Conforme la crisis capitalista mundial se profundiza y los imperialistas se mueven implacablemente hacia guerras energéticas más grandes y letales, cientos de millones de trabajadores empiezan a cuestionar el capitalismo. Esta crisis se profundizará, las guerras regionales explotarán en una 3ª Guerra Mundial, y miles de millones de trabajadores incapaces de vivir bajo estas nuevas condiciones buscaran alternativas radicales.

¿Escogerán los obreros luchar por el comunismo como la única solución al infierno capitalista? No, a menos que los comunistas emprendamos ahora una lucha prolongada, paciente y decidida para poner al comunismo en la agenda de la clase obrera internacional. Este es la tarea que hemos aceptado: ganar a masas de obreros a abrazar las ideas comunistas y usarlas para luchar, ganar y construir un mundo comunista.

El comunismo significa una transformación radical de todas las relaciones e instituciones sociales. Esto va a requerir de una lucha armada revolucionaria para aplastar la dictadura capitalista que oprime y explota mundialmente a los trabajadores. El poder obrero – la dictadura de la clase obrera – será la partera de la nueva sociedad.

Millones de trabajadores, organizados mundialmente en un solo partido, administraremos colectivamente todos los aspectos de la sociedad en bien de los intereses de nuestra clase. El Partido Comunista Obrero Internacional que construimos hoy es el corazón de ese nuevo mundo.

El comunismo abolirá el dinero y el Mercado. Nada se venderá o comprará. Aboliremos la esclavitud salarial capitalista y la explotación porque no tendremos necesidad de vender nuestra fuerza de trabajo. Libres de la maldición capitalista de “trabaja o muérete de hambre”, creativa y entusiastamente contribuiremos a la sociedad “según nuestra dedicación” y recibiremos “según nuestra necesidad”.

El comunismo significa un mundo sin fronteras o naciones. Los trabajadores serán siempre bienvenidos a donde vayan. Reemplazaremos el ponzoñoso patriotismo patronal - usado para defender sus intereses y contraponer obreros contra obreros - con el verdadero internacionalismo proletario de “un mundo, una clase, un partido”.

Solo el comunismo puede acabar con el racismo, la piedra angular del sistema capitalista. Los patronos necesitan el racismo, nacionalismo y sexismo para maximizar sus súper-ganancias, dividir y gobernarnos. La mentalidad capitalista de “perro-come-perro” será destruida por nuestra manera igualitaria y colectiva de vivir. Al tomar nuestro futuro en nuestras manos, el optimismo revolucionario se impondrá al cinismo, misticismo y la desesperación.

El camino hacia el comunismo es largo y arduo, pero la “jornada de mil millas empieza con un primer paso”. El siglo pasado presenció heroicas luchas donde los obreros “osaron tomarse el cielo por asalto” y lograron victorias poderosas a pesar de enormes obstáculos. La Revolución Rusa de 1917, la derrota de las hordas Nazis de Hitler en Stalingrado en 1943, la Revolución China de 1949, y la Gran Revolución Cultural Proletaria de los 1960 fueron logros tremendos que todavía nos inspiran.

Parados en los hombros de estos gigantes, podemos ver más lejos y más claramente. Ahora vemos que estos grandes logros fueron revertidos porque el viejo movimiento comunista luchó por el socialismo. Pensaron que los trabajadores no podían ser ganados a luchar directamente por el comunismo. El socialismo es capitalismo de estado, pero los comunistas pensaron ellos lo podían guiar hacia el comunismo. Inevitablemente los volvió capitalistas.

Luchando directamente por el comunismo nos presenta con la enorme tarea de construir un Partido Internacional de millones de trabajadores, soldados y estudiantes antes, durante y después de la toma del poder. Solo millones de trabajadores, pensantes críticos, empapados de las teorías y prácticas comunistas mas avanzadas, pueden garantizar que nuestro Partido no se vuelva revisionista.

Revisionismo es no tener confianza en que la clase obrera puede abrazar y actuar con la línea comunista mas avanzada del momento. Revisionismo son las ideas pro-capitalistas que anidan en cada uno de nosotros. Es un peligro siempre presente que constantemente tenemos que combatir. La critica y la auto-critica son unas de nuestras mejores armas para derrotar al revisionismo.

Hoy, Rusia y China son potencias imperialistas trenzadas en rivalidad mortal con el USA-imperialismo, rumbo a chocar en una 3ª Guerra Mundial. No abrazaremos el “nacionalismo revolucionario”, como equivocadamente lo hiciera el viejo movimiento comunista antes de la 2ª Guerra Mundial. Tampoco abandonaremos nuestro lema revolucionario “los trabajadores no tenemos patria”. Confiados que los obreros pueden derrotar el fascismo con la revolución comunista, rechazamos cualquier alianza con “patronos menos malos” y condenamos todo movimiento de “liberación nacional”.

Alertamos de los peligros y recalcamos las oportunidades en las tormentas que se avecinan. La 1ª Guerra Mundial sentó las bases para la Revolución Rusa y la 2ª Guerra mundial abrió las puertas a la Revolución China. Nuestra tarea es prepararnos para convertir la venidera guerra mundial imperialista en una guerra clasista mundial por el comunismo.

Luchar por el comunismo significa garantizar que las ideas comunistas sean primarias en cada lucha donde los trabajadores, soldados y estudiantes estén respondiendo a los ataques patronales. Comprendiendo que la revolución y la reforma son contradictorias, tenemos que inyectar nuestras ideas comunistas en toda nuestra literatura, en cada conversación, y cada lucha, seguros de que los obreros verán que la revolución comunista es la única solución a sus problemas.

Estrechar lazos a largo plazo con nuestros compañeros trabajadores, especialmente en las fábricas y cuarteles, es clave para develar las ilusiones en el reformismo y los lideres reformistas. Usamos nuestro periódico Bandera Roja para construir redes de lectores y escritores, organizar círculos de acción-estudio y reclutar a nuestro Partido. Las relaciones sociales que construimos hoy agudizaran la lucha de clases, harán posible la revolución, y serán el corazón del mundo comunista que estamos construyendo.

El camino hacia la revolución es largo, con muchos altos y bajos. Sin embargo, la victoria final será nuestra. Nos enfrentamos a los capitalistas-imperialistas del mundo, la clase dominante más asesina y fascista de la historia. Poseen las armas más letales y destructivas. Arrogantemente se pasean por el mundo como todos poderosos e invencibles. Sin embargo, estratégicamente son débiles. Más que cualquier otra clase dominante en la historia, su poderío económico y militar dependen de los trabajadores del mundo, los cuales somos históricamente sus sepultureros – especialmente los que laboramos en sus industrias y conformamos sus ejércitos –.

¿Qué nos impide cumplir con nuestro deber histórico? Los principales obstáculos son las ideologías ponzoñosas patronales dentro de nuestras filas. El racismo, sexismo, y nacionalismo nos dividen El patriotismo y reformismo nos encadenan a nuestros explotadores. El cinismo, misticismo, e individualismo nos paralizan. Tenemos que destruir estas ideologías letales fortaleciendo y ampliando nuestra conciencia comunista clasista. Tenemos que profundizar nuestro entendimiento del materialismo dialéctico, la ciencia guiadora de nuestra liberación, Entre mas pronto hagamos esto, mas pronto aplastaremos el capitalismo y empezaremos la construcción de nuestro nuevo mundo comunista. ¡El futuro es nuestro! ¡Luchemos por el comunísimo! ¡Ingresa al Partido Comunista Obrero Internacional!!Lee, Distribuye y Escribe para tu periódico Bandera Roja!

26/4/2010

La crisis económica profundizante del capitalismo global y la implacable determinación de los imperialistas del mundo de lanzarse a guerras petroleras cada vez más grandes y letales tienen a cientos de millones de trabajadores cuestionando al capitalismo. La crisis se profundizará, guerras regionales inevitablemente desembocaran en la 3ª Guerra Mundial y miles de millones de trabajadores incapaces de vivir como antes, no solamente cuestionarán el capitalismo pero buscarán alternativas radicales. ¿Escogerán ellos luchar por el comunismo como la única solución al infernal capitalismo? No. Esto no sucederá a menos que los revolucionarios comunistas lleven acabo ahora una lucha prolongada, paciente pero decidida para poner la revolución comunista en la agenda de la clase trabajadora internacional. Para lograr esto, tenemos que inyectar nuestras ideas comunistas en toda nuestra literatura y en cada lucha de clases en la cual participemos. Nuestra tarea es ganar a millones de trabajadores a abrazar las ideas comunistas para garantizar que ellos lucharán por, conquistarán y construirán una sociedad comunista. Este es un desafió histórico monumental. Sin titubeos, nosotros hemos aceptado este desafió, con responsabilidad, humildad, inquebrantable confianza en nuestra clase y gran optimismo revolucionario, fundando el Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI).

Miembros y amigos del PCOI en los EE.UU. y otros países estamos decididos a construir nuestro Partido en la nueva Internacional Comunista. Estamos comprometidos a destruir para siempre las ponzoñosas ideologías patronales de racismo, sexismo, individualismo, patriotismo y nacionalismo. Estamos comprometidos a luchar por un mundo sin fronteras. Estamos comprometidos a ganar mundialmente a millones de trabajadores, soldados y estudiantes a luchar por el comunismo bajo las consignas de “una sola clase, una sola bandera, una sola línea política y un solo Partido”. Estamos comprometidos a construir un mundo comunista – un mundo sin patrones donde nada se comprará o venderá; un mundo donde “de cada cual según su dedicación, a cada cual según su necesidad” será la regla gobernante universal.

Esta tarea no es fácil, ni se logrará de la noche a la mañana. Sin embargo, en los anales de la historia hay infinidad de casos donde nuestra clase enfrentando colosales obstáculos “se atrevió a tomar el cielo por asalto” y triunfó. La revolución Rusa de 1917, la revolución China de 1949, la Derrota de las Hordas Nazi de Hitler durante la 2ª Guerra Mundial y la Gran revolución Cultural Proletaria China en la década de los 1960 han quedado estampadas en la historia como los más grandes logros del Siglo 20. Desgraciadamente, el Viejo Movimiento Comunista Internacional no tenía la confianza en que la clase trabajadora podía ser ganada a luchar directamente por el comunismo. Luchó por el socialismo – capitalismo de estado administrado por los trabajadores - e inevitablemente se volvió revisionista. Hoy Rusia y China son países imperialistas, rivales del USAimperialismo por el dominio mundial.

Hoy, parados en los hombros de los gigantes que nos precedieron, podemos ver más lejos y con mayor claridad. Estamos eternamente agradecidos al fundador del Partido Laboral Progresista bajo cuyo liderato el PLP hizo grandes contribuciones al movimiento comunista internacional. Sin embargo, hemos decidido salirnos del PLP y fundar al PCOI porque consideramos que el actual liderato del PLP ha tomado la ruta revisionista. Nos llevamos con nosotros las grandes lecciones y experiencias del PLP y su lucha contra el revisionismo, especialmente el manifiesto Camino a la Revolución 4, publicado en 1982, donde se rechazan la lucha por etapas y el socialismo y se llama a luchar directamente por el comunismo. Camino a la Revolución 4 llama por la formación de un partido de masas y a ganar a masas de trabajadores, soldados y estudiantes al comunismo, antes, durante y después de la revolución. Nos llevamos con nosotros Camino a la Revolución 4.5 el cual encaró la principal debilidad, todavía sin resolver, del movimiento comunista internacional: entender la naturaleza contradictoria de reforma y revolución.

Camino a la Revolución 4.5 dice claramente que no es suficiente decir que luchamos por el comunismo. Dice claramente que los comunistas tienen que luchar diariamente, hombro a hombro, con los trabajadores que luchan contra los ataques patronales. Sin embargo, nuestra tarea principal en estas luchas es constantemente introducir en ellas nuestras ideas comunistas, teniendo plena confianza que los trabajadores pueden ser ganados a ver el comunismo, no el reformismo, es la solución a sus problemas. Aceptamos esta tarea con seriedad, participando en las luchas de clases, develando las ilusiones en el reformismo y en los líderes reformistas, agitando masivamente por nuestras ideas en volantes, construyendo redes de distribución de nuestro periódico, organizando círculos de acción-estudio y reclutando a nuestro Partido. Clave en lograr esto es forjar nexos sociales de largo plazo con nuestros compañeros, especialmente en la industria y el ejercito. Los comunistas que consideran que ganar reformas es su trabajo principal, se volverán inevitablemente reformistas y terminarán revisionistas, falsos comunistas que terminan destruyendo el movimiento comunista. Este es el camino que el liderato del PLP ha escogido, rehusándose a tener un debate abierto en el PLP para discutir sus errores reformistas y revisionistas. Es mas, trataron de silenciar la izquierda. Nosotros nos rehusamos a cometer el error que cometieron los Guardias Rojos Chinos, quienes durante la Gran revolución Cultural Proletaria lucharon por el comunismo y en contra del revisionismo del Partido Comunista Chino pero no rompieron con Mao ni fundaron su propio partido.

El camino a la revolución tendrá sus muchos altos y bajos pero la victoria final será nuestra. Enfrentamos la clase dominante más asesina y fascista en la historia: los capitalistas e imperialistas del mundo. Ellos se jactan de tener las armas más letales y destructivas jamás creadas. Arrogantemente se pasean por el mundo como pavos reales todopoderosos e invencibles. Sin embargo, estratégicamente los capitalistas son la clase dominante más débil en la historia. Como ninguna otra, su poderío económico y militar depende de sus sepultureros, la clase trabajadora del mundo. El principal obstáculo impidiéndonos llevar acabo nuestrodeber histórico es la ideología capitalista dentro de nuestras filas. Entre mas pronto nosotros en el PCOI la reemplacemos con la ideología comunista, mas pronto la clase trabajadora internacional estará en camino a la revolución comunista y al comunismo. ¡Atrevámonos a luchar, atrevámonos a triunfar! ¡El futuro es nuestro! ¡Únete al PCOI

10/2/2010