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Trabajadores del Auto, Parte 2.
Nuestro artículo anterior examinó el "valor añadido" creado por los
obreros asalariados por hora trabajada.
En 1999, durante la guerra contra Yugoslavia, la OTAN bombardeó la
planta de automóviles Zastava. La redujeron
a escombros y dejaron a los obreros desempleados. El año pasado, Fiat inauguró
su nueva fábrica sobre el sitio bombardeado. Lista a explotar los 15 años de
alto desempleo allí, paga cerca de una tercera parte de los $10 por hora que
paga a sus obreros en Polonia.
De hecho, las condiciones laborales y los salarios en la industria
automotriz – como cualquier otro empleo – son determinados más por la
rivalidad interrimperialista, o manipulaciones de la
economía nacional por el gobierno, que por cualquier cosa que pasa en las
negociaciones contractuales entre la patronal y el sindicato. La guerra
imperialista juega un papel importante en empobrecer a los obreros.
Aunque las bombas fueron lanzadas sobre Yugoslavia, la destrucción fue
diseñada para crear "conmoción y pavor" en toda Europa Oriental y Central. La
región que fue en parte controlada por los imperialistas rusos iba a estar
ahora, la guerra y sus bombardeos anunciaron, completamente bajo el control de
sus homólogos alemanes y estadounidenses. La mano laboral barata del área
estaba ahora a la disposición del capital Occidental. ¡Gústenos o no, el
ejército juega un papel clave en la tasa de ganancias de los capitalistas!
Entre 2000 y 2011 la producción automotriz de la región se más que
duplicó. Los empleos en auto aumentaron 60% o sea a 535,000 en 2010,
Volkswagen, Fiat, Ford y General Motors dirigieron el camino invirtiendo en
plantas y equipos nuevos, aprovechándose de la mano de obra mas barata. Toyota
y otros les siguieron después.
Uno de cada cuatro coches vendidos en Europa ahora son fabricados en
Europa Oriental, donde los patrones pagan salarios muchos más bajos que en su
país "de origen". El costo de mano de obra varía. En Rumania, donde Ford y la
empresa francesa, Renault, tienen plantas los obreros ganan entre $ 6 y $ 7 por
hora. En Hungría en la planta de motores de Audi propiedad de VW, la más grande
del mundo, los obreros ganan cerca de $ 18 por hora, mas o menos lo que VW paga
en Chattanooga, EEUU. En Alemania, paga a sus obreros $ 67 por hora.
Y los empleos que los obreros en el Este ganaron, los obreros en el
Oeste perdieron. Al año de la guerra en Yugoslavia, Ford anunció planes de
cerrar una planta en Bélgica y dos en Inglaterra, mientras GM planeaba eliminar
6,000 empleos. Todos los demás fabricantes hicieron proyecciones similares.
Desde ese año, los salarios y condiciones laborales de los obreros industriales
en el Este fueron usados para extraerles concesiones a todos los obreros
industriales en Europa Occidental.
Sin embargo, en 1999, ningún sindicato en Europa Occidental sugirió
tan siquiera una huelga contra la guerra imperialista contra Yugoslavia
dirigida por la OTAN, aun cuando bombardeaban a los obreros de Zastava eliminando sus empleos. ¡Qué
patético fracaso! Aún así, es un punto que Bandera Roja discute
continuamente con nuestros compañeros de trabajo: Los sindicatos juegan un
papel reaccionario. Mientras proclaman defender nuestra calidad de vida, en
realidad defienden las guerras de sus amos imperialistas, negándose a atacar el
sistema salarial como la fuente del poder capitalista. Nosotros hubiéramos
organizado una huelga política contra el capitalismo y sus guerras
imperialistas y para promover el comunismo.
Actúan como si el sistema salarial es aceptado por las masas del mundo
como una fuerza liberadora, sacándolas de la pobreza. De hecho, la gigantesca
explosión del trabajo asalariado en los últimos 30 años sólo fue posible por el
empobrecimiento brutal de las familias rurales de Asia, África y las Américas.
Nunca en la historia, desde las Leyes Para Cercar los Campos en la
Gran Bretaña del Siglo 18 a los acuerdos del TLCAN en México hoy día, las masas
han aceptado jamás la fábrica y su sistema de trabajo asalariado. Al contrario,
han sido obligadas a aceptarla por la pobreza impuesta por el Estado o por
guerras interimperialistas. Nunca, hasta hoy, tantos
obreros han sido contrapuestos entre si por las necesidades de las ganancias
capitalistas.
¡Nunca, en la historia del movimiento comunista revolucionario ha
tenido mas resonancia el lema de "Obreros del mundo, uníos!" Nunca en la
historia ha tenido la oportunidad un ejército de mil millones de obreros
asalariados de reflexionar sobre su existencia común y construir una
alternativa comunista al sistema salarial, su creciente pobreza e intensificante explotación. La producción y distribución de
Bandera Roja tiene un papel clave que desempeñar.
(Los artículos futuros examinarán la crisis de sobreproducción, y la
amenaza del auge de China a la dominación norteamericana. Para un artículo
final solicitamos cartas e ideas, especialmente de obreros industriales, de cómo piensan ellos que seria la
producción de automóviles en el comunismo. Más ampliamente, ¿cómo
organizaríamos el transporte en el comunismo?)