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EL SALVADOR—“¿Van a ir a votar en estas elecciones?” preguntó un camarada del Partido Comunista Obrero Internacional a dos compañeros de trabajo en la hora de receso.
La respuesta fue contundente de parte de una trabajadora: “NO, todos esos políticos electoreros son basura”.
“Da igual votar por uno o por otro”, remató otro trabajador.
La conversación siguió: “O sea, que ustedes no creen que vaya haber cambios independientemente de quien gane”, dijo el camarada.
“Es que son lo mismo, yo voté por el FMLN y estoy decepcionada, no pasa nada”, afirmó la compañera.
“Mira, uno tenía muchas esperanzas de que éstos iban a ser diferentes”, terminó diciendo el otro trabajador.
En estos días Jorge Meléndez - Comandante Jonás, como era conocido en la guerra - considera que la dirigencia del FMLN ha acumulado tanto poder político y económico en los últimos años que ha tenido que alejarse de las utopías (sueños) que vendió después de la firma de los Acuerdos de Paz.
“Como consecuencia, [el FMLN] empieza a entrar en conflicto con sus bases”, concluyó este ex miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), una de las cinco organizaciones que en la Guerra Civil integraron el FMLN insurgente.
Las elecciones que se realizarán el 1 de marzo de este año en las que se elegirán alcaldes y diputados no logran despertar el entusiasmo de la clase trabajadora. Todo se reduce a promesas que nadie cree.
“Habrá menos pobreza, todos tendrán trabajo, la juventud es la alternativa”, vociferan los electoreros que tienen más de 30 años en la Asamblea Legislativa y alcaldías. Lo único que cambia es el color de las banderas. Las eternas canciones electoreras ya todos las conocen. Anuncios interminables con promesas no hacen ningún cambio para la clase trabajadora salvadoreña.
Ante esto el PCOI está organizando a la clase obrera para acabar con el reformismo, que divide y esclaviza a nuestra clase. Los problemas como el desempleo, racismo, sexismo entre otros, serán atacados enfocándose en las causas reales que los provocan, tomando en cuenta las necesidades de los trabajadores que serán discutidas ampliamente.
Bajo el COMUNISMO las transformaciones serán profundas y trascendentales, incluso la forma de como elegimos a los líderes de la clase trabajadora. No habrá propaganda, ni un ejército de miles de propagandistas para elegir a una persona. Sino que las trabajadoras y trabajadores más dedicados a su clase serán elegidos en los centros de producción/educación para dirigir la sociedad. Nuestro futuro no dependerá de un puñado de ladrones y asesinos, sino de las masas mismas. Habrá millones de líderes en todos los aspectos de la sociedad, todos en beneficio de los mismos trabajadores.
En este sistema comunista, sin patrones ni dinero, la clase trabajadora administrará colectivamente la sociedad para la toma de decisiones. La movilización de los trabajadores hacia el Comunismo es la clave y nuestra meta es en contra del sistema capitalista.
El objetivo actual de los electoreros es maximizar las ganancias patronales y generar mayores riquezas personales, la pelea de los puestos es por decidir quién administrará mejor el sistema capitalista. Los cambios a favor de la clase proletaria son necesarios y van a ser posibles cuando estemos organizados en el PCOI y los problemas se resuelvan en las comunidades sobre la base del entendimiento y análisis colectivo.
Está claro que las elecciones nunca han conducido a nada bueno a nuestra clase y no se puede seguir haciendo lo mismo, y esperar cosas distintas, se debe dejar de participar en estos circos electoreros de la clase patronal. Organízate en el Partido Comunista Obrero Internacional –PCOI- lee y distribuye Bandera Roja y participa activamente en las células de estudio comunista.