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Incendio En Almacen De Oakland:

Necesitamos el Arte Para la Revolución Comunista, No Para el Desarrollo Capitalista

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OAKLAND, EE.UU., 2 de diciembre. Un incendio repentino consumió la vida de 36 jóvenes asistentes a una fiesta en un antiguo almacén en Fruitvale, un barrio obrero de negros y latinos. El almacén, rebautizado como el “Barco Fantasma” y reciclado como un espacio comunitario de trabajo y residencia de artistas, ardió como un infierno. Gentrificación, desamparo y rentas altísimas, todas características del capitalismo en crisis, canalizaron a 36 artistas jóvenes y sus amigos hacia un espacio barato y los dejaron cadáveres carbonizados.
Bajo el capitalismo, las ganancias son todo; el bienestar de las masas, nada. En la revolución comunista que estamos organizando, el bienestar de las masas será todo y las ganancias no existirán.
Aquellos que vivían en el Barco Fantasma pagaban 400 dólares al mes a Derick Almena, que no tenía permiso para subarrendar. El propietario, Chor N. Ng, que posee múltiples propiedades, afirma no saber nada sobre el subarrendamiento. ¡Ambos, sin embargo, sabían cuándo recoger la renta!
Uno de cada cinco residentes de Oakland vive en la pobreza. La renta en Oakland aumentó casi un 70% en los últimos nueve años a un sorprendente nivel medio de $ 2,200 al mes. Ocupa el cuarto lugar de las rentas más caras en EEUU. ¡Comparemos eso con los $ 3,100 mensuales que gana un nuevo chofer de autobús de Oakland!
Si estadísticas como te causan repugnancia y enojo, estás empezando a pensar como comunista. Para los capitalistas como Ng y sus imitadores, estadísticas como éstas revelan “nichos de mercado” que pueden ser explotados.

Arte Para el Desarrollo Capitalista
Los capitalistas no poseen edificios para albergar a los desamparados. Los tienen para sacarles ganancias. El dinero va de los inquilinos o pagadores de hipotecas a las manos de los propietarios y banqueros. Esto se llama explotación. Cuando triunfe nuestra revolución, el dinero y la explotación se acabarán. Las relaciones humanas los reemplazarán. Compartiremos recursos para satisfacer todas nuestras necesidades lo mejor que podamos.
Sin embargo, esta cultura de cooperación no caerá del cielo. Sólo se desarrollará con una lucha generalizada contra el racismo, sexismo e individualismo. El incendio en el Barco Fantasma fue un trágico acontecimiento en un plan a largo plazo para “limpiar étnicamente” a Oakland. Bajo la etiqueta de “gentrificación”, una cuarta parte de los residentes negros de Oakland ya han sido desplazados.
Esta es una historia que se repite en ciudad tras ciudad. Se ha convertido en un patrón familiar. Un barrio designado sufre violencia pandillera, violencia policial, recortes en servicios, aumentos de alquiler y en un momento determinado en el desarrollo, aparece una comunidad artística, en su mayoría blanca.
“Popuphood” es el último ejemplo en Oakland. Operando en otra parte de Oakland, muestra cómo las asociaciones “privadas-públicas” se combinan para “limpiar étnicamente” un barrio. Los propietarios se unen para ofrecerles alquileres gratuitos de 6 meses a las nuevas tiendas. Una agencia gubernamental pone miles de dólares disponibles para subsidiar estas tiendas. El valor de las propiedades comienza a subir y la “gentrificación” ha llegado a su fase final.
Dinero (subsidios) y apoyo (6 meses de alquiler gratuito) que se les niega a los residentes se pone a la disposición de los propietarios de negocios. No es de extrañar que la Ciudad de Oakland haya aplicado para estado de emergencia local. En parte, ¡le permitirá a Oakland subsidiar los negocios locales que pudieron haber perdido clientes debido al incendio! El gobierno existe para servir a los capitalistas y por más de 400 años, el racismo les ha proporcionado una fuente clave de ganancias.

Arte Para la Revolución Comunista
Estas comunidades de artistas no son conscientemente racistas. Una de las víctimas del Barco Fantasma apoyaba a los de Standing Rock. Y no todos se convierten en títeres de los promotores de urbanización. Sin embargo, los artistas en la sociedad capitalista son, en general, productos de un sistema educativo que presenta el arte como una opción de carrera o como una auto-expresión individual aislada del interés de las comunidades obreras. Generalmente, no interactúan con sus vecinos.
Paul Robeson, un artista negro comunista, dijo: “El artista debe tomar partido. Debe elegir en luchar por la libertad o por la esclavitud”. A medida que aumente los lectores y escritores voluntarios de Bandera Roja, podremos influenciar estas comunidades de artistas, convirtiéndolas de ser vanguardias ocasionales en la gentrificación capitalista en centros de resistencia de la clase obrera y el desarrollo comunista.


Arte Comunista de una amiga de una camarada en El Salvador