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La epidemia de Ébola ha llevado a muchos a cuestionar la atención médica capitalista. Las luchas masivas después de la revolución china nos dan un destello de lo que el cuidado de salud comunista puede lograr.
Sin embargo, el Partido Comunista Chino luchó por el socialismo, no el comunismo, como su meta inmediata. El socialismo es incompatible con movilizar a las masas para el cuidado de salud comunista. Durante la revolución cultural de la década de 1960, la salud era un campo de batalla entre las ideas y practicas comunistas y capitalistas. Tenemos mucho que aprender de ello.
Cuando el Partido Comunista tomo el poder en 1949, las masas estaban sufriendo y muriendo de hambre y de enfermedades prevenibles y tratables como la esquistosomiasis, sífilis, tifus, y disentería.
El gobierno revolucionario comenzó a desarrollar rápidamente la pequeña estructura médica estilo occidental que existía para la élite urbana adinerada. Construyó nuevos hospitales, escuelas de medicina y entrenaron a miles de médicos y enfermeras para servir a los obreros urbanos, profesionales y los lideres del Partido.
Los miembros del Partido en el campo (donde vivía 80% de la población) no esperaron a que este sistema de medicina burguesa llegara poco a poco al campo. Movilizaron a las masas para acabar con las enfermedades que por siglos les habían atormentado.
La eliminación de la esquistosomiasis es un buen ejemplo. Esta terrible enfermedad, transmitida por un parásito que nacía en los caracoles, arrasó aldeas enteras. El partido movilizó a millones para drenar sistemáticamente los canales de agua y exterminar los caracoles. Cuando los caracoles desaparecieron, también desapareció la esquistosomiasis.
“Movilizar a las masas no significa darles palas e instrucciones [para excavar y matar los caracoles]; significa infundirles entusiasmo, para desencadenar su iniciativa y utilizar su sabiduría”, explicó el cirujano comunista británico Joshua Horn que trabajó en China desde 1954 hasta1969.
Pero el Partido no movilizó a las masas para el comunismo, ni entonces ni nunca.
Mientras tanto, el establecimiento médico burgués chino continuó creciendo. En sus instituciones estilo capitalista, el trabajo fue dividido en una jerarquía de puestos de trabajo estrictamente definidos. Sólo los médicos y las enfermeras tenían entrenamiento médico. Los médicos ganaban más que las enfermeras, los administradores más que los que aseaban.
El sistema salarial y la división del trabajo capitalista socavaron los intentos de actuar con ideales comunistas. Tenían reuniones políticas donde todos participaron como iguales. Pero, después de las reuniones todos volvían a s tareas asignadas y colectaban sueldos desiguales. Los administradores estaban supuestos a hacer trabajo manual un día a la semana, pero, de acuerdo a Horn, usualmente lo esquivaban.
Médicos Descalzos y la Revolución Cultural
En 1965, miembros del Partido fuertemente dedicados al comunismo empezaron la campaña de “médicos descalzos” para llevar la atención médica a las zonas rurales.
Los médicos descalzos no eran nada como médicos burgueses. Provenían de la clase obrera rural y nunca la dejaron. Trabajaban en el campo por lo menos medio año.
Comenzaban con sólo unos meses de entrenamiento, concentrándose en anatomía básica y las enfermedades y condiciones de salud más comunes. Lo que les faltaba en entrenamiento lo compensaron con su devoción a la clase obrera. Además, adquirieron rápidamente experiencia y cada invierno recibían más entrenamiento. Pero nunca ganaban los mismos “puntos de trabajo” que los médicos formalmente entrenados. De nuevo, el socialismo mostró ser una forma de capitalismo que frustraba el cuidado médico comunista.
Más de un millón se hicieron médicos descalzos, y algunos alcanzaron el nivel de habilidad de los médicos con entrenamiento formal, por ejemplo haciendo operaciones. Sin embargo, la derrota de la Revolución Cultural puso fin a este proceso.
Los médicos descalzos fueron oficialmente abolidos en 1981. El sistema de salud en el campo colapsó.
Principios Saludables
De la experiencia china podemos deducir algunos principios del cuidado medico comunista.
1. Movilizar a las masas para la revolución comunista. Abolir el dinero y la esclavitud asalariada. Sin relaciones sociales comunistas de producción el cuidado médico comunista no puede sobrevivir.
2. Movilizar a las masas para la prevención. La experiencia china muestra que incluso las personas sin conocimientos médicos pueden contribuir grandemente a la prevención. Así fue como acabaron con enfermedades graves y llevaron la asistencia médica a las zonas rurales. La prevención incluye comida nutritiva, agua potable, y sistemas de alcantarillado que podrían haber evitado la epidemia de Ébola en África Occidental.
3. Llevar el conocimiento médico a las masas. Una gran parte de las campañas contra las enfermedades era educar al pueblo- discursos públicos, mítines, marchas, películas, teatro callejero. Los médicos descalzos llevaron a las masas el conocimiento médico en un nivel más alto.
4. Abolir la división entre el trabajo “mental” y “manual” en el cuidado médico. China Socialista nunca cuestionó explícitamente ese modelo. Implícitamente el programa de médicos descalzos lo cuestionó, pero nunca avanzó lo suficientemente para reemplazarlo.
5. Los proveedores de salud deben de trabajar junto a sus compañeros de trabajo en las fábricas, campos, etc. para mantener su dedicación a la clase obrera, en vez de trabajar como proveedores de
salud a tiempo completo.
No una táctica temporal, sino un cuidado médico superior
Los líderes conservadores socialistas chinos acogieron aspectos de estos principios como una táctica de emergencia temporal necesaria porque carecían de otros recursos.
Aquellos con una perspectiva más comunista, como Horn, vieron algo diferente. El enfoque de médicos descalzos “tiene la clave para futuros avances”, declaró. Millones llegaron a conclusiones similares, particularmente durante la Revolución Cultural.
Su lucha nos llama a llevar su tarea a un nivel más alto. Movilizar a las masas para el comunismo - antes, durante y después de la revolución, en todos los aspectos de la sociedad - es nuestro principio director.
Lea más en el Pekín Informa 1964-1972, Joshua Horn “¡Fuera con todas las Pestes!” y William Hinton, “Shenfan”.