¡Luchemos por el Comunismo!
	Partido Comunista Obrero Internacional
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Estoy escribiendo este artículo porque un nuevo camarada me dijo: “Tienes que cumplir con tus responsabilidades.” ¡Como pueden ver, los que acaban de ingresar al Partido pueden dar liderazgo!
Diecisiete de nosotros nos reunimos en el municipio de Noxolo para preparar nuestra conferencia internacional del Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) de este fin de semana que viene. Jóvenes y adultos, hombres y mujeres, negros, latinos y blancos, de tres continentes elaboramos nuestros planes.
Empezamos leyendo secciones del manifiesto de nuestro partido “Movilizar a las Masas Para el Comunismo”. Un amigo pronto concluyó que la tarea clave era “explicar el comunismo a la gente en general”.
Sobraba el coraje contra el capitalismo. Por ejemplo, nuestro nuevo camarada nos dijo cómo el Congreso Nacional Africano (CNA), para ser elegido, había mentido acerca de construir viviendas dignas. (Más tarde, ella relató su lucha contra la xenofobia en su municipio. Ella pensaba que la pobreza de sus vecinos era culpa del sistema capitalista, no de migrantes pobres provenientes de otros países africanos).
La discusión pronto viró hacia cómo nosotros resolveríamos la crisis de la vivienda bajo el comunismo. Nuestro Partido movilizaría a las masas para construir las casas que necesitemos. No más préstamos bancarios o empresas constructoras corruptas. De hecho, no más empresas en absoluto.
Similarmente, un delegado sindical en una importante fábrica farmacéutica inició una discusión de cómo el trabajo sería diferente cuando tengamos el comunismo.
No más trabajos explotadores, sino trabajos colectivos. No más esclavitud asalariada, sino que dedicación a la clase obrera. Producción para satisfacer las necesidades de nuestra clase, no para producir ganancias o venderse.
No más crisis de sobreproducción amenazando cientos de miles de empleos en Sudáfrica y alrededor del mundo. Nuestras decisiones para producir serán dictadas por las necesidades de las masas, no por cuanto los patrones puedan vender.
Todo el mundo contribuyó con su granito de arena, especialmente cuando tres estudiantes querían saber cómo funcionaria la educación comunista.
“¿Tendremos colegios y universidades?” -preguntó uno. No las elitistas y aisladas instituciones que promueve el capitalismo. La educación estará ligada al trabajo.
Una profesora de México dijo que los estudiantes de las zonas rurales son orillados a trabajar en la agricultura. Ella pensó que deberíamos mover a la gente para que aprendamos  a trabajar en muchas industrias diferentes.
Una de sus estudiantes participaba mucho en clase. Dijo que hacia esto para obtener buenas calificaciones. Pensaba que podía ganar más dinero si sacaba buenas notas. Bajo el comunismo no tendremos calificaciones individuales. Evaluaremos el progreso, completando proyectos colectivos.
La maestra le dijo a su estudiante que debería aprender a no avanzar en forma individual, sino para ayudar a nuestra clase. Bajo el comunismo, esto será la norma.
Otro estudiante ingresó al Partido.
La reunión continuó así. Contestando cada fracaso capitalista con un plan para el comunismo nos ayudó a reunir las herramientas para “explicar el comunismo a la gente en general”.
Un participante de Los Ángeles, EE.UU., dijo al que  lideraba la reunión que él pensaba que en Sudáfrica había un gran potencial para reclutar gente al Partido.
“¡Hay exceso de potencial!” respondió a nuestro camarada.
Irónico, pero es un verdadero obstáculo con el cual tenemos que lidiar. Ciertamente, recaudando más dinero para este esfuerzo ayudará. Debemos financiar la impresión de Bandera Roja en Sudáfrica para acomodar el aumento en la circulación.
No obstante, la reunión nos muestra el camino a seguir. Aprendimos más sobre como explicar lo básico del comunismo. Cuanto mas lo hagamos,  más ingresará al Partido la gente en general.