¡Luchemos por el Comunismo!
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La disputa entre Irán y Arabia Saudí amenaza con inflamar y desestabilizar aún más al rico en petróleo Oriente Medio. La región todavía tiene más de la mitad de los depósitos de petróleo fácilmente recuperables de la tierra y produce diariamente unos 26 millones de barriles del crudo, o más de una cuarta parte del consumo diario del mundo.
El petróleo sigue siendo la sabia de la sociedad industrial capitalista-imperialista y su poderío militar no es nada sin ello. Sin embargo, se necesitaría una gran guerra entre Irán y Arabia Saudita para interrumpir el flujo de este petróleo. Ninguno de estos dos países está listo para ello. Sin embargo, su pleito podría perjudicar los planes de los capitalistas- imperialistas del mundo que luchan por dominar el mundo.
Los imperialistas chinos han enviado al Presidente Xi en una visita de cinco días a Arabia Saudita, Irán y Egipto. Él va como “pacificador” para calmar las tensiones entre Arabia Saudita e Irán.
El imperialismo de EE.UU. solía jugar este papel. El viaje de Xi muestra vívidamente un ascendente imperialismo chino a expensas de un imperio estadounidense en declive.
Los imperialistas chinos buscan la estabilidad. China es el principal importador de petróleo saudita e iraní, representando el 25% de las importaciones petroleras chinas. Por ahora, quieren garantizar su suministro de petróleo lo más barato posible para que sus productos manufacturados sean más competitivo, acaparando mas mercados y maximizando sus ganancias.
Contrario a EE.UU., ellos no están haciendo a Arabia Saudita la piedra angular de su estrategia de Oriente Medio. Ese puesto está reservado para Irán. Además de invertir fuertemente en la industria petrolera de Irán, China considera a Irán en planificar su Nueva Ruta de Seda consistente en construir ferrocarriles, oleoductos y otras infraestructuras desde China a Europa.
Esta red de trenes balas será una ruta más rápida y económica para la exportación de productos manufacturados chinos y la importación de recursos crucialmente necesarios.
A largo plazo, China se prepara para su eventual enfrentamiento con el imperialismo norteamericano. En una guerra, la Ruta de Seda le permitirá a China exportar sus productos manufacturados e importar por tierra el petróleo y los recursos estratégicos para mantener su maquinaria militar viva.
Así es como China evadirá el Estrecho de Malaca y las rutas marítimas del Océano Pacífico – todos dominados por la Marina de EE.UU. -  a través de los cuales ahora tienen que pasar el 98% de las exportaciones e importaciones de China, incluyendo el petróleo.
Irán como aliado de China en una guerra también podría invadir o apoyar una invasión de la provincia oriental de Arabia Saudita, donde 2 millones de chiíes viven y donde Arabia Saudita produce el 90% de su petróleo.
Sheikh Nimr al-Nimr, el clérigo chiíta ejecutado por los saudíes, era de esta provincia. Dos de sus crímenes contra los gobernantes saudíes eran su insistencia en agitar a la juventud chií de esta provincia para el separatismo, y juramentar ponerle fin al dominio de la Casa de Saud. El era apoyado por algunos clérigos iraníes.
Lo que hizo a esta situación aun más peligrosa fue el bajo precio del petróleo debido a su sobreproducción. Los gobernantes saudíes tienen menos fondos para sobornar a las masas, que estarán más dispuestas a levantarse contra ellos.
Crisis de Sobreproducción Otra Maldición Capitalista Para los Obreros del Mundo
Las leyes del desarrollo capitalista dictan que cada capitalista-imperialista luche por acaparar todo el mercado o la tajada más grande para maximizar sus ganancias y destruir a sus rivales. Esto conduce a la crisis de sobreproducción que conduce inevitablemente a guerras y a la guerra mundial. -esta es la lógica del capitalismo.
Por lo tanto, la “abundancia” en el capitalismo se vuelve una maldición. Hoy se produce más petróleo de lo que se puede vender rentablemente. Arabia Saudita ha estado inundando el mercado. Quieren negarle más cuota del mercado a Irán, ya que ambos compiten para ser la potencia regional dominante. Sin las  sanciones de EE.UU. y la ONU, el petróleo iraní ingresará cada vez más al mercado, junto con el de EE.UU. y el de Rusia. Los precios del petróleo bajaron más con estas noticias de Irán.
Los trabajadores de todos los países productores de petróleo se enfrentan a enormes recortes racistas a sus niveles de vida. Su ira y militancia explotarán. ¿Van a ser ganados a luchar por las ganancias e imperios de los capitalistas-imperialistas, o se a movilizarán para el comunismo para ponerle fin a los horrores del capitalismo?
La respuesta está en las manos de los miembros del PCOI y lectores de Bandera Roja. Nos corresponde a nosotros llevarles las ideas comunistas a estos trabajadores y todos los trabajadores, soldados y jóvenes del mundo.
Todos los lectores de Bandera Roja necesitan ingresar al PCOI. Donde existe, deben participar en sus actividades. Donde no existe, deben empezar a organizarlo circulando Bandera Roja entre sus compañeros de trabajo, amigos y familiares para reclutarlos. También deben ayudar a traducir Bandera Roja y Movilizar a las Masas para el Comunismo (MMC) en árabe, farsi y otros idiomas.
En el comunismo, no habrá mercados ni ganancias, y por lo tanto, no habrá peleas por ellos. Los trabajadores del mundo cooperarán para desarrollar y compartir la energía y todos los recursos para el bien de la clase obrera internacional. El comunismo se basa en la colectividad y cooperación. Los trabajadores no tienen necesidad de pelearse entre sí por nada.
A diferencia de los patrones, los trabajadores en todo el mundo han sobrevivido compartiendo entre si los escasos recursos que tienen. Las masas movilizadas por el comunismo llevarán esta cooperación a su nivel más alto para que todo se organice, planifique, produzca y se comparta en base a las necesidades humanas, en un mundo sin racismo,  fronteras, naciones o clases.