¡Luchemos por el Comunismo!
	Partido Comunista Obrero Internacional
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SEATTLE, EE.UU. Nov. 12 — “Parece que la compañía reducirá los despidos técnicos involuntarios despidiendo a miles”, interrumpió un tornero mientras el gerente explicaba, en la reunión de la cuadrilla, la nueva política de asistencia.
“Sí”, admitió el gerente, “Esto sucede cada vez que hay despidos técnicos”. ¡Eso es el capitalismo!
Este ataque comenzó hace un mes cuando el jefe de Relaciones Humanas (RH) envió un correo electrónico a toda la compañía diciéndonos que dejáramos de tomarnos  los lunes y viernes como días personales. Se quejó que estábamos haciendo daño a nuestro equipo.
Cuando ese correo arrogante no funcionó, salió a relucir el látigo. Los gerentes que dejaron que obreros salieran temprano el viernes (incluso teniendo cobertura según el contrato) recibieron correos electrónicos desagradables de RH. Los jefes grandes están exigiendo que obtengamos permiso por adelantado.
A continuación, establecieron un número telefónico central para decenas de miles de obreros que registra la hora que uno se reporta enfermo. “Necesitamos nuestro equipo  - todo nuestro equipo – trabajando juntos [para mantener la productividad] en este mercado extremadamente competitivo”, dijo la compañía.
Como uno puede imaginarse esto no fue bien recibido. Todo mundo sabía que la compañía trataría pescar a algunas personas incumpliendo esto para asustar al resto de nosotros.
En el comunismo, tendremos un montón de obreros extras en caso que alguien se enferme o tenga una emergencia familiar - o incluso si sólo necesita un descanso. Para empezar, todos los que ahora están en administración, finanzas, relaciones públicas, RH estarán disponibles para hacer trabajo verdaderamente útil.
¿Cómo lidiaríamos  con la asistencia? De la misma manera que llevamos a la gente a reuniones y manifestaciones, convenciéndolas políticamente. ¡Lo opuesto al castigo laboral patronal!
Pronto los debates fueron en torno a la pregunta: “¿Realmente necesitamos productividad  (la excusa de los patrones para el castigo laboral)?” Los patrones dicen que todo depende de la productividad. El diario Wall Street Journal dice que la productividad está estancada por lo tanto la economía estadounidense no rugirá mas.
Cada empresa se esfuerza por exprimirle más producción a cada obrero. La productividad es la palabra clave para un mayor grado de explotación, produciendo más con menos obreros. Muy pronto producen más de lo que pueden vender lucrativamente. Surge una crisis de sobreproducción y somos despedidos.
“La única manera como el capitalismo puede crecer”, concluyó un tornero, “es que el sistema se desplome primero”. ¿Quién necesita eso?
El Seattle Times predice que la sobreproducción en el sector aeroespacial podría alcanzar niveles comparables al colapso de las compañías punto-com o la crisis hipotecaria de 2008. Todos esperan que comiencen más despidos masivos. Todo indica que esta crisis será más amplia y durará más tiempo cuando China comience a producir aviones en cantidades significativas durante la próxima década.
He aquí lo absurdo del capitalismo: se producen demasiados aviones, por lo tanto recortan la producción y despiden a miles. ¡Pero entonces les dicen a los obreros que quedan que tienen que ser más productivos! Por un lado miles están ociosos, y por el otro, miles están trabajando como locos. ¡Más productividad pero menos producción!
Los patrones quieren productividad; nosotros queremos el comunismo. El comunismo separará la productividad de los aumentos necesarios en la producción y la calidad de vida. A menos que haya una emergencia, aumentaremos la producción mediante la incorporación de más obreros sin exigirles que trabajen más rápido, menos seguros o que reduzcan la calidad.
Los comunistas no le tememos al trabajo duro. La ideología capitalista equipara la calidad de vida con la libertad de no trabajar. El comunismo fomenta el trabajo útil: dedicado a las masas. La explotación, las ganancias y la esclavitud asalariada serán abolidas.
Principalmente dependeremos de los aumentos enormes en la cantidad de personas que pueden realizar trabajo útil. Se calcula que el 50% de los empleados actualmente administran el capitalismo. Es más, incluso aquellos con trabajos útiles pasan enormes cantidades de tiempo manejando dinero, haciendo papeleo, viajando de ida y vuelta al trabajo, manteniendo sus carros, etc. Todo este tiempo laboral perdido será liberado para ayudarnos a colectivamente cubrir las necesidades de nuestra clase. El capitalismo y su loca obsesión con la productividad no existirán más.