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En 1949 el Partido Comunista Chino (PCCh) dirigió a las masas victoriosamente contra el imperialismo japonés y los gobernantes capitalistas de China. Luchó por la reforma agraria, la agricultura colectivizada y la industrialización. Su programa fue primero la “Nueva Democracia” (alianza con algunos capitalistas) y después el socialismo al estilo soviético, no el comunismo.
Para el año 1960 la Unión Soviética estaba restaurando abiertamente el capitalismo. Algunos líderes del PCCh apoyaron esto. En contraste, muchos comunistas de base fueron influenciados por el “sistema de suministro” del Ejército Rojo en tiempos de guerra y el movimiento de la Comuna Popular en la década de 1950. Estaban impacientes para lograr el comunismo.
La lucha se agudizó y se convirtió en la Revolución Cultural. Esta fue la primera movilización masiva en contra de una nueva clase dominante capitalista oculta detrás de la bandera socialista.
Los comunistas revolucionarios finalmente fueron derrotados. No tenían un partido propio que movilizara directamente para el comunismo. Vea Movilizar a las Masas para el Comunismo
(icwpredflag.org/MMC/MMCSfin.pdf) y los artículos de esta serie.
NOTA: Debido a un error de edición, el artículo sobre la Revolución Cultural China, en el último Bandera Roja, erróneamente puso sus fechas como1966-1976. Esta es la opinión del gobierno chino y de la mayoría de los escritores occidentales. Pero desde el punto de vista de las masas –especialmente del de los “ultraizquierdistas” - la verdadera revolución ya había sido suprimida para 1968. Este artículo - y otros que seguirán - extraerán las lecciones de esta verdadera revolución.
La Revolución Cultural comenzó el 25 de mayo 1966 con la pancarta con grandes letras de Nie Yuanzi diciendo “¡Enciende la Revolución Cultural!” Ella acusó a los líderes de la Universidad de Beijing de tratar de suprimir “el fuerte deseo revolucionario de la gran mayoría de profesores y estudiantes” que querían “barrer con todos los fantasmas y monstruos y todos los revisionistas contrarrevolucionarios Khrushchevistas - y llevar la revolución socialista hasta su final”.
Nie estaba poniendo en práctica la línea del nuevo Grupo Cultural Revolucionario Central de Mao. Este cuerpo estaba encargado de quitar la ideología derechista de los sistemas educativos y culturales. El equipo de trabajo del grupo había visitado a su campus. Mao elogió la pancarta de Nie y consiguió que el periódico nacional del partido lo imprimiera en primera página. Esto despertó a las masas.
Divisiones en Liderazgo del PCCh
Las contradicciones dentro del liderato del Partido Comunista Chino se habían estado agudizando. Todos los líderes del PCCh sostenían que el objetivo principal era aumentar la producción. Pero la facción de Liu Shaoqi quería más “responsabilidad individual” (incentivos capitalistas). La facción de Mao quería el “camino socialista.”
Ninguno reconoció que los principios socialistas (“a cada cual según su trabajo”) definían esencialmente relaciones sociales capitalistas. Ninguno luchó por relaciones sociales comunistas (“a cada cual según sus necesidades”).
Ambas facciones se opusieron a la “línea reaccionaria burguesa” de la Unión Soviética. El objetivo de ambas era erradicar a los “fantasmas y monstruos” del antiguo régimen. En realidad, la mayoría de la vieja burguesía ya había huido a Taiwán, o el gobierno ya les había comprado sus propiedades. Aquellos que trabajaban en la industria y el comercio eran supervisados estrechamente por el PCCh. No eran problema alguno.
Ningún líder del partido, incluyendo a Mao, vio que el socialismo estaba transformando al PCCh en una burguesía “roja”. Pero para 1966, la burocracia liderada por el Partido había derrotado los intentos de Mao de limpiar al Partido de “tendencias derechistas.” Mao afirmó que la transformación masiva de la cultura y la educación por sí solas podrían garantizar la victoria del socialismo. Él decidió movilizar a las masas para criticar a sus oponentes. Pero no las movilizó para el comunismo.
Las masas superaron a Mao, llevando la lucha desde las escuelas a los trabajadores. Los estudiantes se organizaron como Guardias Rojos. Sus primeras unidades incluían principalmente descendientes de los burócratas del partido, el ejército y el gobierno.
El grupo de Liu trató de pararlos. Su “Decisión de ocho puntos” del 6 de junio declaró que los miembros del partido no debieran criticar públicamente a otros camaradas. Las pancartas en las paredes, las reuniones y manifestaciones debieran permanecer en los campus y no ir a las calles. Pensaron que sus “equipos de trabajo” podrían subvertir el movimiento. Esto había tenido éxito en controlar previos movimientos “anti-derechistas”. Liu sacrificó a algunos altos funcionarios universitarios tratando de calmar a los estudiantes.
Los estudiantes pronto trataron de expulsar los equipos de trabajo de Liu de 39 campus de Beijing. Estos estudiantes fueron atacados como “disruptores, derechistas y contrarrevolucionarios.” Los equipos de trabajo les sacaron sus trapos sucios de los extensos archivos del partido y los persiguieron. Algunos estudiantes se desmoronaron bajo la presión.
A finales de julio Mao disolvió los equipos de trabajo de Liu. El 5 de agosto él firmó una pancarta con grandes letras diciendo “Bombardear el Cuartel General.” Una conferencia del Comité Central del PCCh aprobó la “Decisión de 16 puntos.” Esta aclaró que la Revolución Cultural debiera criticar “los que ostentan el poder en el partido y siguen el camino capitalista”. “No estaba dirigida a los “derechistas” dentro de las masas, no importa quien los llamara “derechistas”.
Los Guardias Rojos: Uno Se Divide en Dos
Más jóvenes se hicieron Guardias Rojos. Se formaron unidades de nuevos “Guardias Rojos revolucionarios” (o “rebeldes”). Muchos de los nuevos activistas eran aprendices industriales u obreros a tiempo parcial o “contratados” de segunda clase. Algunos habían sido obreros industriales durante el Gran Salto (1958-1960) que fueron despedidos y obligados a regresar al campo. Otros eran comerciantes pequeños o vendedores ambulantes. El PCCh veía a éstos estratos como “sospechosos”.
Los “rebeldes” expandieron el ataque a los comités locales y superiores del partido. Las autoridades del partido movilizaron a las unidades originales de Guardias Rojos para atacar a los Guardias Rojos “rebeldes” como “Derechistas”.
Como nadie era movilizado para el comunismo, la lucha a menudo parecía confusa. Todos gritaron su apoyo a Mao. Todos denunciaron a cabecillas de los “seguidores del camino capitalista” como Liu Shaoqi y Deng Xiaoping
Mao canceló las clases de otoño. El partido les permitió a millones de estudiantes viajar gratis por toda China, para difundir la Revolución Cultural. Mao dio la bienvenida a millones de ellos en la plaza Tien An Min, sin hacer distinción entre contingentes competitivos de Guardias Rojos.
Los grupos “rebeldes” trataron de contactar a los obreros fabriles. Funcionarios locales del partido y de los sindicatos formaron las primeras unidades de Guardias Rojos en los lugares de trabajos para protegerse de los “rebeldes”. Para noviembre, sin embargo, los “rebeldes” habían penetrado las fábricas y organizado muchas nuevas unidades de “Guardias Rojos Revolucionarios”.
Los “rebeldes” agudizaron la contradicción entre las masas y el partido. Exigieron la destrucción de los archivos utilizados para condenar a personas por sus antecedentes. En Noviembre Mao los apoyó en este y otros puntos. La mayoría de los Guardias Rojos pensaron que él no podía equivocarse. Pagarían caramente esta ilusión.
Las organizaciones del partido y gobierno estaban perdiendo influencia. Los Guardias Rojos revolucionarios se estaban fortaleciendo. Las masas se estaban moviendo más allá de lo que Mao había planeado.
El próximo artículo de esta serie describirá la “Tormenta de Enero” de 1967