¡Luchemos por el Comunismo!
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INGLATERRA--Hace unas semanas el británico Jeremy Corbyn era un izquierdista socialista con 1 posibilidad en 250 de ganar la dirigencia del Partido Laborista - uno de los dos principales partidos capitalistas en Inglaterra. Hoy encabeza ese  Partido después de una victoria aplastante.
“De repente,” un amigo socialista de Inglaterra, escribió, “se habla mucho de nacionalizar los bancos y crear una república. ... Inglaterra nunca había estado tan animada con perspectivas progresistas desde la huelga de los mineros (huelga de un año contra Thatcher en la década de 1980 que comenzó a parecerse a una guerra civil)”.
“El voto,” nosotros los comunistas argumentamos, “¡no cambia nada!” Puede, sin embargo, revelar algunas cosas. Aunque la victoria “aplastante” dentro del Partido Laborista fue producida solamente por  ½ por ciento del electorado en general (lo cual es millones menos que los que apoyaron activamente a los mineros durante su lucha), ha alarmado a la clase dominante.
“Corbyn quiere abolir el ejército”, decía el titular de un periódico. Corbyn pide que Inglaterra se salga de la OTAN. El Sunday Times de Londres publicó un artículo de un general del Ejército. Él y sus correligionarios se opondrían a Corbyn en cuanto a “... salirse de la OTAN y cualquier plan para a reducir el tamaño de las fuerzas armadas. El Ejército no lo toleraría. El estado mayor no le permitiría al primer ministro poner en peligro la seguridad de este país y... utilizaría todos los medios posibles, buenos y malos, para evitarlo”.
Otro artículo citó a un “jefe de inteligencia” claramente afirmando “Nadie de los servicios de inteligencia - ya sea hablando de los servicios de seguridad o de los jefes de la policía anti-terrorismo – le daría Corbyn, o a cualquiera en su gabinete, información que no quieran dar”.
“El poder político,” argumentaban los comunistas chinos en sus días revolucionarios, “fluye del cañón de un fusil.” Y es cierto, incluso en los países capitalistas bien establecidos como Inglaterra. Corbyn, por supuesto, lo sabe y la advertencia del general, arriba mencionado, no estaba dirigida a Corbyn. Estaba dirigida a sus jóvenes seguidores. ¡Estaba dirigida  a reducir  sus expectativas revolucionarias! Es una advertencia por decirlo así.
El papel de Corbyn, como el de Bernie Sanders en EE.UU. y Tsipras en Grecia, es atar a las masas, especialmente a los jóvenes airados contra el capitalismo, a las elecciones patronales, para desviarlos de la revolución comunista.
Un artículo en el elitista diario Financial Times explica, “En otra época, el derrumbe de la bolsa de valores en 2008 podría haber desencadenado una revolución. En lugar de ello, el Sr. Corbyn y sus compañeros de viaje quieren sofocar el resentimiento popular en plena ebullición. Ellos no tienen respuestas. Ellos entienden sin embargo que algo tiene que ceder”.
Cuando las masas se mueven, la realidad cambia... rápidamente. En Gran Bretaña, en el momento actual toma la forma de una revuelta en el Partido Laborista. En otros países toma otras formas. No importa qué país, no importa qué continente, las masas están en movimiento - producto de las mismas ocurrentes crisis del capitalismo.
¿La pregunta para nosotros, lectores y distribuidores de Bandera Roja, es cómo podemos capturar ‘el resentimiento popular hirviente’ de las masas? Nosotros, después de todo, tenemos respuestas. Trabajamos, por ejemplo, con soldados. Como resultado, dudamos que los soldados británicos que durante más de dos décadas han sido enfrentados a insurgentes mejores equipados en Basora, Irak, o la provincia de Helmand, Afganistán, tengan otra cosa que desprecio por sus generales bien remunerados, amantes de la OTAN. Sin embargo, las amenazas del más destacado general anónimo nos recalcan a todos nosotros la necesidad de hacer trabajo militar revolucionario no importa donde vivimos.
No puede haber revolución sin un Ejército Rojo. No podemos acabar con los bancos y una sociedad estratificada basada en propiedad privada y explotación masiva sin que las masas afirmen su autoridad mediante una insurrección armada. Y no podríamos defender la revolución sin un Ejército Rojo, pero tal ejército será un ejército de nuevo tipo - un ejército que refleje una sociedad comunista no una sociedad socialista. Será un ejército con líderes, no generales. Será un ejército basado en las comunidades y centros de producción, no aislado en cuarteles. Será un ejército que dirija “el resentimiento popular hirviente” contra el capitalismo, sus crisis y guerras imperialistas.
El poder político fluye del cañón de un fusil pero para una revolución comunista exitosa, los que sostienen esos fusiles tienen que tener las ideas comunistas. Instamos a los lectores de
Bandera Roja en el Reino Unido y en todo el mundo a unirse a PCOI, leer, escribir para y distribuir Bandera Roja a sus amigos, y organizar células del PCOI. Mucha gente no ve la posibilidad del comunismo, pero la realidad puede cambiar... rápidamente. Mediante la difusión de Bandera Roja y la lucha por el comunismo, las masas de trabajadores y jóvenes pueden movilizarse para que el comunismo sea una realidad.