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LOS ANGELES - “Las cosas no van bien en la fábrica”, dijo un obrero de costura de E & C Fashion, “la semana pasada trabajé sólo dos días. Muchos no han trabajado para nada”.
“¿Es cierto que el patrón podría cerrar la fábrica?”
“Sí, no hay suficiente trabajo.”
“Aunque les pagan tan poco, los pantalones de la marca Diesel que ustedes hacen son caros. Con el capitalismo en crisis, menos gente puede comprarlos”.
“Es cierto, pero no hay trabajo suficiente para todos, porque hay demasiadas personas en el mundo. Por eso escasean los trabajos, y hay tanta pobreza”.
Este costurero plantea una pregunta que muchos obreros tienen. Ellos se ven afectados por la propaganda patronal que hay “demasiada gente.” ¿Cuál es la verdadera causa de la crisis actual?
El capitalismo, no la sobrepoblación, crea el desempleo masivo racista, la pobreza y el hambre.
Muchas fábricas de costura en Los Ángeles han despedido obreros/as dispuestos y capaces de producir la vestimenta que los trabajadores/as necesitamos y que nos hace falta. Mientras tanto la industria de la costura se expande en lugares como Bangladesh, donde los obreros/as reciben un promedio de $37 dólares al mes, los salarios más bajos del mundo.
El problema es el capitalismo. Unos pocos capitalistas tienen un montón de todo. Controlan y venden, por ganancias, todas las cosas útiles que nuestra fuerza de trabajo. Nos obligan a ser sus esclavos asalariados para que podamos comprar parte de la comida, ropa y viviendas que nosotros mismos producimos.
Cada patrón compite para maximizar sus ganancias. Cada uno trata de reducir salarios y producir para acaparar todo el mercado. Los obreros/as producen más cosas de las que pueden comprar. Los costureros/as de la fábrica de E & C Fashion no pueden comprar los pantalones que producen.
Esto crea una crisis de sobreproducción. Es el resultado de la producción capitalista para sacar ganancias, no para satisfacer las necesidades obreras. Las fábricas que no pueden competir cierran, despidiendo primero a trabajadores negros y latinos, creando así un desempleo masivo racista.
A nivel internacional, la crisis mundial de sobreproducción lleva a los imperialistas inexorablemente hacia la guerra, destruyendo el “exceso de capacidad productiva” y la vida de decenas de millones (o más) de trabajadores.
No hay demasiada gente. Hay más gente de la que los patrones pueden emplear lucrativamente
Los capitalistas exitosos compran máquinas que obligan a un obrero/a producir lo que tres o cuatro obreros/as producían antes. Menos obreros/as producen más con menos salarios. La fuerza laboral productiva de masas de obreros yace inactiva, mientras miles de millones pasan hambre y desamparo.
Los patrones, temiendo el potencial de los obreros a organizar una revolución, propagan la mentira racista de que hay “demasiados trabajadores”. Buscando justificar sus guerras genocidas, quieren hacernos creer que el asesinato masivo eliminaría el “exceso” de población.

EL Comunismo: muchas manos harán menos pesado el trabajo
En China, antes de la revolución de 1949, muchas personas morían de hambre, incluso cuando las cosechas eran buenas. Sólo unos pocos años más tarde, los obreros y campesinos conjuntamente producían suficiente para todos. Empezaron a reorganizar la sociedad para que nadie pasara hambre mientras que otros comían hasta saciarse.
Las masas se movilizaron para erradicar enfermedades. Las tasas de mortalidad disminuyeron; la longevidad aumentó. Confiados en que ellos y sus hijos prosperarían, la gente comenzó a tener menos hijos.