¡Luchemos por el Comunismo!
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“¡No hay Planeta B!” Este fue el mensaje de esta Cumbre de la ONU y de las movilizaciones masivas a nivel mundial recientemente concluidas. Es la verdad—pero también es una mentira.
Vivimos en un planeta, pero unos pocos viven vidas obscenamente lujosas, muchos de nosotros simplemente sobrevivimos, y miles de millones viven en la miseria impuesta por los capitalistas que gobiernan todos los países. La lógica interna del capitalismo obliga a los capitalistas en conflictos cada vez más agudos  y guerras cada vez más amplias. No estamos “todos en esto juntos.”
Los mensajes optimistas del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, no pueden cambiar estos hechos. Los lideres de China, Rusia, India, Australia, Alemania, e incluso Canadá no asistieron a la cumbre. El Vice-premier chino Zhang Gaoli atacó a EEUU como el mayor contaminador del mundo a largo plazo. El Presidente de EEUU Obama atacó el consumo de carbón de China mientras que él mandaba bombarderos, que consumen mucha gasolina, a Siria.
No es probable que un tratado climático aparezca pronto. Si alguno aparece, EEUU no lo firmara, ya que no firmó una reciente resolución del Banco Mundial.  
Cuando el poder comunista obrero gobierne el mundo, nosotros (las masas) derribaremos fronteras, aboliremos las naciones, y trabajaremos juntos mundialmente para poner en práctica las políticas ambientalmente sostenibles para satisfacer las necesidades de nuestra clase. En verdad ahí estaremos “todos en este juntos”. Hasta entonces, las respuestas a la creciente crisis climática serán determinadas por las necesidades de los imperialistas para preparar la guerra mundial, exprimiéndoles la sangre a las masas.
El Pentágono es el consumidor individual más grande de energía del mundo. Más de tres cuartas partes de esta energía provienen del petróleo. Un estudio del Pentágono en 2007 advirtió que “el creciente consumo de los combustibles fósiles por el ejército de EU…deja a los líderes del Pentágono con pocas opciones que romper con el pasado tan pronto como sea posible”.  Instó a “dar pasos inmediatos para producir sistemas de armas y aeronaves que usen combustibles alternativos y renovables”, reconociendo que el ejército de EU dependerá de los combustibles fósiles por décadas.
Esta estrategia dual—asegurar el petróleo necesario para la guerra mientras desarrollan fuentes de energía alternativas—parece ser la política energética emergente de los imperialistas EU. Su táctica principal parece ser “subirles los precios al carbón” (impuestos a combustibles fósiles). Este es “el movimiento más poderoso que puede hacer un gobierno en la lucha contra el cambio climático”, dijo el  vicepresidente del Banco Mundial.
“Se aproxima un nuevo empuje para subirle el precio al carbón cuando los países e instituciones que una vez combatieron la idea ahora la aceptan”, reportó el Financial Times. Los cuarenta países con un impuesto sobre el carbón incluyen a la India y China. 
Zhang mencionó (por primera vez) el establecimiento de un objetivo para “alcanzar el punto máximo de las emisiones totales de dióxido de carbono lo más pronto posible”. Veremos—si la contaminación no es demasiada. Los chinos tienen el chiste de que el lema de Mao “Servir al Pueblo”, se ha convertido en “Servir al pueblo la contaminación”.
Los gobernantes chinos están bajo presión para limpiar el aire, y el aumento en el consumo  del carbón desacelerado—posiblemente debido al bajón económico. Mientras tanto, las protestas masivas (a veces violentas) han sacudido las ciudades y el campo contra la contaminación toxica de tierra y agua. Si algún lector de Bandera Roja puede ayudar a traducir el periódico al mandarin o hacer que llegue a amigos en China, estos obreros airados podrían tener la oportunidad de ver una alternativa comunista real.
En la India, el primer ministro Modi habla de ambos lados de su boca. A veces él niega que el cambio climático sea un problema; en otras ocasiones, se jacta de luchar contra él. Pero el gobierno de Modi ha duplicado el impuesto al carbón de $8 USD/tonelada a $16 USD/tonelada y aumentó el presupuesto para la energía solar. Los capitalistas indios posiblemente vean las negociaciones sobre el clima como una manera de adornar las aspiraciones de la India de ser una potencia global importante (vea página 2).
Las emisiones de CO2 de la India están creciendo más rápidamente, un indicador probable de su fuerza económica relativa. Pero emite solo 1,9 toneladas por persona, en comparación con la UE (6,8 toneladas) y EEUU (16,4 toneladas).
Por desairar a Ban Ki-moon y Obama, los líderes capitalistas de la India y China mostraron que sus políticas energéticas nacionales son impulsadas por sus propios intereses y no por los de EU o la llamada “comunidad internacional”.  Ni ellos ni los imperialistas de EEUU vacilarán en hacer que “sus” trabajadores paguen el precio de la cada vez más profunda miseria y, eventualmente, la guerra catastrófica.
No existe un “Planeta B”. El único camino posible para la clase obrera internacional es hacer de este el “Planeta C” – de Comunismo.
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