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Esta columna es la primera de varias sobre el desarrollo de la
dialéctica en la URSS en las décadas de 1920 y 1930. Este fue un período de
intensa lucha sobre los principios básicos de la dialéctica y la aplicación de
estos a la política y la economía. En esta columna y la siguiente, analizaremos
la falsa filosofía del cambio llamada "mecanicismo" o materialismo mecánico.
La parte de la ciencia de la física que se ocupa de las fuerzas y los
cambios en el movimiento que causan las fuerzas se llama "mecánica". La
mecánica tiene leyes específicas que determinan cómo las fuerzas se combinan.
En particular, fuerzas de igual magnitud que empujan en direcciones opuestas se
anulan mutuamente y no causan cambio en el movimiento.
Mecanicismo
El mecanicismo filosófico se inspira en algunos aspectos de la
mecánica. Fue propugnado particularmente por Nicolai Bujarin, un líder
bolchevique influyente, que usó el mecanicismo para defender sus políticas
pro-capitalistas. En los libros filosóficos que él escribió, Bujarin definió la
contradicción como el "antagonismo de fuerzas actuando en diferentes
direcciones". Esta concepción de la contradicción conduce a errores muy graves.
Un problema con esta definición es que no solamente las fuerzas pueden
ser contradictorias. Marx vio que la tendencia de la tasa de ganancia a decaer
es contradicha por una caída en los salarios. Pero, las tendencias y los
recortes salariales no son fuerzas. No sólo las tendencias, pero otras cosas
como requisitos e ideas pueden ser lados de una contradicción. Bujarin tampoco
explicó que es antagonismo y como éste difiere de la contradicción.
La Unidad de
los Contrarios es Crucial
El problema principal, sin embargo, es que Bujarin no dijo nada sobre
cómo los lados de una contradicción están conectados. Las contradicciones
dialécticas combinan la lucha y la unidad de los contrarios. Los contrarios
tienen una conexión de dependencia mutua, llamada una "relación orgánica".
Bujarin negó la necesidad de una relación orgánica, pero la unidad de una
contradicción es, de hecho, esencial.
Una importante clase de la conexión de lados opuestos es que cada lado
llega a reflejar a su opuesto. En un partido de fútbol, cada equipo intenta
minar las fortalezas de su rival y superar las debilidades propias. Enfrentando
a un rival con un delantero estrella, un equipo puede asignarle varios
centrocampistas para que lo/la marquen. Contra otro rival, podría organizar
diferente a sus jugadores. Cada lado está parcialmente determinado por su
contrario.
Los opuestos también pueden interpenetrarse. Como los patrones saben
que no pueden evitar que los trabajadores luchen, utilizan sus leyes, los
medios de comunicación, sobornos, etc., para tratar de darle liderazgo
pro-patronal a las luchas obreras y debilitarlas. Los opuestos se
interpenetran. Este es un hecho fundamental de la dialéctica que es ignorado
por los mecanicistas.
Dado que las fuerzas mecánicas se pueden cancelar mutuamente, Bujarin
dijo que esto podía darse en una contradicción. "Entonces tenemos un estado de
'reposo', es decir, su 'conflicto'
actual es cancelado". Bujarin aplicó esta idea al conflicto de imperialistas
rivales, afirmando que cuando los imperios están muy igualados pueden ponerse
de acuerdo, "cuando hay igualdad de Fuerzas, cuando la victoria no es creíble,
cuando la lucha no tiene caso".
El ejemplo de la rivalidad imperialista muestra que Bujarin estaba
fundamentalmente equivocado cado con respecto a esto. La intensidad del
conflicto entre imperios de fuerza aproximadamente igual puede ser muy alta,
como fue entre EEUU y la URSS durante las décadas de 1960, 70 y 80. Aun cuando
evitan una confrontación militar directa, los imperialistas apoyan guerras
libradas por fuerzas más pequeñas que ellos patrocinan. Los soviéticos hicieron
esto contra EEUU en Vietnam en los 1960 y en Egipto en los 1970 y EEUU hizo lo
mismo en Afganistán en los 1980 y en Israel por muchas décadas.
Las contradicciones entre lados que son lo suficientemente fuertes
para contenerse mutuamente tienden ser mucho más intensas que aquellas donde un
lado es obviamente dominante. Georgia no resistió mucho cuando Rusia la invadió
en 2008, y Brasil no puso mucha resistencia contra Alemania en el mundial.
Debido a que las contradicciones tienen tanto lucha como unidad,
debido a que las partes se reflejan y se penetran mutuamente, las
contradicciones dialécticas no son muy similares a las combinaciones de fuerzas
en la física. En particular,
sus lados no se cancelan mutuamente.
En nuestra próxima columna, veremos las consecuencias reaccionarias de
la filosofía mecanicista de la contradicción en las luchas políticas tempranas
en la URSS.