¡Luchemos por el Comunismo!
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Noviembre 30- “No somos muy diferentes de las personas que están siendo asesinadas” por la policía, dijo un estudiante negro en la élite Universidad de Claremont McKenna.
El tiene razón. No hay lugar seguro bajo el capitalismo racista.
Levantamientos antirracistas han explotado este mes en más de cincuenta universidades de EE.UU., liderados principalmente por estudiantes negros enraizados en el movimiento #BlackLivesMatter. Su ira y pasión provienen de la falta de respeto racista, amenazas y ataques que sufren en la escuela todos los días.
La Universidad de Missouri (Mizzou) fue la chispa. Su equipo de fútbol fue noticia nacional cuando amenazaron boicotear en respuesta a una serie de ataques racistas. Frente a la pérdida de millones de dólares, dos rectores tuvieron que renunciar.
Antes de Mizzou vino la Universidad sudafricana de Witwatersrand (Wits). En marzo pasado, los estudiantes de Wits se unieron al movimiento anticolonialista #RhodesMustFall (Rhodesdebecaer). Demandaron que derribaran las estatuas y símbolos que celebran el Apartheid. Muchos siguieron el mal liderazgo del nacionalista Combatientes por la Libertad Económica de Julius Malema. Los estudiantes de Princeton, Harvard y otras universidades de EE.UU. han hecho demandas similares.
Protestas combatientes de #FeesMustFall (colegiaturas deben caer) comenzaron el 13 de octubre y se extendieron por a los campus por todo Sudáfrica. Sus demandas - ahora incluyendo colegiatura gratuita - también se están extendiendo en EE.UU. Pero la educación capitalista siempre tiene un precio: la enajenación de los estudiantes de las masas obreras.
Este movimiento “no puede ser visto de manera aislada”, según un dirigente estudiantil de Wits, “sino como parte de las grietas que han aparecido en la sociedad sudafricana desde la masacre de Marikana.
Estas “grietas” han sido las oportunidades para el rápido crecimiento del Partido Comunista Obrero Internacional de Sudáfrica, como nuestra reciente conferencia allí lo mostró . Debemos redoblar nuestros esfuerzos para tomar ventaja de ellas.

Estudiantes, Obreros y Soldados Necesitan la Revolución Comunista, No Reformas
Después de Mizzou vino Yale. Ithaca. UCLA. Brandeis. Carolina del Sur. Stanford. Towson State. Northwestern. Y docenas más. Cuando comenzaron los contraataques racistas, el movimiento se hizo más fuerte - como en Howard.
Muchas demandas estudiantiles son las mismas que hace generaciones: más profesores y estudiantes negros, cursos de estudios negros, centros multiculturales. Los estudiantes de Mizzou insisten en que “la Universidad de Missouri cumpla con las demandas presentadas en 1969.”
Eso por sí solo debería de hacer pensar dos veces a los activistas de hoy antes de exigir reformas. El capitalismo es racista hasta la medula. Sólo las masas - dirigidas por obreros industriales y soldados, especialmente el superoprimidos - pueden acabar con ello, y sólo mediante la movilización por el comunismo.
Pero va más profundo. Algunos estudiantes exigen que los administradores de la Universidad repriman a los estudiantes, maestros y personal - tal vez obligándolos a “clases de diversidad”. Esto es como pedirle al zorro que cuide el gallinero. Los gobernantes capitalistas quieren que las masas los vean a ellos como sus salvadores cuando su propio sistema capitalista es el problema. ¡Esto es una trampa mortal! En lugar de “exigir” que los gobernantes “compongan” su sistema, nosotros, los obreros y estudiantes debemos organizar para destruirlo.
La “meta” del movimiento #StudentBlackOut, dijo el organizador Brandan Marshall de Colectiva Liberación Negra (CLN) es “Que podemos hacer para arreglar estas situaciones”. Pero la CLN exige una “revolución estudiantil” y cita a Assata Shakur (citando a Marx): “No tenemos nada que perder más que nuestras cadenas.”
Tales contradicciones crean más divisiones. Nuestros camaradas deben llevarles las ideas revolucionarias comunistas a los miles de estudiantes que ya están movilizados contra el racismo y a otros miles más.

Universidades: Herramientas de la Opresión de Clases, No “Torres de Marfil”
Quienes se oponen a las protestas antirracistas invocan el mito que la universidad es una “torre de marfil”, donde todas las ideas pueden (o deben) ser debatidas aisladas de la sociedad. ¡Esto nunca ha sido así!
En cierto sentido, la Colectiva Liberación Negra comparte este ideal. Dice que su hilo conductor es “el deseo de experimentar espacios de aprendizaje que sean seguros para TODOS los estudiantes negros”. Pero la noción de una “torre de ébano y marfil” es igual de místico.
Las universidades han servido a las clases dominantes desde que se establecieron por primera vez en Fez, Marruecos (859) y Bolonia, Italia (1088). Distinguen el “trabajo mental” de las “profesiones” (derecho, teología, medicina) del “trabajo manual” de las masas.
Cada universidad importante de EE.UU. fue construida con las ganancias ensangrentadas arrancadas de los negros esclavizados. El surgimiento de la ciencia y la ingeniería junto capitalismo industrial del siglo 19 revitalizaron el sistema universitario sobre las espaldas de los obreros asalariados. Wits comenzó como una herramienta de los intereses mineros imperialistas.

El Comunismo No Tendrá Universidades
El comunismo no separará el trabajo del aprendizaje o la investigación. Formación técnica (como la ingeniería o la medicina) será accesible gratis para todos los trabajadores que deseen profundizar sus conocimientos. Se dará principalmente en los lugares de trabajo como fábricas y hospitales.
Todos los trabajadores y los jóvenes podrán estudiar filosofía o la historia o las artes. Los grupos de estudio se reunirán en los lugares de trabajo o barrios, utilizando los recursos presentes y Internet - ¡y otros aún no inventados!
El comunismo no tendrá “diplomas”. Estas sólo fortalecen el mito de una “meritocracia”, donde algunos merecen más que otros. Tampoco vamos a tener “notas” y “exámenes” que presionan a los estudiantes a competir. La verdadera prueba del conocimiento es la práctica. ¿Qué tan bien sabes un idioma? ¡Inicia una conversación con alguien que lo hable!
Todos queremos un “espacio seguro” en el cual vivir, trabajar y aprender. Sólo el comunismo nos lo puede dar.