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“Estos son nuestros empleados, queremos asegurarnos que su lugar de trabajo sea un lugar seguro”, dijo Paul González porta voz de MTA en Los Ángeles.
El se refería al hecho de que los ataques contra los choferes de MTA han aumentado anualmente de 79 en 2012 a más de 155 en 2015.
Según él, MTA ha tomado “medidas proactivas” para combatir esto. Algunas de estas, dijo González, incluyen “la instalación de monitores de vigilancia, surtir los autobuses nuevos con barreras de policarbonato que protegen a los choferes, o usar anuncios de tarifas automatizados”. Esto último porque el 34% de los ataques contra los choferes tienen que ver con disputas sobre las tarifas de los autobuses.
Esto podría ser suficiente para MTA que busca eludir responsabilidad y limitar sus costos en caso de ser demandada, pero no es suficiente para proteger a los choferes, pasajeros, o al público en general.
La seguridad de la clase obrera implica mucho más que la instalación de unos pocos aparatos, porque en el análisis final, la seguridad es cuestión de relaciones sociales.
El modo de producción de una sociedad determina sus relaciones sociales
En la sociedad humana todo gira en torno al modo de producción - la forma en que produce las cosas necesarias para sobrevivir y avanzar.
El primer modo de producción de los seres humanos era comunista. Los medios o instrumentos de producción eran propiedad colectiva. El trabajo y la distribución de los frutos del trabajo se realizaron colectivamente también.
Las sociedades de clase - la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo - cambiaron esto. Clases dominantes pequeñas se apropiaron de los medios de producción y de los productos producidos por las masas trabajadoras, y los declararon su propiedad privada.
Estos gobernantes utilizaron la violencia, y crearon ideologías para legalizar y justificar su explotación. Desarrollaron culturas enteras para inculcarle su ética de perro-come-perro a la sociedad. Por lo tanto, estos modos de producción inhumanos engendraron relaciones sociales inhumanas que les fueron impuestas a la sociedad.
La esclavitud asalariada del capitalismo determina las relaciones sociales de este
Bajo el capitalismo, la clase obrera no tiene nada excepto su fuerza de trabajo que tiene que vender a los capitalistas para sobrevivir. De ahí el término, esclavos asalariados.
Para nosotros tener un empleo es cuestión de vida o muerte, y el dinero (el salario) domina todos los aspectos de nuestras vidas.
El estrés de competir por un empleo, la amenaza de perderlo, las preocupaciones de no poder pagar la renta, comprar comida, ir al médico, etc., son las bases materiales dentro de la clase obrera que refuerzan el individualismo, racismo, sexismo, y otras ideologías anti-obreras con las cuales el capitalismo nos bombardea constantemente.
Estas son las causas de nuestra conducta anti-social y anti-obrera. No desaparecerán pasando leyes, rezando o porque así lo deseemos. Tenemos que crear una nueva sociedad con un modo de producción humano que nos permita desarrollar relaciones sociales humanas. Esa sociedad es el comunismo.
El modo de producción del comunismo está basado en las necesidades humanas
El comunismo eliminará el dinero y el mercado. El dinero nunca más gobernará nuestras vidas. Nada jamás se comprará o venderá. Colectivamente satisfaremos nuestras necesidades, contribuyendo a la sociedad según nuestra dedicación y recibiendo según nuestras necesidades.
Nunca más tendremos que competir por empleos. No habrá más explotación capitalista, ni la superexplotación racista y sexista de algunos sectores de nuestra clase. Esto será un tremendo golpe a dos de las peores maldiciones capitalistas: el racismo y sexismo.
No tendremos más empleos, sino trabajos útiles y creativos. “¡Estás despedido!” no se oirá nunca en el comunismo. Es más, en un mundo sin fronteras, viviremos y viajaremos donde queramos. Dondequiera que vayamos seremos bien recibidos. Lo que aportemos será siempre apreciado.
Esto nos dará una comprensión mundial de que “un daño contra uno es un daño contra todos”. Es el antídoto al nacionalismo y patriotismo: dos ideologías que los capitalistas utilizan para hacernos pelear y morir en sus guerras por ganancias e imperios.
Planificar, producir, y distribuir colectivamente los productos de nuestro trabajo para crear colectivamente las futuras generaciones de comunistas reemplazará la mentalidad individualista del “yo” capitalista con la mentalidad colectivista del “nosotros” comunista.
Ya no mas contrapuestos los unos a los otros, nos trataremos con respeto, dignidad y cariño. Solo entonces podremos florecer como seres humanos verdaderamente bondadosos y creativos.
Para llegar allí, sin embargo, tendremos que librar una lucha larga y dura. La sociedad de clases nació con la violencia. Sólo un PCOI masivo, movilizando a las masas para el comunismo, puede unirnos y librar la lucha ideológica necesaria, antes, durante y después de la revolución comunista indispensable para destruir al capitalismo y arrancar de raíz sus ideologías venenosas dentro la clase obrera.
Nuestra seguridad ahora y en el futuro cercano radica en ingresar y construir al PCOI.