¡Luchemos por el Comunismo! |
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Los polítiqueros brasileños están montando un espectáculo aún más grande que las próximas Olimpiadas.
Algunos congresistas corruptos vinculados al imperialismo de EEUU han acusado a la Presidenta Dilma Rousseff, sucesora escogida por Lula da Silva. Su vicepresidente, Michel Temer, está actuando como Presidente. Él no es elegible para postularse para la presidencia porque fue captado violando las leyes electorales. Su nuevo gabinete no incluye ninguna mujer y ningún afrobrasileño. Sin embargo, incluye al que dirigió el Banco Central durante el gobierno de Lula.
Bandera Roja no suele perder el tiempo en los recovecos de la política capitalista. Queremos sobre todo que nuestros lectores comprendan cómo el comunismo funcionará, no cómo el capitalismo no funciona.
Pero entendiendo la situación en Brasil ayuda a contrarrestar la idea cínica de que “el poder corrompe”. El comunismo acabará con la corrupción porque está enraizada en el capitalismo, no en la “naturaleza humana”.
En primer lugar, sin embargo, anotemos que la rivalidad interimperialista está impulsando la política brasileña. Esta rivalidad es el núcleo de las profundas divisiones dentro del gobierno “centro-izquierdista” de Rousseff. Algunos incluso lo llaman el enjuiciamiento de Rousseff un golpe de estado patrocinado por EE.UU. (véase el recuadro).
Lula y Rousseff fueron una vez tremendamente popular. El rápido crecimiento económico de Brasil entre 2003-2010 fue impulsado en gran medida por las exportaciones a China. Le permitió al Partido de los Trabajadores promulgar reformas sociales que redujeron la pobreza, el desempleo y la desigualdad económica.
Pero cuando la economía china se desaceleró, Rousseff ya no pudo cumplir sus promesas. La caída en los precios del petróleo profundizó la crisis. Sus políticas fueron impulsadas por las necesidades del capitalismo global: austeridad, tasas de interés más altas, y menos inversión pública.
En junio de 2013, más de un millón de brasileños marcharon protestando el declive en su nivel de vida. Muchos entienden que las cosas se empeoran conforme Temer cumpla con las exigencias del Fondo Monetario Internacional.
En la sociedad comunista, por el contrario, todo será impulsado por las necesidades de las masas. Determinaremos estas necesidades a través de la investigación y la discusión masiva. Colectivas locales del Partido, abiertas a todo el mundo, estarán ligadas mundialmente. “Pensar globalmente” no será sólo un eslogan, sino una forma de vida. Estamos empezando a aprender a tomar decisiones de esta manera conforme el PCOI crece alrededor del mundo.
Los Trabajadores Necesitamos el Comunismo, No la Democracia
“Todos tienen las manos sucias”, comentó un profesor brasileño. “Pero todavía tengo algo de fe en la democracia”. Añadió que “todos los días lucho contra los medios de comunicación, instituciones culturales. Es muy duro. Creo que como un profesor estoy perdiendo la batalla”.
En la sociedad comunista, la educación, cultura y los medios de comunicación fomentarán valores como la colectividad, el respeto y desinterés. Nos ayudarán a aprender a servir a las masas en una sociedad sin patrones, fronteras o dinero.
La sociedad comunista no funcionará igual que las democracias o dictaduras fascistas del capitalismo. “Política” no significará votar por unas pocas personas para que administren las cosas. En cambio, las masas trabajadoras nos organizaremos para estar al mando. Ganaremos a todo el mundo a tomar el liderazgo en cosas pequeñas y grandes, como lo hacemos hoy día.
La sociedad comunista terminará la corrupción. No habrá excusa para que nadie viva mejor que nadie. No habrá dinero para sobornos. Las masas criticarán a cualquiera que trate de utilizar su posición para obtener ventajas personales. Trataremos de hacerles entender por qué esta clase de comportamiento es inaceptable.
El Partido Comunista Chino (PCC) dirigió a las masas en esta lucha durante los 1950 y 1960. Libros como Fanshen y Shenfan de William Hinton nos dan una muy buena idea de cómo podría funcionar - y por qué a menudo no fracasó.
Algunos líderes altos del PCC lucharon por parcelas privadas e incentivos individuales. Sabotearon deliberadamente los principios comunistas. Sus oponentes maoístas promovieron consignas socialistas como “de cada cual según su trabajo”. Estas mantuvieron la base material para el egoísmo y la corrupción incluso en medio de las campañas políticas para luchar contra ambos.
Aún así, comunistas de base - tal vez millones- lucharon por las relaciones sociales comunistas. Ahora, cincuenta años después de que comenzó la Revolución Cultural, la prensa capitalista está propagando la mentira de que todo fue horrible. ¡No lo crean! Cometieron errores - algunos de ellos fatales - pero hay mucho en su lucha para inspirarnos.
Los Comunistas Debemos Decirles la Verdad a las Masas
Rousseff es acusada de manipular las finanzas para que la economía brasileña aparentara ser más fuerte de lo que era. ¡Todos los gobiernos capitalistas hacen esto! Incluso los métodos de contabilidad socialistas de China y Rusia crearon incentivos los cuales les permitía a los líderes mentir. Ellos exageraban los rendimientos para verse bien, o hacían predicciones por debajo de lo posible para evitar venderle grano al estado.
Apoyándose en las masas significa confiar en ellas con la verdad. En la sociedad comunista, la honestidad será la norma.
Hoy en día, nuestro partido no exagera el tamaño de nuestros eventos o la distribución de nuestra literatura. Si son decepcionantes, analizamos autocríticamente nuestro trabajo. Tratamos de averiguar qué hacer diferente. Te pedimos que ingreses al PCOI para participar en este proceso.
La rivalidad Inter-imperialista en Brasil: Guerras Comerciales Pueden Convertirse en Guerras de Verdad
Desde la década de los 1990, Brasil ha dado prioridad a los lazos regionales. Ayudó a fundar el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y su contraparte política Unasur. En 1995 EE.UU. trató de absorber al MERCOSUR con su propuesta “Área de Libre Comercio de las Américas.” Eso fracasó.
Más recientemente Brasil ha profundizado lazos con Rusia y China.
En 2009, China superó a EE.UU. como el principal socio comercial de Brasil. El imperialismo chino ha invertido mucho en Brasil, principalmente en energía, minería, acero y agroindustria. Se está diversificando en telecomunicaciones, automóviles, maquinaria, servicios bancarios y la infraestructura.
En la actual crisis, China rápidamente anunció planes para aprovechar las “mejoradas oportunidades para la invertir” en Brasil.
Rousseff visitó Moscú el año pasado para firmar acuerdos importantes de cooperación entre Rusia y Brasil. Rusia buscó la experiencia de Brasil en perforar pozos petroleros en mar profundo. Brasil quería la ayuda de Rusia en la exploración espacial.
Los EE.UU. y Brasil aún tienen estrechos lazos económicos. En 2013, sin embargo, éstos se volvieron tirantes por reportes que la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU había espiado a Rousseff y la petrolera estatal brasileña.
El gobierno del Rousseff entonces terminó un contrato de $2 mil millones con Microsoft. Otorgó el contrato de un satélite por $400 millones a una empresa francesa, no a una estadounidense. Le compró $4.5 mil millones en aviones de combate a Saab de Suecia en vez de a Boeing.
Algunos funcionarios brasileños pro-EEUU contraatacaron. Argumentaron para alinearse con los bloques liderados por EE.UU. como El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión. La legislatura de EEUU recientemente le dio a Brasil más poder de voto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como un incentivo para que hagan esto.
Muchos piensan que los EE.UU. orquestó el ataque a Rousseff como parte de esta lucha. Aloysio Nunes preside el Comité de Relaciones Exteriores de Brasil. Es un líder en el movimiento de destitución. Nunes se reunió recientemente con el encargado del Comité de Relaciones Exteriores del Senado EEUU.
Nunes también se reunió con Thomas Shannon, funcionario de alto rango del Departamento de Estado. Shannon es un ex embajador de EEUU a Brasil. Estuvo involucrado en el golpe de estado del 2009 en Honduras y el golpe de estado en Paraguay de 2012. Y Nunes asistió a un almuerzo patrocinado por una empresa dirigida por la ex secretaria de Estado Madeleine Albright.
No es fácil predecir cuales patrones ganarán esta batalla en Brasil. De cualquier manera, la crisis se profundizará, la rivalidad interimperialista se agudizará y las masas pagarán el precio. Por ahora parece que las masas no están ganadas políticamente a apoyar una u otra facción patronal.
Hagamos buen uso de esta oportunidad para movilizar a las masas para el comunismo.