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Los Ángeles, CA—Empieza el día y tenemos que hacer planes de que
hacer con el poco tiempo que nos queda después del día de trabajo. Solo pensar
en el próximo día de trabajo. Esta es la esclavitud asalariada. Esta es la vida
de un costurero/a atado a una
máquina. Los obreros no tenemos esperanzas de cambiar esta situación bajo el
capitalismo.
No importa cuanto ganemos, seguimos siendo esclavos asalariados, por
lo tanto tenemos que destruir el sistema de explotación con una revolución
comunista. No hay islas – fábricas donde nos paguen y traten "bien" - que
nos salven del desastre, producto de una sociedad que crea guerras y
falsas ilusiones para millones y
vidas millonarias para pocos.
American Apparel usa el mito de pagar "salarios altos" para
súper-explotar a sus obreras/os. En el 2013 sus ventas fueron de $634 millones,
producción realizada con 5 mil trabajadores. Cada trabajador/a produjo $126 mil
ese año, recibiendo en salarios entre $28 a $29 mil, dejándole a la compañía
una plusvalía 4 veces el salario recibido por trabajador. O sea que cada
trabajador recibió una quinta parte de lo que produjo.
Este es el sistema capitalista, solo produce ganancias para los
patrones, dueños de los medios de producción (fábricas, minas, tierras,
maquinarias y materiales necesarios para producir las mercancías).
Utilizando el modelo de producción empleado en American Apparel los
patrones de EEUU quieren regresar a EEUU la industria de la costura, y otras
industrias manufacturas. Mantienen la idea de que pueden pagar salarios
"altos", sin perder la competitividad en el mercado. "Hecho en Estados Unidos"
significa una competencia a muerte contra otras compañías.
En Los Ángeles hay más de 50 mil costureros registrados, sin contar
los miles que trabajan en talleres no registrados y en malas condiciones
similares a millones de costureros en el mundo. Aunque ganemos más de los $68
dólares al mes que ganan las obreras/os en Bangladesh, $95 en Camboya y $300 en
China, los trabajadores tenemos más en común con estos trabajadores que con
nuestros respectivos patrones.
Ni el control de la calidad, ni el aumento de los costos de
transportación son motivos suficientes para regresar parte de la manufactura.
Los imperialistas de EEUU preparan guerras más amplias, incluyendo la guerra
mundial.
Sus ejércitos necesitan y necesitarán más y más cantidades de
uniformes, abrigos, mochilas, bolsas para dormir, etc. Todos estos son
requerimientos para el combate y tienen que asegurar que se produzcan aquí.
Por eso para la próxima década los patrones están planeando regresar a
nivel nacional 200 mil trabajos en la manufactura de ropa.
Ralph Lauren invirtió $142 millones para agrandar una fábrica en High
Point, Carolina del Norte. Este año otras compañías han invertido $1,800
millones en expandir y crear nuevas fábricas, su mayoría en el sur del país
donde los salarios son más bajos debido al racismo contra los trabajadores
negros.
En su afán de ganancias y preparativos de guerra los patrones
aglutinan más trabajadores, creando una oportunidad más para que estos sean
expuestos a las ideas comunistas y
tomen en sus manos la tarea de la revolución comunista. Actualmente en Los
Ángeles un promedio de 1,000 costureros reciben Bandera Roja en cada edición.
Esto es un gran potencial para desarrollar decenas de líderes comunistas.
La esclavitud asalariada capitalista tendrá su fin. Solo en una sociedad comunista aboliremos la explotación, y que unos pocos decidan que producir y como producir. Los trabajadores tendremos el control de los medios de producción y decidiremos que necesitamos para que la sociedad siga funcionando en buena salud física-mental y sin necesidad de estar encerradas muchas horas en una fábrica. En la sociedad comunista los trabajadores haremos diferente actividades durante el día y todo en beneficio de nuestra clase, la clase trabajadora internacional. No haremos lo mismo todo el día para las ganancias patronales. Ayuda a organizar el PCOI.