¡Luchemos por el Comunismo!
	Partido Comunista Obrero Internacional
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LOS ANGELES, CA—“Están vendiendo American Apparel (AA) al mejor postor, con todo y trabajadores/as”, dijo una costurera de esa fábrica.
En noviembre AA se declaró nuevamente en quiebra y se puso a la venta a los inversionistas. Ellos enviaron notas oficiales de posibles despidos a 3,500 trabajadores en sus 3 fábricas del Sur de California.
Los patrones reunieron y anunciaron a los cientos de trabajadores y trabajadoras que no sabían si el nuevo comprador traería sus propios trabajadores (esclavos asalariados) o seguiría usando a los que ya están, pero con nuevas restricciones, o sea salarios aún más bajos.
Debido a la competencia feroz en la industria de la costura y la crisis general del capitalismo, American Apparel desde hace años viene en problemas económicos.  Una forma de salir de ese problema es atacando constantemente a los trabajadores con despidos, aceleramiento, y la amenaza de mandar la producción a México.
Muchos trabajadores culpan a los nuevos patrones de no saber dirigir AA y piden que regrese Dov Charney, el fundador de la fábrica en 1989. Este se hizo famoso por decir que era una fábrica rebelde y no un taller de hambre, que pagaba un poco más del salario mínimo y algunos beneficios.
La marca AA, con sus anuncios de jovencitas en forma sexual y sus negocios de ropa cara fueron apoyados en esa época por el gobierno de la ciudad y muchas organizaciones liberales a nivel internacional.
Pero, debido a sus muchas demandas por acoso sexual y aún más importante la baja de ventas y por tanto las ganancias de los inversionistas, Dov fue destituido hace unos años como el gerente general de la fábrica.
Pero ni Dov ni los nuevos patrones pueden satisfacer las necesidades de los trabajadores y trabajadoras. No debemos apoyar a ningún patrón. Los trabajadores y trabajadoras debemos apoyar la lucha por una sociedad comunista basada en producir colectivamente y repartir según las necesidades de las masas.
En el comunismo se producirá ropa de calidad y que dé servicio, no basada en publicidad de modas ni explotación. Se buscará la mejor manera de combinar la naturaleza en la humanidad tanto de telas como diseños.
Tampoco habrá el temor de ser despedido, ya que los trabajadores y trabajadoras organizaremos la nueva sociedad comunista. Si hay suficiente producción de ropa, los trabajadores harán otra cosa o descansarán, pero de seguro nadie será sacado de sus viviendas ni pasará hambre.
Más de 100 trabajadores toman regularmente Bandera Roja, y algunos han participado en reuniones y cenas del Primero de Mayo. Debemos dar un paso más efectivo y formar una colectiva dentro de la fábrica para organizar reuniones con política comunista, distribuir más Bandera Roja, y ayudar a organizar la revolución comunista.