¡Luchemos por el Comunismo!
	Partido Comunista Obrero Internacional
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La guerra en Siria ha creado la peor crisis de refugiados en la historia reciente. Millones de personas han tenido que huir para salvar sus vidas. Dos mil refugiados han muerto en el Mediterráneo este año, muchos de ellos sirios - más de setecientos en solo la semana pasada.           
Están huyendo de una guerra civil, que, después de cuatro años y medio, ha matado a cientos de miles de personas y destruido las vidas de millones de personas más. La mayoría son familias obreras sirias. La guerra no parece tener un fin cercano. La guerra comenzó como una protesta contra el régimen del presidente Bashar al-Assad por la detención y tortura de algunos adolescentes que escribieron eslóganes revolucionarios en una pared de su escuela. En cuestión de meses se intensificó y convirtió en plena guerra civil, dándole salida a la ira del pueblo sirio que se había ido acumulando por décadas de opresión de parte del régimen.
Los imperialistas estadounidenses alentaron esta rebelión porque querían derrocar a Assad quien es pro-ruso, no porque se preocuparan por el pueblo sirio.
Situaciones similares ocurrieron en Libia, Egipto y otras partes del mundo. Los trabajadores se están dando cuenta que, para acabar no sólo las dictaduras sino con todo el sistema capitalista, tienen que hacer una revolución. Es necesario que esta revolución tenga la ideología correcta. Eso significa comprender las ideas comunistas. Tenemos que movilizar a las masas, capaces de destruir el capitalismo y todos sus s males, para crear una sociedad comunista. El comunismo, con la abolición del dinero y el sistema de ganancias, destruirá el incentivo para la guerra imperialista.
Aunque la mayoría de las víctimas de la guerra han sido a manos de las fuerzas armadas de Assad y otras milicias pro-gubernamentales, países como EE.UU. y Rusia también han matado a miles más con sus campañas asesinas de bombardeos. Muchos otros han muerto a manos de diversos grupos armados, como ser el Estado Islámico.
Con diversas facciones peleándose por territorio, etnicidad e ideología, Siria se ha convertido en un desastre letal que solo el comunismo puede resolver. Ahora mismo, imperialistas como EE.UU. y Rusia aprovechan esta oportunidad para influir y manipular estas clases de guerras para sus propios intereses.
Es claro que esta guerra para liberar a Siria de la dictadura de Assad se ha convertido en una guerra por terceros entre EE.UU. y Rusia. Esto es parte de la agudizante rivalidad inter imperialista entre EE.UU. y Rusia que conducirá inevitablemente a la Tercera Guerra Mundial. Con Rusia cada vez más potente militarmente y sus ambiciones de ser la próxima gobernante potencia mundial, tiene que apoyar dictadores como Bashar al-Assad. Rusia provee armas y apoyo militar al régimen para proteger sus intereses.
Por ejemplo, mantiene una base naval en Tartus, una ciudad en la costa mediterránea de Siria, importante estratégicamente para expandir su control en la zona. La alianza de Rusia con Assad hace posible el mantenimiento de la base, y aumenta la capacidad de Rusia para amenazar los esfuerzos de Estados Unidos para controlar la región.
 Los países imperialistas, que tienen intereses económicos, geográficos y militares en Siria, son tan culpables como el régimen de Assad e ISIS por todas las víctimas de la guerra.
En estas guerras, los soldados juegan un papel muy importante en determinar el resultado de la guerra. Los soldados son los principales instrumentos que los capitalistas e imperialistas de todos los países utilizan para obtener sus objetivos. El error principal de los patrones es subestimar la capacidad de los soldados para pensar y darse cuenta de que están luchando contra sus hermanos y hermanas de clases. Soldados armados con las ideas comunistas pueden unirse a ellos y voltear sus armas para ponerle fin a todas las guerras imperialistas.
Las guerras entre imperialistas por el control del mundo y las ganancias son inevitables al agudizarse las crisis capitalistas. Pero la clase obrera, juntamente con los soldados, tenemos el poder de cambiar esto. Debemos comprender que la codicia patronal por el poder es infinita y cualquier potencia imperialista que controle el mundo la clase obrera siempre perderá. No necesitamos un sistema donde una clase reprime, mata y explota a otra clase por ganancias. Necesitamos una sociedad sin clases donde todo este basado en satisfacer las necesidades de la clase obrera y no en producir ganancias. Necesitamos luchar por una sociedad comunista y nada menos.