¡Luchemos por el Comunismo! |
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Poco después de que un compañero de Seattle regresara de la conferencia exitosa del PCOI en Sudáfrica, tuvimos una reunión festiva en nuestra casa. Fue una buena manera de reunirnos con un grupo integrado de amigos, vecinos y compañeros de trabajo que han tenido interés en la lucha en África, y en el comunismo y lo que significa.
Para algunos de nuestros huéspedes este era el primer evento social que habían asistido donde el comunismo era prominentemente discutido. No sólo no se asustaron, sino que nos invitaron a continuar la conversación con más de sus amigos, familiares y compañeros de trabajo en sus hogares. Personas nuevas tomaron nuestro periódico, Bandera Roja. Otros llamaron al día siguiente para decir lo mucho que les había gustado la conversación y lo inspiradora que era la lucha.
Primero el camarada mostró unas fotos de los obreros y sus familias que participaron en la conferencia. Habló de la historia del movimiento en general, y específicamente sobre las experiencias de muchos de los nuevos miembros del PCOI.
Algunos son combatientes experimentados que estuvieron, en algún tiempo en el Congreso Nacional Africano y el Partido Comunista de Sudáfrica. Algunos son sus hijos que no pueden mantener a sus familias con empleos temporales y salarios miserables. Algunos son jóvenes estudiantes que están rabiosos porque no pueden pagar el aumento de la matrícula universitaria y la colegiatura. Las promesas del gobierno del post apartheid no se hacen realidad.
Nos damos cuenta de que ahora es un momento en la historia... cuando los trabajadores quieren saber cómo funcionará un mundo comunista. El capitalismo claramente no funciona para nosotros, no importa quién sea elegido. En el pasado, cometimos el gran error de no hablar cómo será el comunismo, causando que algunas buenas personas se alejaran del Partido.
¡De repente, la conversación en nuestra sala se puso emotiva! Un joven preguntó si era posible que los obreros fabricaran un avión que fuera tan bueno como lo que Boeing construye ahora. Más personas se unieron, preguntando cómo podría cambiar la forma de pensar y las actitudes de la gente.
“Algunas personas siente satisfacción con lo que pueden comprar, a otros con lo que mas ayuda a la mayoría de la gente. ¿Cómo podría el comunismo lidiar con estas perspectivas competitivas?” preguntó un estudiante de secundaria.
El capitalismo organiza la sociedad para producir ganancias. El sistema de ganancias requiere que los patrones superexploten a sectores de la clase obrera: aun más en esta época de crisis económica. El racismo, sexismo e imperialismo son todos subproductos del sistema salarial, la base material de nuestra sociedad.
Bajo el comunismo, queremos producir para el bien común. La base material cambiara. “Tu dices que podemos cambiar toda la moral de la sociedad”, concluyó nuestro estudiante de secundaria
“Sí, cambiando la base material mediante una revolución y después con una gran lucha prolongada contra las viejas formas capitalistas de pensar, la cultura y la organización”, respondió un camarada.
“Estas ideas comunistas no acaban de surgir de nuestras cabezas”, continuó. “Muchos antes que nosotros han vivido en una sociedad sin salarios.”
Hablamos sobre el Ejército Rojo de China. Más tarde hablamos de aspectos del comunismo de guerra inmediatamente después de la revolución rusa, y de los experimentos durante la revolución cultural en China. Estos intentos fueron finalmente saboteados por la estrategia del viejo movimiento comunista del socialismo, pero dejaron un tesoro de experiencia sobre el cual podemos construir.
Después de un breve descanso para tomar café, un profesor nos habló de una lucha en la Escuela Secundaria de Seattle.
Algunos estudiantes de la Unión de Estudiantes Negros querían iniciar una campaña contra la creciente violencia racista contra la juventud musulmana. Pero cuando pusieron cartelones, el director los mandó a quitar (una carta sobre esto en la próxima edición de Bandera Roja) Una vez más surge la pregunta, ¿cómo lidiaría el comunismo con ataques racistas?
Finalmente, alguien le preguntó cómo logramos organizar esta conferencia. Después de todo, no tenemos patrocinadores adinerados, como una organización sin fines lucrativos o una iglesia. Esto trajo a colación el papel del Partido y el potencial de las masas movilizándose para el comunismo--ahora y después de la revolución.
... Y la necesidad inmediata de que los trabajadores ayuden como puedan, incluyendo económicamente. En los próximos meses, vamos a necesitar ayuda para imprimir el periódico en Sudáfrica y recaudar dinero para enviar un contingente a la marcha del 1º de Mayo en Los Ángeles.
“No he resuelto todo esto”, admitió el joven que hizo todas las preguntas, refiriéndose a la discusión de la tarde. Estaba, sin embargo, dispuesto a lidiar con el problema. Se llevó un libro sobre las experiencias de camaradas jóvenes inmediatamente después de la revolución rusa.
“Está bien, leeré esto y le escribiré una carta a Bandera Roja sobre cómo creo que el comunismo podría tener éxito.” El comunismo realmente le dio sabor este año a la temporada navideña para todos nosotros.