¡Luchemos por el Comunismo!
	Partido Comunista Obrero Internacional
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Evadiendo la Cuestión Principal

En la última edición de Bandera Roja publicaron una serie de artículos sobre el ataque terrorista en Francia. Todos ignoraron la pregunta: “¿Cómo una sociedad comunista reaccionaria al terrorismo?
Ciertamente el PCOI organizaría marchas masivas, pero no bajo las consignas de “justicia, libertad, igualdad y fraternidad”.
La fraternidad que buscamos sería la unidad de clase, no la unidad nacional. No celebraríamos la singularidad de la historia francesa (o de cualquier nación), sino las necesidades universales de la clase obrera. Marcharíamos para eliminar las naciones y fronteras. En vez de igualdad, marcharíamos por el colectivismo comunista.
No marcharíamos por el derecho a insultar a cualquier grupo de obreros bajo la bandera de la libertad de expresión. “Libertad” para nuestra clase requiere el fin de la tiranía capitalista y  de la esclavitud asalariada que la acompaña. Tendríamos discursos y literatura para construir la cultura y determinación comunista.
Usaríamos estas movilizaciones para construir una campaña comunista audaz para erradicar el racismo. Los patrones serían el blanco de nuestros chistes. Sátira, humor y caricaturas políticas serían utilizadas para inculcar el odio de clase contra los capitalistas, no contra otros obreros. ¡El racismo no es un chiste!
Sin duda no ampliaríamos los poderes del sistema judicial, como el presidente francés Hollande y todos los líderes capitalistas del mundo están haciendo. La URSS tuvo que lidiar con un montón de sabotaje perpetrado por agentes capitalistas inmediatamente después de su revolución socialista. Parece que dependieron demasiado en agencias especializadas en seguridad para descubrir a estos enemigos.
Movilizaríamos a las masas. Haríamos un llamamiento a la clase obrera internacional para lidiar con amigos y darles su merecido a enemigos, sean estos grandes o pequeños. Claro, nuestros enemigos representarían a los imperialistas del mundo. No dejaríamos que nuestras marchas sean engañadas para apoyar a uno u otro imperialista
No habría ningún frente unido contra el “enemigo principal”. Por ejemplo, el Frente Unido contra el fascismo fue uno de los mayores errores del viejo movimiento comunista.

La idea era que el fascismo era tan amenazante que los comunistas tenían que unirse con los “liberales” y los patrones “democráticos” para derrotarlo. Esta última versión tiene el potencial de ser tan peligroso ideológicamente, como en la práctica.
La política del Frente Unido significaba abandonar la lucha por el comunismo y sustituirla con la lucha por la democracia. Esto significaba añadir una etapa más (antes del socialismo) y posponer por muchos años el comunismo.
El Frente Unido fue anunciado en 1935 y probado en 1936. En Francia, una ola de huelgas masivas vio a millones de obreros ocupar las fábricas en ese año. Esta era una situación revolucionaria, pero los comunistas la desperdiciaron al unirse con sus aliados del Frente Popular en sobornar a los obreros rebeldes con vacaciones pagadas. Ellos querían poner en peligro al Frente Unido (con, a menudo elementos liberales burgueses) contra la Alemania nazi.
Dado que los obreros serían los “Amos de las fábricas”, dejaríamos vacías las plantas para movilizar a las masas para el comunismo en todo el mundo.
“Piensas como mi cuñado”, comentó un amigo en Boeing, criado en Francia, después de discutir estos diferentes enfoques. Le enviaremos a su cuñado versiones traducidas de estos artículos de Bandera Roja ya que todavía vive y trabaja allí.
Mi compañero de trabajo me asegura que su pariente no es el único. Me gustaría escuchar las ideas de ellos y de Uds. los lectores. En particular, estoy seguro de que hay muchos ejemplos de obreros respondiendo de manera comunista a provocaciones similares, incluso después de las revoluciones socialistas. Esa historia sería útil.
 Un obrero de Boeing tratando de aprender acerca del mundo

Bandera Roja Responde:

Esta carta plantea importantes cuestiones sobre los ataques violentos contra el poder estatal de la clase obrera. Debemos escribir más sobre esto. Los asesinos de Charlie Hebdo, sin embargo, no atacaron el poder estatal de la clase obrera
La carta refleja una falsa suposición, no declarada, cuando se refiere a este ataque violento como “terrorista” y “fascista”. La anterior edición de Bandera Roja también cometió ese error, refiriéndose a los asesinos del personal de Charlie Hebdo como “terroristas musulmanes”.
Los patrones han utilizado el término “terrorista” como una palabra código racista para decir “musulmán”, especialmente desde el 9/11/2001. Debemos tener cuidado de no caer en las trampas verbales como ésta, que los patrones propagandizan para nosotros.
Nadie llama al Ku Klux Klan “terroristas cristianos”. El término “ islamofascista”, popularizado por el neoconservador racista David Horowitz, fue inventado para conseguir apoyo para la guerra en Irak y la “guerra contra el terror.” El uso irreflexivo de tales conceptos contribuye a la devaluación racista de la vida de las personas en Irak, Afganistán, Yemen y Pakistán que han sido asesinados por las armas estadounidenses, incluyendo aviones no tripulados.

Charlie Hebdo Mantuvo La Lucha

Como fiel lectora de 20 años de la revista Charlie Hebdo estoy segura de que Charlie peleó la buena lid.
Cavana, dibujante y escritor deportado siendo joven por el gobierno de Vichy a un campo de concentración en Alemania, fundó a la revista Charlie. Él experimentó el fascismo en carne propia. El y otros dibujantes eran figuras populares en Francia y Charlie, aunque a menudo criticada y controversial, era parte de los medios franceses. “Secularismo”, una victoria ganada duramente, es  querido por muchos franceses por buenas razones.
Charlie es mucho más que caricaturas. Es una revista muy informativa y política, que combate también—completamente sola—el racismo, el partido fascista (Frente Nacional), la homofobia, los abusos de la policía, y la avaricia rapaz de compañías internacionales como Total. Regularmente prestan sus páginas a varias causas internacionales.
Charlie es una revista satírica, imprimiendo entre 60,000 y 140,000 ejemplares. ¿Entonces porque todo el mundo de repente es Charlie?
Para los líderes internacionales hipócritas esto es una distracción muy eficaz de las verdaderas causas de la situación actual creada por el racismo infligido a los árabes en Francia. Su situación no es muy diferente a la de los Negros en EE.UU. Sufren desproporcionadamente el desempleo, hostigamiento policiaco, y forzados a vivir en barriadas plagadas de drogas y temor a las pandillas. La pobreza y la creciente inseguridad infligida a toda la clase trabajadora francesa son también responsables.
Al mismo tiempo, las intervenciones colonialistas e imperialistas franceses nunca realmente pararon. Bajo el pretexto de combatir el terrorismo, Francia ha bombardeado Irak, Afganistán, Libia, y ahora Malí y el Estado Islámico.
La guerra y las injusticias crueles infligidas mundialmente a los árabes y musulmanes son realmente indignantes, mucho más así que las caricaturas religiosas vistas por pocas personas.
La religión no debe ser política y no es la manera de luchar contra la explotación. La gente del mundo necesita unirse y luchar en un partido organizado y dedicado a derrocar el capitalismo.
Charlie Hebdo perseveró en reclamar el derecho de ser escandalosa y burlarse de todo. Como partido político, pueda ser que no siempre entendamos o estemos de acuerdo con eso.
Pero Charlie era anti-nacionalista, profundamente humanista y pacifista. El funeral de Charb, su editor, comenzó con la Internacional y muchas presentes alzaron sus puños. Los caricaturistas muertos habrían seguido escribiendo y dibujando, burlándose de Hollande y su pandilla guerrerista que están utilizando sus muertes con sus propios fines asesinos. Ellos creen en un mundo mejor. Continuarán la lucha, nosotros también.

El racismo no es una broma

Después de la masacre en la publicación Charlie Hebdo, asistí a un foro, sobre el humor en la sociedad francesa, organizado por el departamento francés de mi universidad.
Con los presentes compartí mi investigación sobre Charlie Hebdo y las caricaturas y artículos izquierdistas que habían publicado. Una de las caricaturas critica la discriminación racial por parte de la policía francesa contra los inmigrantes del norte de África y afro descendientes.
También compartí una carta del 2013 por Oliver Cyran, un ex escritor de Charlie Hebdo. El citó la “transformación angustiante de la revista...después de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001”. Cyran sostiene que por la “razalización de musulmanes, constantemente representándolos como criaturas grotescas u horribles, “el quincenal ha contribuido al fenómeno creciente de ataques violentos contra los musulmanes, especialmente en contra de las mujeres con velo. Este racismo anti- musulmán se utiliza para justificar las guerras en Oriente Medio y las injusticias crueles infligidas a nivel mundial a la gente árabe y musulmana.
La sátira como una herramienta para atacar a los ricos y poderosos es una cosa. Pero la sátira racista utilizada para atacar a la clase obrera, para marginar y demonizar a un sector de nuestra clase, sirve los intereses de los capitalistas.
Los comunistas siempre han sido uno de los más acérrimos luchadores contra el racismo. En EE.UU., por ejemplo, el combativo multirracial Partido Comunista encabezó la lucha contra el linchamiento legal de nueve jóvenes negros en el famoso caso Scottsboro. El Partido Comunista Iraquí, como otros en Oriente Medio, incluía árabes, kurdos, judíos, cristianos, chiítas y sunitas.
Pelear la buena lid requiere luchar contra el racismo en todas sus formas, y luchar por la unidad de la clase obrera a su más alto nivel: la unidad como comunistas.