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El artículo anterior describió el “Comunismo de Guerra” del Primer Cuartel General de los campesinos rebeldes y el intento de los estudiantes en el grupo de Wuhan Juipai de formar un nuevo partido para luchar por la Comuna Popular China. A mediados de 1968, los líderes del Partido Comunista utilizaron el Ejército Popular de Liberación para aplastar los esfuerzos de avanzar rápidamente hacia el comunismo.
El recrudecimiento de la lucha de clases en Wuhan inspiró a los “ultraizquierdistas” a reagruparse en la primavera de 1969. Pero, ellos estaban políticamente en retirada.
Siguiendo el Marxismo clásico, ellos tenían la esperanza de que los nuevos gobernantes comités revolucionarios pudieran ser “formas transitorias” camino a una estructura tipo Comuna de París. Todavía creían en una transición pacífica del socialismo al comunismo a pesar de que la represión había roto cualquier ilusión de que esto podría suceder rápidamente.
Por lo tanto, se convirtieron reformistas. Tenían la esperanza de limitar el poder de los comités revolucionarios, en vez de tener una estrategia a largo plazo para derrocarlos.
Los ultraizquierdistas exigieron que al congreso de obreros (que no tenía poder real) se le permitiera supervisar el comité revolucionario: “el congreso de obreros debe ejercer liderazgo”. Este llamamiento apelaba a una amplia gama de grupos rebeldes, que estaban representados en el congreso de obreros. Pero terminó el potencial de la ultraizquierda como una fuerza revolucionaria comunista.
Los Ultraizquierdistas enmarcaron sus argumentos usando citas de Mao. Pero, su propuesta contradecía de plano el principio de Mao de liderazgo unificado de arriba hacia.
A finales de septiembre, el liderato maoísta arrestó a una docena de líderes de Juepai (ahora llamados Bei-Jue-yang). Se les acusó de ser “una mezcolanza manipulada por un puñado de renegados, espías y contrarrevolucionarios”. El movimiento “ultraizquierdista” de la Nueva Teoría había terminado, y con ella la verdadera Revolución Cultural Proletaria. La agenda de la Revolución Cultural de Mao también fracasó. Terminó con el ascenso de Deng Xiaoping, el más abiertamente o seguidor del camino capitalista de todos ellos. Pero sus momentos más brillantes - como los de la Comuna de París de 1871 y la Revolución Bolchevique de 1917 - ayudan a iluminar el camino de nuestro futuro comunista.
Lecciones de la Gran Revolución Cultural Proletaria
Millones libraron sangrientas batallas, con la esperanza de deshacerse de los burócratas capitalistas que los oprimían. El “camino capitalista”, sin embargo, es inherente en el socialismo. El socialismo es una forma de capitalismo. No puede evolucionar pacíficamente hacia el comunismo. Sólo una lucha revolucionaria masiva para el comunismo finalmente puede derrotar el capitalismo y acabar con la sociedad de clases.
Ni el movimiento ultra-izquierdista Nuevo Pensamiento/ni sus seguidores entendieron esto. Ese fue su error fatal. Pero tenemos mucho más que aprender de ellos:
Las masas hacen la historia. Sin embargo, un pequeño grupo puede hacer una gran contribución al movimiento comunista mundial. Juipai podría haber tenido unas cuantas docenas de miembros. Shengwulien era aún más pequeño. Sin embargo, su denuncia de la “burguesía roja” de Mao, avanzó en todo el mundo el entendimiento del revisionismo.
La lealtad y la unidad del partido son importantes, pero la lucha sobre la línea política es aún más importante. Juipai hizo un esfuerzo heroico para separar a los activistas radicales de los líderes del Partido Comunista Chino que habían traicionado sus ideales. Los líderes del partido sabían que las masas podían ser ganadas a la línea de la ultra-izquierda - y temían eso. Por eso, para prevenirlo comenzaron el culto a Mao.
La ultra-izquierda se centró en “romper la vieja maquinaria estatal” sin hablar mucho acerca de cómo organizar la sociedad comunista. Su modelo era la Comuna de París, pero no escribieron acerca de cómo funcionaba, mucho menos de sus limitaciones. Hoy entendemos que para movilizar a las masas para el comunismo necesitamos discusiones masivas sobre como planeamos organizar la sociedad comunista.
Desde la Derrota de la Ultra-izquierda hasta la Victoria del Capitalismo Abierto (1969-1978)
Los “ultraizquierdistas” eran los comunistas revolucionarios más avanzados de su tiempo. Prácticamente toda el liderazgo del Partido Comunista de China - incluyendo el grupo de Mao - se había vuelto contrarrevolucionario y pro-capitalista, todo en nombre del socialismo. Ellos fueron los responsables de la mayor parte de los abusos cometidos en nombre de la “revolución cultural”.
Después de suprimir la izquierda verdadera, los líderes del partido atacaron cínicamente como “ultraizquierdista” a cualquiera que no estuviera de acuerdo con su línea. Eso incluyó a Lin Biao, la Banda de los Cuatro, y (después de 1978), la línea política de Mao desde 1956 hasta su muerte en 1976. No hay que confundir estas peleas faccionalistas con la lucha de clases que esta serie ha descrito.
Los comunistas conscientes de base continuaron luchando para transformar la educación, el cuidado medico y otros aspectos de la sociedad socialista. Nos inspira lo mejor de estos esfuerzos, pero tenemos que reconocerlos como reformistas.
Movilizando a las masas para luchar por el comunismo y construir la sociedad comunista, nos permitirá realizar las aspiraciones de millones de comunistas que nos antecedieron – e ir más allá. ¡Tenemos un mundo que ganar!