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El Racismo y la Religión:

Los Obreros Unidos por el Comunismo Pondrán Fin al Infierno de la Esclavitud Asalariada Capitalista.

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Pirómanos racistas incendiaron por lo menos 6 iglesias negras en Carolina del Norte y del Sur, Tennessee, Ohio y en Georgia desde la masacre atroz de Dylann Roof de nueve feligreses negros en la Iglesia Emanuel AME en Charleston, Carolina del Sur.
Esta fue la iglesia que funcionarios de la ciudad de Charleston quemaron en 1822 después de que descubrieron los planes del ex esclavo Denmark Vesey para una rebelión masiva de esclavos. Vesey, uno de los fundadores de la iglesia, predicó una teología de insurrección armada contra la esclavitud. Los amos de Charleston lo ahorcaron a él y a otros 34 miembros de la iglesia.
El racismo - y la idea no científica de distintas “razas” humanas - fue inventado por los capitalistas que se beneficiaron enormemente de los horrores de la esclavitud encadenada. Hoy continuamos la lucha de Vesey movilizando para ponerle fin a la principal forma de la  esclavitud moderna: la esclavitud asalariada capitalista.
EL Presidente Obama dijo en su elogio al pastor de Emanuel AME Rev. Clementa Pinckney que “Ninguno de nosotros puede o debe esperar una transformación de la  noche a la mañana en las relaciones raciales”.  Eso es verdad. Sin embargo, agregó que “si podemos encontrar la gracia, todo es posible.”
Seamos realistas. El comunismo, y sólo el comunismo, pueden terminar con el racismo destruyendo su base material: el capitalismo.
Las masas de trabajadores y jóvenes negros y no negros se han unido a los mítines, marchas y vigilias de oración en las iglesias AME en todo EE.UU. Las agudas contradicciones en la iglesia negra han sido develadas.
Por un lado, como dijo Obama, las iglesias negras son de las pocas instituciones en las cuales la gente negra, especialmente los obreros negros, pueden escapar temporalmente al racismo. A diferencia de la mayoría de empleos y otras situaciones, allí no se les falta el respeto por ser negros.
Y algunas iglesias negras continúan fomentando la lucha antirracista. Es por eso que siguen atrayendo miembros - y ataques racistas.
Por otro lado, como el historiador Stacey Patton dijo, las iglesias negras promueven “la política del perdón.” Después de los más viles ataques racistas, se espera que las personas negras expresen  perdón, no profunda pena o rabia. Se les dice que esperen un mundo mejor “en la próxima vida”. Obama tuvo el descaro de decir que el racista Roof estaba “siendo usado por Dios.”
Perdonar puede ser negarse a ser reducido a simplemente una víctima, puede ser una expresión de superioridad moral. Pero la expectativa del perdón les impone otra enorme carga psicológica a aquellos que son ya los más oprimidos por el capitalismo racista.
Nosotros no “perdonamos” al terrorista Dylann Roof. Nosotros no “perdonamos” la esclavitud o el genocidio. Nosotros no “perdonamos” la explotación cruel que la mayoría de los obreros sufren si tienen empleo, ni la miseria absoluta que sufren si no lo tienen.
Pero perdonar no es el punto. El punto es arrancar de raíz al sistema que continúa insultando, asaltando, asesinando, explotando a los trabajadores negros y a todos los trabajadores. El punto es construir un futuro comunista en el cual el racismo no sea aceptado, tolerado, y, eventualmente ni imaginado.
Comunismo significa construir el mundo que anhelamos aquí y ahora, no orando para verlo después de muertos. Esto significa miles, después millones, después miles de millones de nosotros tomando responsabilidad luego, luego miles de millones de nosotros tomando responsabilidad colectiva de todos los aspectos de la sociedad.
La producción y distribución comunista no dependerán más del dinero y los mercados. En su lugar, organizaremos todo mediante redes de relaciones sociales camaraderiles. Nuestro objetivo será satisfacer las necesidades de todos: las necesidades materiales básicas y, aún más importante, nuestra necesidad de estar conectados y respetados, amados y dignificados mediante un trabajo significativo.
La construcción de estas relaciones sociales camaraderiles significa derribar los muros sociales que nos separan hoy. Exige que lidiemos con franqueza con suposiciones incorrectas acerca de raza y actitudes racistas no intencionadas que surgen durante la lucha por el comunismo.

Para movilizar a las masas para el comunismo requiere que enfrentemos y derrotemos las ideas racistas que la clase dominante utiliza intencionalmente para dividirnos.
Poniéndole fin al sistema salarial hará posible ponerle fin a la segregación residencial y las muchas otras maneras que el racismo impregna la sociedad capitalista. Esto, sin embargo, requerirá continuar la lucha contra las ideas y maneras racistas de hacer las cosas.
Por ejemplo, el racista capitalismo pone un gran estrés por ser negro o indígena. Este estrés intensifica o causa muchos problemas de salud. Por lo tanto, los que somos más superexplotados probablemente necesitaremos más atención médica al principio del comunismo. Esto no será “trato preferencial.” Será la aplicación de “a cada cual según sus necesidades”.
A algunos sectores de la clase obrera se les ha sistemáticamente negado acceso al entrenamiento necesario para ciertas clases de trabajos cualificados. Para integrar completamente los lugares de trabajo, haremos una prioridad de reclutarlos para formarlos en la práctica.
 Movilizando a las masas para el comunismo no acabará con el racismo de la noche a la mañana. Pero cada pequeña acción que tomemos para construir el Partido Comunista Obrero Internacional es un paso hacia una solución real. La religión no puede hacer esto.
“Como nación, de esta terrible tragedia, Dios nos ha colmado de gracia, porque él nos ha permitido ver adonde habíamos sido ciegos”, dijo Obama. “Todos somos pecadores. No lo merecemos”. Más que cualquier política o análisis, Obama dijo, necesitamos “un corazón abierto”.
Muchos de nosotros vimos hace mucho tiempo los terribles estragos del racismo. Muchos de nosotros hemos abierto nuestros corazones a todos nuestros hermanos y hermanas de clase. Necesitamos un análisis comunista más que nada. Nos merecemos un mundo comunista.
Ningún individuo es perfecto, pero la sociedad de clases es el pecado original. ¡Obama, tú y los gobernantes capitalistas son los verdaderos pecadores! Ya sea que te perdonemos o no, le pondremos fin a tu sistema racista mortal.

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