¡Luchemos por el Comunismo! |
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Shakespeare escribió que “Nunca el curso del verdadero amor se ha desarrollado sin problemas.” Los conflictos de épocas, familias, opiniones de amigos, así como de “la guerra, muerte y enfermedades”, dijo él, se interponen en el camino. Pudo haber añadido desempleo, desacuerdos sobre como criar niños, la infidelidad y muchas otras fuentes de conflictos que complican las relaciones personales. Las contradicciones y los cambios cualitativos las impulsan en una dirección ahora y en otra mas tarde, a veces conduciendo a fracasos temporales o permanentes.
No hay, sin embargo, nada excepcional acerca del curso de las relaciones personales. Casi todos los procesos tienen saltos hacia adelante, retrocesos, catástrofes y periodos de calma. Esto es especialmente cierto en el desarrollo del movimiento comunista. Los bolcheviques (comunistas rusos) lucharon en una revolución fallida en 1905, su partido perdió muchos miembros, y sufrieron muchas detenciones y exilios. Durante los siguientes doce años, sin embargo, reconstruyeron el partido y dirigieron una revolución exitosa en 1917.
Aunque los bolcheviques lograron mucho, industrializando el país y movilizando a las masas para derrotar a los nazis, su movimiento fue finalmente revertido porque lucharon por el socialismo, no por el Comunismo. En esencia, el socialismo es una forma de capitalismo, con un sistema salarial y la desigualdad capitalista, que eventualmente se vuelve abiertamente capitalista.
Sin embargo, la derrota del movimiento comunista en Rusia y China no significa que el comunismo está muerto, sino solamente que la vieja idea del socialismo como un escalón hacia el comunismo tiene que ser abandonada. Nuestro nuevo movimiento comunista ha aprendido a luchar directamente por el comunismo, sin desvíos mortales.
Por qué los procesos giran y dan vuelta
Casi todos los procesos, incluyendo el amor y la revolución comunista, nunca “corren su cursos sin problemas”, porque son impulsados por contradicciones, por conflictos dentro del proceso. El carácter del proceso es determinado por estas contradicciones, y en particular por el lado dominante de la contradicción.
Un sistema es capitalista porque los capitalistas son el lado dominante en la contradicción capitalista-trabajador. Cuando la clase obrera sea lo suficientemente fuerte como para hacer la revolución comunista entonces, los trabajadores serán el lado dominante, pero eso no significa que el lado capitalista desaparecerá inmediatamente. Algunos capitalistas antiguos estarán alrededor y trataran de encontrar la manera de volver a dominar, quizás dividiendo a las masas con el racismo. Si alguien ve a su amante coquetear con otras personas, puede hacer que la ira o el miedo dominen el lado cariñoso de su relación y eventualmente conduzcan a la ruptura.
Cambiando Lados
No es poco común en la historia del movimiento comunista que personas que han hecho contribuciones importantes abandonen la lucha o incluso se vuelvan enemigos. Esto es porque hay contradicciones internas en una persona, entre su deseo de servir a la clase obrera y avanzar hacia el comunismo versus el lado opuesto que impide esto. Este otro lado puede ser egoísmo, miedo, sentirse abrumado, alcoholismo o muchas otras cosas. El lado dominante determina lo que la persona hace. El lado dominante puede cambiar y, a veces cambiar de nuevo. La lucha política con la persona a menudo hará la diferencia.
Límites del giro
Hay algunos principios generales de la dialéctica que limitan que tanto puede girar un proceso. El principal es la ley de la “negación de la negación.” El nombre puede ser confuso, pero la idea es importante. Significa que si en un proceso se produce un cambio cualitativo (una “negación”) y luego a este le sigue otro cambio cualitativo, el proceso nunca vuelve completamente a su situación original. Engels dio un ejemplo de una semilla que crece a ser una planta (una negación) y la planta produce semillas (una segunda negación). Las nuevas semillas pueden ser muy similares a las originales, pero nunca exactamente iguales. La historia no hace círculos. Las crisis económicas capitalistas se producen una y otra vez, pero cada una es diferente de las que le precedieron.
La lucha por el comunismo no “correrá sin problemas”. Pero podemos aprender de los errores del pasado para que la próxima revolución supere los fracasos de las revoluciones pasadas. La ley de la “negación de la negación” no garantiza de por sí que haremos las cosas bien, sino sólo que el próximo resultado será diferente. Dirigidas por nuestras mejores ideas comunistas, serán las masas con su determinación de aprender las lecciones y hacer los cambios adecuados las que nos permitirán navegar los giros y vueltas de la revolución y conquistar el Comunismo. ¡Únete a nosotros e incorpórate a la lucha!