¡Luchemos por el Comunismo!
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La Lucha Prolongada Ganará a Soldados al Comunismo
“Tú con tu gente y yo con la mía podemos lograr muchas cosas”, dijo un joven soldado en una charla de fin de año, mientras comíamos una pizza y hablábamos de la situación nacional e internacional. En dicho momento me lleno de gran alegría y no puedo negar que al escuchar dichas  palabras me emocione. Sin embargo, profundizando la charla pude notar que el joven soldado pertenece al grupo religioso evangelista y antes de enlistarse en el ejército participaba constantemente a sus reuniones.
Él es una persona solidaria, optimista y con cierto amor a nuestra clase trabajadora. Pero, considera que la venganza no lleva a ningún lugar, que “Dios” hará justicia por todos. Esta de acuerdo que existe mucha pobreza y que inevitablemente esto terminará en una guerra, pero dijo, que no nos corresponde a nosotros hacer dicha justicia, eso le corresponde a Dios.
Mientras él hablaba, analizaba todo lo que comentaba, sabía del potencial para poder seguir una amistad y a futuro poder ir ganándolo a nuestra lucha comunista. Por ello, no fui muy dura en la charla, solo le comenté que, muchos como él (soldados y marines) están muriendo en guerras que no son sus guerras.
Le pregunte si él estaba dispuesto a morir por defender los intereses patronales,  él dijo que ese era su trabajo y aunque no estaba de acuerdo, tenía o tenían que hacerlo. Comentó que para lograr lo que el Partido plantea tendríamos que organizar a todos los solados en el país, pero lo veía imposible.
El sugirió que deberíamos hablar con Obrador, un seudo-izquierdista en México, y con toda su gente y  las ideas del Partido podríamos logar mucho. Le expliqué, por qué no lo hacíamos y le mencioné lo peligroso que era dicha persona para los interés de nuestra clase.
Él se quedó pensativo, me puso ejemplos de cómo soldados desertaron en el conflicto de Marcos en Chiapas en 1994, mencionando que algunos soldados no son capaces de disparar a su propia gente.
Era nuestra primera charla, le dejé el Manifiesto Comunista, ahora tarda en escribirme, pero aún tengo el contacto con él y estamos planeando vernos de nuevo. En la próxima ocasión le llevare nuestro folleto militar y alguna novela rusa, donde hable de experiencias de jóvenes soldados en la Revolución Rusa.
He aprendido a no emocionarme de más, lo primario es  continuar llevando las ideas del Partido a las personas que permitan encuentros políticos como el mencionado. Pero, lo importante también es crear esos lazos de amistad para afianzar las ideas.
Así como él, tuve charlas con otros dos soldados más, uno dijo que me parecía a su hermana quien anda de revoltosa, y otro más dijo que el ama a su patria, su trabajo y su familia, pero que si yo algún día lo necesito el estará ahí para ayudarme, esto referente a las cuestiones del Partido. Le dije que se lo agradecía y me pidió el Periódico para leerlo y también le di el folleto militar. 
En dichos procesos, procuro ser lo más dialéctica para no hacer acciones precipitadas, no dejo de tener confianza y esperanza que un día ganaremos a  soldados a la lucha para la liberación de nuestra clase trabajadora.
Soldados del mundo uníos, luchemos por la Revolución Comunista, luchemos por nuestra liberación y no por las guerras de los patrones capitalistas.
Joven camarada desde México.

Lucha Interna Ayuda a Fortalecer el Partido
Aquí tuvimos una lucha aguda entre tres camaradas nuestros. Uno – una madre soltera y maestra –quería organizar un mitin del sindicato en el concilio escolar exigiendo un contrato decente (como mejores beneficios para el cuidado de salud). Los otros - maestros jubilados – argumentaron que el sindicato no tenía intención de desafiar la estructura del poder local y de la Asociación de Maestros de California para organizar una huelga por mejores beneficios para la salud, o cualquier otro elemento que podría constituir  un contrato “decente”.
En realidad, sin embargo, en esta lucha había una contradicción no hablada. Las demandas financieras implacables hechas a nuestra compañera madre soltera crearon una urgencia a su situación. Por otro lado, nuestra práctica colectiva en organizar para el  comunismo podría resumirse como “¡confortable pero no urgente!”
Tal vez nuestra camarada más joven vio sus alternativas como “Hacer algo” o “Hacer casi nada.”
De todas maneras, llena de energía, organizó a más de 600 (de un total de 1,500 profesores) para un mitin frente al edificio donde se reunía la junta escolar. El rally fue organizado en torno a las demandas del sindicato de “equidad” (que significa “igualdad de paga con otros distritos escolares locales). Por supuesto, las pancartas individuales de docentes expresaron preocupaciones más urgentes clases más pequeñas. Sin embargo, cuando el rally entró en la reunión los maestros coreaban “UTR! UTR!” (Las siglas del sindicato). Esto debe haber sido un gran alivio para la junta escolar, ya que indicaba que incluso los profesores activistas no vieron otra alternativa que confiar en las mismas instituciones que a lo largo de los años les ha dado condiciones que sirvieron las necesidades del capital y no de la comunidad.
El mitin sin embargo, nos dio la oportunidad de presentar nuestra visión revolucionaria de la educación. Hemos introducido las ideas comunistas de manera masiva por primera vez a los maestros de Richmond. Usando nuestro folleto sobre la educación, Bandera Roja y un volante argumentamos por un nuevo tipo de educación que reemplazaría la naturaleza individualista y competitiva de la educación capitalista con el aprendizaje  colectivo y cooperativo que nuestra clase necesita ahora. No queremos que nuestros hijos sobresalgan sobre su clase (y quedarse con una deuda enorme haciéndolo). Queremos que se alcen junto con sus padres para construir una nueva sociedad comunista basada en satisfacer las necesidades de la clase obrera.
Al final resultó, por supuesto, que el mitin no hizo ninguna diferencia sustantiva en el resultado. El contrato no ofrece nada en cuanto a aumentos salariales que no puede ser devorado por los casi ciertos aumentos en los costos de salud. No hace nada para impedir los planes de la junta escolar de introducir más y más escuelas charteres.
Sin embargo, el hecho  que más docentes de lo habitual votaron  (700 a favor, 400 en contra) sugiere un despertar político entre los profesores de Richmond. Eso, como todo el mitin con todas sus debilidades políticas, nos ha abierto las posibilidades para construir el PCOI. ¡La lucha continúa... y ahora con cierta urgencia!
Camaradas de Oakland, California