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Sólo un Sistema de Salud Comunista Puede Acabar con Epidemias Mortales, Infecciones
Tengo más de 35 años laborando como trabajadora de la salud.  En 1979, empecé a trabajar en el Centro Médico Harborview, el hospital del condado de Seattle, y parte del sistema de hospitales de enseñanza de la Universidad de Washington. Es un hospital altamente clasificado por su Centro de Trauma y su Departamento de Quemaduras.
Trabajé con muchos pacientes que tenían quemaduras graves y heridas abiertas. Nuestro departamento (terapia física) aplicaba cuidadosamente las estrictas precauciones universales.
Sin embargo, a menudo los médicos, residentes, internos y estudiantes entraban en la sala de aislamiento de hidroterapia para observar el tratamiento de un paciente. Había unos pocos que rehusaban vestirse propiamente o incluso a veces rehusaban usar guantes. Les recordaba cortésmente, como nos instruyeron. Pero sólo me ignoraron.
Resulta que esto era sólo una pequeña parte de un problema mucho más grande.
A partir de junio de 1980, un paciente con quemaduras que se sabía tenía  MRSA (una bacteria resistente a antibióticos)  fue trasladado a Harborview. Murió 12 días más tarde. Pero MRSA se propagó incontrolable por todo el hospital por 15 meses. Sólo después de 5 meses inició el hospital a aislar sistemáticamente a los pacientes con MRSA, y todo un año pasó antes de que comenzaran a comprobar si el personal tenía MRSA.


Trabajadoras de la salud en Madrid, España, tirando guantes de protección al Primer Ministro, después de que una enfermera se enfermó del virus del Ébola cuando cuidaba un enfermo con el virus. El enojo era contra los recortes al presupuesto de salud y falta de equipo de protección adecuada.

Una enfermera contagiaba a los demás,  la sacaron y la curaron. Al final, 35 pacientes fueron infectados, y 17 murieron.
El público no sabía nada de esto. Años después, se les reveló a las familias de estos pacientes que a muchos nunca se les dijo que sus seres queridos tenían MRSA, y nunca fue puesta en el certificado de defunción que esa era la causa de la muerte.
Mientras tanto, otros hospitales de EEUU experimentaban brotes de MRSA también. Uno, el Hospital de la Universidad de Virginia, optó por buscar a los pacientes con MRSA o a los que eran susceptibles a la infección, y aislarlos. Esto se conoce como Detección y Aislamiento Activo, o, DAA. Casi de inmediato la tasa de infección se redujo drásticamente, y de 6 o 7 meses fue eliminada por completo. Incluso entonces, continuaron usando DAA. Otros hospitales que adoptaron DAA tuvieron resultados similares.
Despite this success, the Center for Disease Control (CDC) did not make ADI mandatory. They only issued confusing recommendations and let hospitals pick and choose what they wanted.
A pesar de esto, el Centro para el Control de Enfermedades (CCE) no hizo obligatorio el DAA. Sólo emitió recomendaciones confusas, permitiéndole a hospitales escoger lo que quisieran.
En 2005, MRSA mató a 19,000 personas en los EEUU. En 2007, el CCE emitió una declaración que estremeció a la nación. MRSA mataba ahora más personas que el SIDA.
Eligieron dejar que la gente muriera mientras gastaban miles de millones en preparativos para la próxima guerra.
Las personas que atiende Harborview son en su mayoría pobres, a menudo desamparados, discapacitados o enfermos mentales. La gente en África Occidental están empobrecidos, hambrientos, y no tienen cuidado medico.
Como dice el artículo sobre el Ébola, solo una revolución comunista puede cambiar esto. Sólo entonces tendremos el poder para establecer un verdadero sistema de atención médica mundialmente.
Los invito a contribuir a este diálogo, especialmente a los trabajadores de la salud. Debemos escribir más sobre este tema tan importante.

Cada uno debe contribuir su grano de arena

Las películas de Hollywood muestran la vida que existe para la clase dominante y sus compinches. Pero la realidad es muy diferente para la clase obrera. En una sociedad de clases la prosperidad de los pocos se produce a expensas y la miseria de las masas. Muchas personas que viven en África piensan que todo el que nace en América es dueño de una maquina que imprime dinero. Nací en África, y he vivido en EEUU durante 35 años, en Texas, California y Oklahoma.
Sin importar el color de la piel hay muchos estadounidenses que viven en la extrema pobreza, especialmente en los pueblos pequeños. Este es un país racista que golpea más duramente a las personas de piel negra y a los inmigrantes y tira a obreros de piel blanca a la calle. Uno puede ver personas de piel blanca empujando carritos del supermercado en la calle y buscando latas de refrescos en los contenedores de basura. Esta es la vida real para aquellos que el sistema arroja a la calle por el sistema.
Solo una sociedad sin esclavitud asalariada puede satisfacer las necesidades y deseos de las masas. Esa sociedad es una sociedad comunista sin clases, de colectividad y cooperación. Con el fin de ayudar a la actividad del partido, cada uno de nosotros debe contribuir con lo que podamos. No tenemos que pensar que el partido será financiado únicamente por trabajadores y camaradas en EEUU. Es nuestra responsabilidad colectiva sostener la vida del partido y sus actividades para organizar y construir la sociedad que visualizamos. Para continuar la lucha se requiere el compromiso de todos. Todo el mundo tiene que poner en su grano de arena.

—Camarada internacionalista

“Votar No” o “No Votar”

Hace años, antes de ser comunista, no votaba porque los Demócratas y Republicanos eran todos belicistas racistas. Luego vino la campaña de votar para prohibirle un tercer turno al alcalde racista de Filadelfia. Parecía una oportunidad de votar “no” contra él sin votar por otro político repugnante.
Eso fue un error. El votar crea ilusiones en el sistema patronal.
Mis compañeros de trabajo pronto votarán por un contrato que recortará beneficios de salud, eliminando pequeñas mejores salariales. No habrá huelga: el sindicato convirtió su fondo de huelga en un fondo político hace años. Necesito explicar a mis compañeros que este contrato, al igual que todo contrato, nos ata al capitalismo. ¿Cuál lema explica mejor esto: “VOTAR NO” o “NO VOTAR”?
Bandera Roja reportó que los chóferes de autobuses de Los Ángeles aprobaron un contrato por un pequeño margen, muchos rehusaron votar. Muchos influenciados por el análisis de nuestro periódico votaron NO. ¡Algunos patrones  expresaron abiertamente su temor por esto!
Creo que algunos que no votaron también fueron influenciados por nuestra política. Tal vez ellos pensaron correctamente que el rechazar este contrato les dejaría con otras cadenas. ¿Es por eso que no aconsejamos abiertamente a los trabajadores a votar “NO”? Parece que es por eso qué los obreros de Boeing boicotearon masivamente su última votación contractual.
En vez de eso, llamamos por una huelga política comunista contra el capitalismo. Esta sería ilegal y no estaría necesariamente ligada a votar por un contrato. Podría ser la los asesinatos racistas policiales, o al despido de un compañero de trabajo, o en solidaridad con obreros africanos. Seria la ira obrera contra la esclavitud asalariada, su desprecio a la gerencia y el sindicato, y su creciente confianza en el comunismo.
Los patrones de Los Ángeles temían una huelga del transporte porque afectaría sus ganancias y sabían que la aprovecharíamos para popularizar las ideas comunistas en esa lucha de clases aguda. Para los que votaron “no”, porque le dieron la bienvenida a esta oportunidad, abrimos las puertas de nuestro Partido.  Extendemos la misma invitación a los que no votaron e incluso a los que votaron “sí”.
Las oportunidades para avanzar el comunismo nos rodean. No dependen de cuestiones reformistas, como votar por un contrato. ¡El PCOI es tu partido! ¡Ayuda a desarrollar y poner en práctica las tácticas que avanzan la estrategia de movilizar a las masas para el comunismo!

Camarada en Los Angeles

¿Cual Quieres? Castigo Capitalista o Colectivismo Comunista

Los patrones de Boeing están otra vez repartiendo masivamente notas de acción correctiva (NAC). Las NAC  son el primer paso en una serie de acciones que a la larga amenazan nuestros empleos. Nuestra respuesta inicial fue proteger primero a los empleados nuevos.
Casi todos los empleados veteranos tienen una o más de ellas porque los errores son inevitables. Todos nos negamos a discutir o especular quién cometió el error inicial, porque los patrones usarían esa información para darnos castigos más severos. Mejor rehusarse a hablar con el enemigo.
Los obreros que recibieron estos NACs representan cientos de años de trabajar. Ellos ya han producido ganancias millonarias para la compañía. ¿Debiéramos avergonzarnos porque Boeing tendrá que rehacer algunas partes?
En el comunismo los errores se utilizarían como oportunidades para que todos aprendan. Produciríamos para nuestra clase, no para las ganancias patronales. No habría ninguna vergüenza en hacer un error honesto. De hecho, a menudo uno puede aprender más de sus errores que de sus éxitos.
Aprendimos algo de nuestras discusiones durante este incidente. Algunos veteranos les dijeron a los nuevos que estaban en desventaja debido a su entrenamiento. Los veteranos aprendieron en el trabajo desde el primer día. Pudimos aprender de los errores de otros obreros. Los nuevos pasan por un sistema de aprendizaje en el aula y se espera que sean capaces de producir sin errores desde el primer día.
Pero, el entrenamiento incluso para los veteranos es muy limitado. En el comunismo, los torneros, por ejemplo, aprenderían la metalurgia y la mecánica estructural. Podría entonces no sólo fabricar las partes según los planes, pero sabrían el porqué. Entonces podrían ver cuáles desviaciones son importantes y cuáles no.
“Tomemos al ejecutivo, por ejemplo”, dijo un veterano. “Si le preguntas cómo vuelan los jets te diría que primero tienes que conseguir un préstamo bancario y luego la mano de obra más barata posible, etc. Él realmente no sabe cómo se hacen.”
“Sí, el ejecutivo no sabe nada “, comentó otro, “pero fue a la escuela por muchos años para aprender finanzas, por lo tanto cree que su sueldo exorbitante está justificado.”
El miedo y el castigo son lemas de los capitalistas. La colectividad y la ayuda camaraderil son nuestros lemas. ¿Cuál quieres?

Rojo de Boeing

El Comunismo está en Mi Sangre

El 3 de octubre, recibí noticias de que muchos obreros de Johnson Controls en la planta de Uitenhage, Sudáfrica, perdieron sus empleos. Le pregunté a una antigua obrera de Johnson Controls, “¿Cómo perdieron sus empleos y en cantidades tan grandes?”
Me dijo que es porque Johnson Controls está obligando a todos sus obreros a aceptar el salario promedio de una agencia de empleo, que es la mitad del salario normal que los obreros permanentes recibían. Los que no querían aceptar los nuevos términos perdieron sus empleos.
La vida de estos obreros era económicamente difícil porque recibían el salario mínimo antes de introducirse estos nuevos términos laborales. Ahora es aún peor: el salario ha sido reducido a la mitad. No hay manera de que los obreros puedan aceptar estas nuevas condiciones y en lo que al sindicato se refiere, o bien no luchó por los obreros o han perdido la batalla una vez más.
El sistema capitalista está asegurándose  de que los obreros sean explotados sin piedad y que no tengan voz alguna en estas prácticas laborales injustas. La situación de la clase obrera se empeora día tras día y los obreros no tienen solución a este problema. Estas son prácticas dictatoriales impuestas por el despiadado e insensible sistema capitalista.
Este es el momento para que la clase obrera se integre al PCOI (Partido Comunista Obrero Internacional). Juntos destruiremos el sistema capitalista de una vez por todas. Tengo muchos amigos que trabajan para Johnson Control y les estoy diciendo todo acerca del comunismo y del PCOI. Ellos ven que lo que decimos tiene sentido. No tenemos otra opción que luchar por el comunismo. El comunismo está en mi sangre, siempre pienso en ello y estoy muy motivado para construir nuestro Partido.

Un Camarada sudafricano