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La Historia de la Revolución Cultural en China (Parte 5):

Ultra Izquierdistas Desenmascaran la “Clase Capitalista Roja”

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El último artículo describió el “Incidente de Wuhan” (en el verano de 1967). Mostró la importancia de movilizar hoy en día para el comunismo dentro de las fuerzas armadas.
El Incidente de Wuhan agudizó las contradicciones entre el Partido Comunista Chino (PCCh) y los estudiantes y obreros que estaban hartos de luchas sangrientas que sólo derrocaron a unos pocos líderes.
En noviembre de 1966, dos estudiantes de la preparatoria (“Yilin-Dixi”) habían escrito que “la dictadura del proletariado necesita ser mejorada, que el sistema socialista necesita ser reformado, y que las estructuras del Partido y el gobierno tienen que ser enmendadas.” Llamaron por la creación de una maquinaria estatal completamente nueva que reemplace la antigua”.
Yilin-Dixi pensaron que estaban endosando el llamado de Mao por una estructura gubernamental como la de la Comuna de Paris. Pero ellos fueron encarcelados rápidamente. En febrero de 1967, Mao renunció al modelo de la Comuna de París. Condenó su lema de “mejorar completamente la dictadura del proletariado”.
Un artículo de abril “Sobre Nuevas Tendencias de Pensar” argumentó que el poder y la propiedad aún se concentraban en manos de unos pocos. La contradicción principal en la sociedad china, dijo, era entre una “clase privilegiada” de poderosos tomando el camino capitalista y las masas obreras. La Revolución Cultural debe redistribuir la propiedad y el poder.
Para muchos revolucionarios, el Incidente de Wuhan mostró la necesidad de tomar el poder militar. Durante mediados del verano de 1967, las organizaciones de masas asaltaron  depósitos del ejército y cuarteles. Incluso atacaron a los trenes que transportaban material bélico para los revisionistas en Vietnam. Los líderes del PCCh trataron de detener esto prometiendo armar a las “organizaciones izquierdistas”, aunque no tan fuertemente como a sus adversarios. La lucha armada se intensificó por toda China casi al nivel de guerra civil.
Entonces, Mao exigió el fin de todos los ataques contra el ejército. Todas las armas debieran ser devueltas. Los grupos rebeldes debieran competir por parte del poder en los “comités revolucionarios”. Muchos, indignados con el faccionalismo, se retiraron de la política.
Para el otoño de 1967, muchos trabajadores y estudiantes se volvieron más críticos del PCCh. Los grupos “ultraizquierdistas” comenzaron a crecer. Su crítica del socialismo chino (“Nuevas Tendencias de Pensar” o NT) fue la más radical de las facciones dentro del liderato dividido del PCCh.
Los “ultraizquierdistas” de NT cuestionaron las raíces y las metas de la Revolución Cultural. Formaron grupos como el “Grupo Comunista” en Beijing, el “Grupo Revolución de Octubre” en Shandong, la “Sociedad Oriental” en Shanghái y la “Comuna 5 de Agosto” en Guangzhou. Los más significativos fueron Sheng-wu-lian en Changsha (capital de la provincia de Hunan) y Bei-Jue-yang (o Juepai) en Wuhan.

¿Hacia dónde va China? (Enero de 1968)
El documento “ultraizquierdista” más influyente era “¿Hacia dónde va China?”, por Yang Xiguang, un joven de 19 años. El pertenecía al grupo Sheng-wu-lian, el cual estuvo activo desde octubre 1967 hasta enero 1968.
Yang sintetizó las ideas de muchos grupos de NT. Llegó a la conclusión de que “más del 90 por ciento de nuestros funcionarios de alto rango se han conformado en una clase única—la clase capitalista roja”.
La relación del PCCh con las masas, dijo Yang, “ha cambiado de líderes y seguidores a gobernantes y gobernados, a explotadores y explotados, de camaradería revolucionaria igual a opresores y oprimidos. Los intereses de clase, prerrogativas, y de altos ingresos de la clase capitalista roja están construidos sobre la represión y la explotación de las masas de la población”.
Para crear la Comuna Popular de China, Yang dijo, las masas tenían que derribar a la fuerza la “dictadura de la burguesía y el sistema revisionista del comité revolucionario”. El estado existente debe ser completamente destruido.
Él sabía que “la ruta del reformismo burgués del comité revolucionario era un callejón sin salida”. “Llevaría a China en el camino de la Unión Soviética revisionista”. Si la Revolución Cultural se detenía aquí, “la gente volvería de nuevo a la dominación fascista y sangrienta del
capitalismo”.
Yang llamó por la formación de grupos maoístas que podrían convertirse en un nuevo partido revolucionario. Pero, como maoísta dedicado, se aferró a teorías erróneas como ser la “revolución por etapas”.
Yang rechazó el comunismo como la meta inmediata debido a que “las masas aún no han comprendido plenamente que su interés radica en la realización de “comunas” en China.” Se opuso firmemente a la “doctrina izquierdista de una sola revolución.” Esta era la idea de que el comité revolucionario debiera ser derrocado inmediatamente y sustituido por la comuna.
Mao y otros líderes del PCC habían estado observando a Yang. En noviembre de 1967 iniciaron una campaña contra el “ultra izquierdismo” en Hunan. Ellos respondieron a “¿Hacia dónde va China?” con un ataque total. El PCCh tildó al grupo Sheng-wu-lian de “contrarrevolucionario” y “extremadamente reaccionario”. Yang y sus camaradas fueron sentenciados a largas condenas de cárcel.
Sin embargo, el PCCh también distribuyó el ensayo ampliamente para exponer sus “errores”. Cientos de miles lo leyeron y lo debatieron en China. Influyó a muchos comunistas de otros países. Algunos con el tiempo ayudaron a fundar nuestro Partido Comunista Obrero Internacional.
El siguiente artículo describirá cómo la “ultra-izquierda” continuó creciendo. Sacaremos lecciones valiosas de sus fortalezas grandes y debilidades fatales.