¡Luchemos por el Comunismo!
	Partido Comunista Obrero Internacional
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Envenenando a los niños (y adultos) de Flint (Michigan, EE.UU.) con agua contaminada por  plomo aumenta la larga lista de horrores racistas y antiobreros perpetrados por el capitalismo. Pero, a estas alturas, tú probablemente ya sabes eso.
Hace unos años, Flint empezó a recibir agua del río Flint en vez del lago Huron para ahorrar dinero. ¡Sin embargo, la única planta de General Motor que todavía queda en Flint recibe su agua del lago Huron! El agua del río Flint es altamente corrosiva lo cual causa que el plomo de las tuberías anticuadas de la ciudad se filtre en el suministro de agua. Para los capitalistas: ¡Esto es parte sin novedad!
El presupuesto de la ciudad fue reducido drásticamente cuando General Motors cerró la mayoría de sus fábricas allí, despidiendo a más del 80% de los obreros, después de robar miles de millones de dólares de la mano de obra de la fuerza laboral de la ciudad, en su  mayoría obreros negros. ¡Al carajo con los presupuestos patronales! ¡El envenenamiento por plomo no es aceptable!
La revolución comunista es la única manera de corregir la situación. El comunismo se basa en movilizar a las masas, no en presupuestos.
El canal de Flint es tan corrosivo porque compuestos de sal utilizados para derretir la nieve van a dar al río. La sal aumenta el nivel de cloro corrosivo.
Las ciudades utilizan sal porque es barato. El comunismo movilizará a las masas para limpiar la nieve en vez de usar compuestos peligrosos de sal. El Partido organizará a aquellos que quedan ociosos durante las tormentas de nieve para que ayuden.
Hay aproximadamente 7.3 millones de tuberías de plomo, solo en EE.UU. que sirven agua. No existe un plan para deshacerse de ellas porque cuesta demasiado dinero.
También, en este caso, el Partido movilizaría a las masas – esta vez para arrancar las viejas tuberías de plomo y sustituirlas con otras que sean seguras.

Enorme Lucha, pero Factible
El comunismo puede movilizar a las masas necesarias porque las ganancias, el dinero y los presupuestos no existirán. La lucha colectiva será nuestro método; el bien colectivo nuestro objetivo.
Sabemos que podemos tener éxito porque hemos visto aspectos de esto en el pasado. Poco después de la revolución china, el partido comunista chino movilizó a millones para erradicar la esquistosomiasis, una de las enfermedades más mortales conocidas por la humanidad. Infectó a 250 millones de personas.
Para acabar con la plaga, los chinos tuvieron que interrumpir el ciclo de vida del gusano microscópico que causa la enfermedad. Ellos mataron a los caracoles anfibios que eran donde las larvas del gusano crecían.
Los caracoles vivieron en el agua en las orillas de los ríos, enterrándose a menudo tres pulgadas en el lodo. Más de un millón de trabajadores temporalmente secaron los ríos en la progresión correcta y limpiaron las orillas. Ellos combatieron a los caracoles durante una década hasta la victoria final.
Ganaron a pesar de la devastación causada por años de explotación y opresión; a pesar de la destrucción causada por la Segunda Guerra Mundial y genocidios como la Violación de Nanking por el ejército japonés. El “secreto” estaba en  movilizar a las masas.
Dr. Joshua Horn, un cirujano Inglés y testigo ocular de la campaña, describió cómo se logró: “Movilizar a las masas, no significa emitirles palas e instrucciones; significa encenderlas con entusiasmo para desencadenar su iniciativa y usar su sabiduría”.
Hoy, desgraciadamente, la esquistosomiasis está de vuelta en China. Las masas fueron movilizadas para deshacerse de ella, pero no fueron movilizadas para luchar por el comunismo, sino por el socialismo.  El socialismo es capitalismo de estado. Al administrarlo, los comunistas se hicieron capitalistas. Hoy en China las ganancias de estos capitalistas-imperialistas son primarias, no  el bienestar de los obreros chinos.

La Contaminación por Plomo es un Tigre de Papel
Limpiar el desorden en Flint será un trabajo enorme, pero es relativamente chico comparado con la eliminación de la “enfermedad del caracol”. En Flint, los lugareños también jugarán un papel clave. Ellos conocen las condiciones físicas. Más importante aún, ellos conocen las relaciones sociales personales que en última instancia determinarán la victoria o la derrota.
Sustituir todas las tuberías de plomo es un problema más grande, pero igual de factible con millones de manos, corazones y mentes.
Nuestra perspectiva contrasta con la fatalidad-y-abatimiento de los patrones. Pueda  que reconozcan el carácter racista y anti-obrero de los ataques, pero no pueden ofrecer solución alguna. El costo, presupuestos y la necesidad de continuar obteniendo ganancias hacen esta tarea imposible.
Pero nosotros vemos estos obstáculos como “tigres de papel.” La contaminación misma es un “tigre real” porque destruye vidas. Vamos a necesitar un plan táctico, organización, liderazgo del Partido y años de lucha comunista masiva férrea para deshacernos de la contaminación por plomo.
A la larga, la batalla contra el plomo ambiental se puede ganar, no importa cuantos kilómetros de tuberías de plomo y toneladas de contaminantes corrosivos los patrones hayan dejado. Las masas son incomparablemente más poderosas que el legado destructivo del capitalismo. En ese sentido, podemos considerar los obstáculos como “tigres de papel”.

Triunfaremos porque la clase obrera motivada por el comunismo es invencible.