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¡Un mundo sin Clases – El Comunismo en Todo el Mundo - Eliminará Todas las Armas!

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Con toda la carnicería en el mundo, la gente clama por el control de armas y el desarme nuclear. Muchos aspiran por un mundo sin armas de cualquier tipo - donde la vida humana será apreciada como lo más valioso de la sociedad. ¿Es posible un mundo así?
¡Sí! El comunismo, y sólo el comunismo, puede lograrlo y lo construirá porque las armas y su uso - tal como lo conocemos hoy en día - son productos de la sociedad de clases. En el comunismo pre-clases los humanos tenían dos necesidades básicas: adquirir los alimentos necesarios para su supervivencia, y protegerse de los depredadores que ponían en peligro sus vidas.
Ellos desarrollaron muchas herramientas para satisfacer estas necesidades. Estas rara vez, o nunca, eran utilizadas contra otros seres humanos, especialmente contra los del mismo grupo social.
Al esparcirse los seres humanos por el mundo, las sociedades de cazadores-recolectores que se desarrollaron pudieron haberse a veces enfrentado violentamente por  algo que percibían necesario defender o territorio que consideraban crucial para su supervivencia.
Por lo tanto, estas herramientas, especialmente la lanza y el arco y la flecha, tenían doble uso. Eran a la vez medios de producción y herramientas utilizadas a veces contra otros seres humanos. Sin embargo, esto fue lo secundario - la adquisición de alimentos fue lo principal.
El desarrollo de la agricultura y la domesticación de los animales cambió esto para siempre. Las sociedades de cazadores-recolectores evolucionaron en sociedades sedentarias al hacerse más seguros y estables los suministros de sus alimentos.
Esto también dio a los humanos la capacidad de producir consistentemente un excedente. Esto creó la base material para la división de la sociedad en clases. Ahora algunos, la mayoría, podían ser esclavizados y el excedente producido por ellos podía ser apropiado, como propiedad privada, por una pequeña minoría de explotadores.
Esta transición, sin embargo, no fue pacífica. Requirió violencia, privar a las masas obreras de sus instrumentos para defenderse y la creación de un pequeño grupo armado permanentemente que impusiera y perpetuara la explotación de las masas trabajadoras.
En la transición a la agricultura y ganadería, los cazadores-recolectores perdieron sus instrumentos de defensa, porque el nuevo modo de producción no los requería. La sociedad de clases acuñó una nueva palabra para ellos - armas, cuyo único propósito ahora era esclavizar a seres humanos o masacrarlos en las guerras de conquista de los explotadores. 
Por lo tanto, los instrumentos que ayudaron a los seres humanos a sobrevivir para liberarse de los caprichos de la naturaleza, se convirtieron en armas para imponerle a la mayoría de la sociedad los caprichos de una pequeña minoría explotadora.
La violencia por si sola, sin embargo, no fue suficiente. Las masas tuvieron que ser ganadas a aceptar pasivamente su explotación y el régimen de sus explotadores como algo natural. Este control ideológico lo proporcionó el desarrollo de una casta sacerdotal y la religión organizada.
Este fue el nacimiento del Estado. A través de ello los gobernantes ejercen su dictadura - ideológicamente y violentamente - sobre las masas trabajadoras. Su núcleo y esencia, sin embargo, es que la grupo permanente armado que suprime violentamente a las masas, para garantizar su explotación y evitar que se rebelen.
En la esclavitud antigua y el feudalismo, los oficiales de los grupos armados los conformaban los esclavistas y la nobleza. De manera permanente, sólo ellos tenían armas y entrenamiento militar. Ellos reclutaban temporalmente a campesinos como soldados de infantería para pelear y morir en sus guerras de conquistas.
Esto cambió en el capitalismo. Los capitalistas son la clase dominante más pequeña de la historia. Sin embargo, tienen que gobernar sobre las masas obreras más grandes, más organizadas y más rebeldes de la historia.
No pueden ser- como clases dominantes anteriores -la mayor parte del los oficiales que comandan las fuerzas armadas necesarias para controlar a estas enormes masas obreras, o combatir en sus guerras imperialistas cada vez más grandes. Se ven obligados reclutar a sus ejércitos a millones de trabajadores y jóvenes - sus sepultureros históricos.
Por lo tanto, ¿que nos impide voltear estas armas sobre estos parásitos capitalistas y luchar por el comunismo? ¡La ideología capitalista!
Nos bombardean con ella desde la cuna hasta la tumba. Su sistema educativo, medios de comunicación, partidos políticos, sindicatos, organizaciones comunitarias y religiosas – nos inundan con anti-comunismo y otras ideologías capitalistas venenosas. La esclavitud asalariada, las condiciones de vida capitalista, refuerzan y proporcionan la base material para esas ideologías.
La sociedad de clase requirió tanto de la violencia como de la ideología. Su destrucción también requerirá ambas: la violencia de un Ejército Rojo compuesto de millones de obreros industriales y soldados comunistas, integrado a un PCOI masivo  movilizando a las masas para el comunismo para romper el control del capitalismo sobre ellas.
Cuando el comunismo haya triunfado en todo el mundo y la ideología capitalista haya sido desarraigada de las masas, no será necesario un estado que imponga la dictadura de una clase. No habrá clases - no habrá gobernantes con armas para explotar y aterrorizar a las masas trabajadoras. Todo tipo de armas dejará de existir: surgieron con la sociedad de clases y desaparecerán con ella.