
El otro grupo tuvo más éxito en obtener la participación de los marines. Nos acercamos a ellos preguntándoles de dónde eran, su razón para ingresar, y su experiencia militar. Las conversaciones conducían a hablar sobre el papel de los ejércitos capitalistas, el Ejército Rojo y el comunismo.
“¿Te consideras de la clase obrera?”, les preguntamos. Todos dijeron que sí. “Estamos aquí hablando contigo porque a lo largo de la historia los soldados han jugado un papel clave en hacer la revolución y jugarán un papel clave en la revolución comunista que viene ahora.”
“Entendemos que todos los países del mundo, desde Rusia a China a los EE.UU. movilizan sus ejércitos para la guerra. Pero los hijos e hijas de los políticos y los capitalistas no son parte de esto”, dijimos.
“Ellos no tienen que hacerlo. Tienen todo lo que necesitan y más”, respondió un marine.
“Sí, y el comunismo por el cual luchamos no es el comunismo de Corea del Norte o China como tratan de decirnos. Eso sigue siendo la dictadura capitalista. Luchamos por un mundo verdaderamente comunista, donde todos estaremos involucrados en todas las decisiones que se deben tomar en administrar la sociedad. Donde todos contribuiremos y participaremos como podamos y compartiremos todo lo que la tierra y nuestro trabajo colectivo ofrezca”, pero para poder llegar ahí hesitamos un Ejército Rojo que luche por y defienda los intereses de la clase trabajadora internacional y no la de los capitalistas.
Otro marine estuvo de acuerdo y dijo: “Como que todos estamos en el mismo campo de juego”. Luego agregó: “Tengo que investigarlo más porque no es como yo pensaba”, él y su compañero tomaron Bandera Roja y nuestro panfleto militar.
Al hablar de nuestra experiencia en el camino de regreso, el mismo estudiante que pronto ingresará al ejército dijo: “Yo no sabía cómo iban a reaccionar, pero al final estaban abiertos al respecto”. Él, así como el resto de nosotros adquirimos cierta experiencia acerca de cómo hablar sobre el comunismo con nuestros hermanos en armas.
Sesenta y dos soldados y civiles tomaron
Bandera Roja. Unos quince jóvenes marines tomaron el periódico y el folleto militar de PCOI.
.”Esta fue una buena experiencia”, comentó una joven recién graduada de la preparatoria. “Necesito más práctica en comunicar las ideas comunistas de uno-a-uno. Estoy acostumbrada a distribuir el periódico en la entrada de las fábricas donde los obreros están apresurados y no tienen tiempo para conversar. Esta fue una buena práctica. Me gusta cómo los marines tienen mentes abiertas y no les han ‘lavado el coco’ como pensé que estarían”.