¡Luchemos por el Comunismo!
	Partido Comunista Obrero Internacional
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Hace unas semanas terminé mis estudios de técnico en electrónica industrial, un requisito para graduarme es realizar prácticas laborales. Hace unos días, junto a otros cuatro compañeros, empezamos en una empresa en la cual estaremos más de un mes. La empresa se encarga de instalar equipos a la industria u otras empresas.
 Es de mañana y me encuentro en el transporte colectivo. Me bajo, junto a mí, caminan decenas de trabajadores en toda la acera hacia una zona industrial, todos a sus trabajos. Es una sensación nueva y magnifica. Sentirte parte de la clase trabajadora es un orgullo inmenso. Somos una masa enorme, somos los que movemos el mundo. Es un orgullo sobre todo, porque no es una aventura pasajera, es algo de toda la vida. Los jóvenes tenemos que entender que tenemos que engrosar las filas de la clase obrera y el ejército para fortalecer la base para una revolución comunista.
Son detalles tan simples, en estos pocos días, que me motivan de una manera extraordinaria a seguir en la lucha por el comunismo como un obrero. Ya sea realizar una tarea con mis compañeros, darme cuenta que realmente los y las trabajadoras somos capaces de tomar las riendas de este mundo y a la misma vez, ver como unos pocos se llenan sus bolsillos a costa del sudor de la gran mayoría, o simplemente a la hora del almuerzo ver como cientos de obreros nos reunimos en los mismos comedores o lugares comunes a comer.
Hoy intenté en un momento iniciar una conversación más política. Empecé preguntando “¿Cuánta gente crees que trabaja en toda esta área?” “¿De dónde venimos la mayoría?” pero se vio interrumpida ya que nos ordenaron otra tarea. Luego en la tarde, nos mandaron a dos practicantes y dos técnicos a instalar un Sistema a una fábrica. Era la primera vez que salía a una instalación. Llegamos al lugar, era una maquila. Por lo que logré observar, hacían ropa deportiva. Luego me comentaron que hacían ropa para diferentes marcas. Era una fábrica enorme. Sentí que estaba donde el partido debe estar.
Sin esperármelo, un compañero me dijo “Mira, sí les toca pesado”, refiriéndose a las mujeres en las máquinas de coser. Y empecé a contarle las condiciones en las fábricas donde están nuestros camaradas también de las maquilas. Los técnicos nos comentaban que los patrones exigen soluciones inmediatas sin importarle el uso correcto de los equipos y la seguridad de los trabajadores. “Imagínate, en una línea de producción, te dicen que tienes que reparar algo, a veces te exigen que hagas lo más rápido y no la opción más segura”
Autocríticamente, pude haber llevado a una discusión más profunda, sin embargo, he estado pocos días y me falto más confianza.  Instalamos el equipo, nos llevamos uno dañado, pudimos ver como cientos de trabajadores y trabajadoras salían corriendo de sus módulos de trabajo cuando sonó la alarma.
Espero pronto profundizar ciertos temas e introducir las ideas comunistas con mis compañeros. Con cuidado y cautela ya que es una empresa pequeña y la relación con los patrones es demasiado cercana. También espero conocer trabajadores en fábricas.
Regresamos y terminó la jornada del día. Caminé junto a mi compañero hacia la parada del autobús comentado lo que hicimos, junto a nosotros, decenas de obreros y obreras regresando a casa. En la misma calle, en la misma parada, en el mismo autobús, porque somos de una misma clase.