¡Luchemos por el Comunismo! |
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Partido Comunista Obrero Internacional | |
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Parte de la respuesta de EE.UU. al auge de China:
El asalto financiero a Grecia, socavando la compra china del puerto de Pireas. La guerra civil en Ucrania para sabotear el “Puente de Tierra Ucraniano”. La guerra en Siria (donde Alepo es el cruce de dos oleoductos en competencia, uno respaldado por EE.UU. y el otro por China). Los disturbios en Cachemira, amenazando el corredor paquistaní de UCUF. La guerra en Yemen y los disturbios en Etiopía - todos los actores clave en la ruta marítima china a Europa.
¡Entre 2011 y 2013 China vertió más concreto que EE.UU. vertiera en todo el siglo XX!
¡En el comunismo esto sería una enorme contribución a la salud mundial! ¡Reemplazando los pisos tierra por pisos de cemento en los hogares más pobres del mundo reduciría en un 80% las enfermedades parasitarias! ¡Para los obreros en Haití y en todo el mundo, significaría hogares seguros!
Si tu crees que eso es lo que debemos hacer, entonces piensas como un comunista. Debes unirte a nosotros para ayudar a movilizar a las masas para el comunismo y construir un mundo donde produzcamos para satisfacer las necesidades humanas – contrario al capitalismo que usa cemento para construir silos para misiles nucleares.
Todo en China, EE.UU. o en cualquier país es producido para obtener ganancias. Nada es sólo para satisfacer las necesidades humanas El empuje de China capitalista para dominar el mundo es una amenaza tan grande para la paz mundial como lo es el esfuerzo de EE.UU. por contenerla. Por lo tanto, día a día, la opción es más clara: apoyar sus guerras genocidas u organizar la revolución comunista que necesitamos.
Claro, no es sólo cemento lo que hace de China un rival mortal para EE.UU. Su capacidad de fabricar acero es mayor que la de EE.UU., Japón y Alemania combinadas. Lo mismo sucede en decenas de otras industrias.
EE.UU. sin embargo, sigue dominando en dos áreas claves: finanzas y poderío militar. Mediante el control del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y tener su dólar como la moneda de reserva mundial, EE.UU. todavía controla y suministra capital en todo el mundo. Su control está garantizado por su poderío militar, en el cual gasta casi lo mismo que el resto del mundo. Para salvar la riqueza y el poder de su élite bancaria e industrial, ha derrochado entre $4-6 billones solo en las guerras de Irak y Afganistán.
Cuatro desafíos, sin embargo, trastornan este enfrentamiento.
• Las enormes desigualdades en la riqueza y los ingresos - brechas que no vistas a esta escala durante 150 años. Capas y capas de ira obrera están enterradas en estas estadísticas.
• El crecimiento de la clase obrera en sí, ahora cerca de 2 mil millones personas. Nunca en la historia ha sido un factor tan dominante.
• La crisis de sobreproducción y la caída de la tasa de ganancias. Cuando la producción capitalista no logra sacar ganancias, la necesidad de guerras para eliminar a los rivales se vuelve más urgente.
• A medida que la rivalidad interimperialista se agudiza, lo hace también la guerra de clases. Conforme la producción y distribución capitalistas ni siquiera sostienen a las masas, la producción únicamente para las masas -el comunismo- se hace más urgente.
Estamos entrando en un período de levantamientos revolucionarios. La contradicción entre las fuerzas de producción y las relaciones de producción está llegando a su punto culminante. Las relaciones capitalistas nos detienen donde las relaciones comunistas, producción para satisfacer necesidades, nos harían avanzar. A pesar de los avances de la ciencia, las maquinarias y las habilidades, las fuerzas de producción, están siendo estranguladas por las relaciones de producción, que sólo emplean a los 2 mil millones de asalariados si el 1% (los capitalistas) puede exprimirles ganancias.
Y obtener ganancias es cada vez más difícil. Su economía se enfrenta a otra crisis después de la crisis de 2008, que fue la peor desde la 2ª Guerra Mundial. Fue un golpe a la influencia del imperialismo estadounidense, debilitándolo pero no desalojándolo en relación a su principal rival, el imperialismo chino.
Las tendencias de la nueva crisis son innegables: disminución del comercio mundial, menor crecimiento económico, aumento de la deuda y la caída de las inversiones en la industria manufacturera causadas por la caída en la tasa de ganancias y la sobrecapacidad generalizada. La economía global manejada por el “poderoso dólar estadounidense” se enfrenta una vez más a la crisis.
En 2012, tratando de recuperar su terreno perdido, EE.UU. lanzó su “Viraje Hacia Asia”, una iniciativa militar contra China. Seria seguido por TPP, un acuerdo comercial muerto antes de nacer, que excluía a China. En 2013, los chinos respondieron con su iniciativa “Un Camino, Una Faja “(UCUF), un proyecto de infraestructura masiva sobre tierra y mar. Su objetivo es ligar a Eurasia y África construyendo puertos, ferrocarriles, carreteras, aeropuertos, y otros enlaces con más de 60 países.
La batalla por la dominación del mundo es evidente. Es “UCUF” o el “Viraje Hacia Asia”. China ya ha negociado unos 9,000 acuerdos (y las empresas de EE.UU. no mezclarán ni verterán nada cemento en ellos). Estados Unidos ya ha respondido. Las guerras civiles rugen o están por estallar en áreas clave a lo largo de “UCUF”. Estas guerras son preludios a la 3ª Guerra Mundial.
El capitalismo sólo puede ofrecernos guerra, destrucción y hambre. Millones de nuestros jóvenes ya luchan en guerras interimperialistas en Europa, Asia y África. A medida que la crisis actual se profundice, millones más serán reclutados. Esos son nuestros hijos e hijas, la juventud de la clase obrera internacional. Los imperialistas pueden darles armas, pero nosotros podemos darles la visión por la cual usarlas.
No peleemos en las guerras imperialistas - ¡Luchemos por el comunismo, ahora y siempre!