¡Luchemos por el Comunismo!
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“China está gobernada por un partido que se autonombra, pero su realidad económica es una de un capitalismo voraz “, escribió un columnista del New York Times. El Times imprime muchas mentiras, pero esta noticia es verdad. Los gobernantes chinos, como otros capitalistas, promueven el racismo de dos maneras - en casa y en el extranjero - mientras proyectan su poderío económico y militar en todo el mundo.
El capitalismo chino está ampliando su alcance en África Subsahariana (ver Bandera Roja Vol. 6 #14). Se ha convertido en un super-explotador imperialista y enemigo de los obreros negros allí. Desde Nigeria a Zambia a Mozambique, los obreros africanos están resistiendo.
Por ejemplo, el Grupo Huajian está invirtiendo $ 2 mil millones en Etiopía para producir zapatos para exportar a Europa y Norte América. Un zapatero etíope gana cerca del 25% de lo que recibe un obrero chino.
Los patrones chinos se quejan de que los obreros africanos son menos “productivos”. Eso significa que planean la aceleración y otros métodos para intensificar la explotación racista. ¡Esperemos ver más y más la lucha de clases!
Ayúdennos a tomar ventaja de esta oportunidad para difundir el comunismo en Etiopía y otros países. Traduzcan este artículo y Movilizar a las Masas para el Comunismo a cualquier idioma que puedan y compártanlos ampliamente.

El racismo contra los africanos en China
El imperialismo de EE.UU. crea racismo contra los obreros latinoamericanos viviendo en EEUU. El imperialismo francés hizo lo mismo con los obreros vietnamitas y argelinos. Y esto está sucediendo con los obreros procedentes de África subsahariana que viven en China.
Cerca de 200,000 africanos viven en Guangzhou, la tercera ciudad más grande de China (población: 13 millones) y un centro de fabricación. Muchos de los recién llegados esperan exportar productos chinos de bajo costo a África. Pocos buscan empleos en las fábricas: para eso, se pudieron haber quedado en casa.
Algunos inmigrantes vienen con visas de turista de 30 días. Muchos son considerados “ilegales” por quedarse más tiempo. Las autoridades allanan sus hogares, imponen multas y sentencias carcelarias, y a veces los golpean.
Otros inmigrantes vienen para quedarse. Pero a las parejas africanas en China se les niega atención médica del estado y la educación de sus hijos. Sus hijos nacidos en China no tienen el mismo estatus legal que los hijos de padres chinos.
Los chinos pueden ser abiertamente racistas con los africanos, incluso con aquellos que hablan bien el mandarín. Utilizan nombres despreciables para el barrio africano en el centro de Guangzhou. Los africanos a menudo no pueden conseguir taxis. Cuando hay broncas, por lo general los africanos son los arrestados y brutalizados por la policía.
En 2009, cientos de africanos protestaron ante una comisaría en Guangzhou después de que un nigeriano saltó desde un segundo piso para escaparse de una redada de inmigración. En 2012, una enorme protesta estalló cuando otro hombre nigeriano murió misteriosamente bajo custodia policial.
Algunos empresarios africanos con éxito se casan con mujeres chinas que pueden legalmente administrar sus empresas. A menudo, estas mujeres son trabajadoras mayores buscando escaparse de la fábrica. Sus parejas africanos, sin embargo, no pueden convertirse en residentes legales.
Estos aspirantes a empresarios necesitan aprender que el capitalismo es racista hasta la médula, donde quiera que exista. “Estoy viviendo el sueño americano en la tierra del dragón”, dijo un comerciante de Nigeria. ¡Pero ese “sueño americano” yace en una base del racismo y el genocidio! Incluso los hombres de negocios exitosos de África no pueden escapar del racismo de la sociedad capitalista china.
Los obreros de Guangdong están en el epicentro de una ola de huelgas en China. Muchos de ellos son inmigrantes del sudeste de Asia. Fueron reclutados hace cinco años, cuando la escasez de mano de obra subió los salarios de fábrica. Ahora la economía se está desacelerando. Es probable que experimenten ataques racistas más agudos. Ellos y los inmigrantes africanos y los ciudadanos chinos deben unirse para movilizar para el comunismo real. Así es como crearán la base material para ponerle fin a todo racismo.

El Comunismo: Red Ineludible de Mutualidad
En el comunismo nadie va a explotar el trabajo de nadie. Ningún grupo de trabajadores se aprovechará de sus hermanos y hermanas en otros lugares. El comunismo borrará las fronteras nacionales, haciendo posible, finalmente, la derrota de la ideología racista del imperialismo.
El sistema salarial capitalista (incluso en el socialismo) obliga a cada hogar a valerse por sí mismo. Esto fomenta el individualismo, contradiciendo la necesidad obrera de la solidaridad de clase.
El individualismo y la competencia del mercado laboral crean un terreno fértil para el racismo. Los políticos e ideólogos patronales siembran las semillas. Sus escuelas, medios de comunicación y la cultura riegan las hierbas venenosas que echan raíces.
Martín Luther King Jr. escribió desde la cárcel de Birmingham que todos estamos “atrapados en una red ineludible de mutualidad”. En el comunismo veremos esto en la práctica diaria. En una sociedad sin dinero veremos claramente  que “cualquier cosa que afecta directamente a alguien, nos afecta indirectamente a todos”. La vida misma reforzará la conciencia antirracista comunista.
Para ganar el comunismo hay que luchar fuertemente contra las ideas racistas que los capitalistas utilizan para dividirnos. Debemos buscar y construir un liderazgo de entre los súper-explotados y súper oprimidos.
Mientras ganamos y construimos el comunismo, los antiguos gobernantes, desesperados por recuperar su poder, intensificarán sus ataques racistas. Nuestra lucha contra los legados materiales e ideológicos del capitalismo racista se agudizará. En el proceso, el Partido Comunista Obrero Internacional crecerá en números, confianza e influencia – empezando desde ahora.