¡Luchemos por el Comunismo!
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EL SALVADOR—Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue asesinado en 1980, por escuadrones de la muerte financiados por los grupos de poder de este país, hoy la beatificación de Monseñor Romero, ahí también estuvieron sectores del Opus Dei una corriente derechista y retrograda dentro de la iglesia católica que apoyó abiertamente a los militares que mataron al arzobispo de San Salvador.
Fue un  evento utilizado por el gobierno capitalista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) como una forma de adormecimiento masivo de la lucha de los trabajadores y trabajadoras para que dejaran de protestar en las calles por los asesinatos causados por el crimen organizado y las terribles condiciones económicas en que están obligados a vivir.
El Arzobispo Mártir se vio obligado a ponerse de lado de los pobres no por convicción política sino porque la represión de las fuerzas de seguridad del Estado salvadoreño había alcanzado ya a la iglesia católica donde cientos de sacerdotes dejaban los lineamientos que venían desde el Vaticano y se unían a la lucha por una revolución de carácter socialista en el país.
La iglesia como institución nunca estuvo de acuerdo con una lucha armada revolucionaria armada, los que se unían a la lucha armada fueron esos sacerdotes que vivían en las zonas rurales en contacto con el campesino y que eran parte de la corriente jesuita que intenta dar la imagen que la iglesia y la religión son como un punto neutro que permitiría el dialogo, rechazando tanto el capitalismo como el marxismo, algo que es anti dialéctico y que la historia de las luchas obreras  a lo largo de los siglos ha logrado desmentir.
Esta  beatificación y la propaganda del gobierno “concertador” y de “dialogo” del gobierno de Salvador Sánchez Ceren nos quieren hacer creer que con pensamientos positivos, alegría y esperanza esperemos que algún día la sociedad se transforme más sin embargo es para mantener sus negocios ahora que ellos también son empresarios y viven de la explotación asalariada de los obreros y obreras de las empresas ALBA por ejemplo.
Detrás de la beatificación se esconde parte de la rivalidad imperialista debido al acercamiento del actual y liberal Papa Francisco con los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) donde se gesta un golpe moral a los Estados Unidos colaborador directo de las dictaduras militares en El Salvador, indicando que ellos son los malos y los europeos los buenos.
Mientras el Papa Francisco encubre la acciones de sus sucesores derechistas y pro capitalistas como Juan Pablo II simpatizante del sindicato polaco Solidaridad que tenía como objetivo el retorno de la democracia burguesa a Polonia o el apoyo de Juan Pablo I al silencio por la violencia en El Salvador durante la década de los 70.
A la vez se gestó un asesinato a la memoria histórica de la clase obrera por un lado la iglesia perdonando a los asesinos de Romero y por el otro la izquierda electorera perdonando y dialogando con la derecha tradicional.
Las  masas no necesitan marchas por la paz o beatificaciones para solucionar los problemas económicos y sociales que son resultado de la organización económica, política y por ende social de la sociedad capitalista.
Las masa necesitan una Revolución Comunista y El Partido Comunista Obrero Internacional siguiendo un proceso dialéctico en la lucha por la Revolución Comunista continua la organización de las masas de obreros y obreras en El Salvador principalmente en las zonas de Fábricas textiles donde la represión psicológica y los maltratos por parte de los patronos y supervisores son muy constantes, además las células del PCOI acompañan las luchas y protestas de obreros a lo largo del país.