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Seattle, EE.UU. --¿Cuándo un auge en la producción es señal de una crisis emergente de sobreproducción, despidos, recortes salariales e inseguridad? Siempre bajo el capitalismo, pero ahora más que nunca. Sólo la producción comunista puede acabar con estas crisis interminables.
Se suponía que la industria aeroespacial era una de las pocas industrias no afectadas por la crisis mundial. No parece que eso vaya a durar mucho más tiempo.
En octubre, Richard Anderson, el director ejecutivo de la Aerolínea Delta, advirtió de una sobre oferta de aviones. En noviembre, las ventas se desplomaron en la feria aérea de Dubai “al perderse la confianza en la industria” (Wall Street Journal, 11/8). La futura producción china empeorará aun más los problemas de sobreoferta.
Un auge en la producción sería una buena noticia bajo el comunismo, no un presagio de crisis. Podríamos poner los aviones adicionales a buen uso: digamos, para promover el contacto internacional entre los trabajadores de todo el mundo.
Si tuviéramos un exceso de capacidad productiva, podríamos cambiar a producir otras cosas necesarias. El exceso de capacidad productiva nunca se traduciría en ataques a los obreros que hacen los aviones -- como debe ser en el capitalismo.
Respuesta capitalista a la crisis: ataques racistas
El empleo en Boeing alcanzó su punto máximo en 1998. En aquel entonces, producía 564 aviones al año, cerca de 217 obreros por avión. Este año su meta es hacer 760 aviones, con sólo 109 obreros por avión.
Boeing ha sido capaz de hacer esto mediante la aceleración de sus obreros, la automatización y trasladando la producción a zonas con salarios más bajos y usando subcontratistas. Ellos están destruyendo la fuerza laboral de Boeing en el área de Seattle.
En 2013, el estado de Washington les dio a las compañías aeroespaciales $ 8,700 millones “para conservar buenos trabajos”. Desde entonces, Boeing ha perdido 3,000 empleos a pesar del aumento de producción.
Gran parte de estos miles de millones van a los subcontratistas. Según el Seattle Times, la mayoría de los obreros de los subcontratistas ganan entre $ 10- $ 15 por hora en Washington.
Los subcontratistas son centros de súper-explotación racista. Los obreros negros y latinos en estas plantas ganan apenas una tercera parte de lo que ganan los obreros de Boeing.
Los obreros negros y latinos son los más afectados, pero los salarios de los trabajadores blancos en estas plantas (así como aquellos empleados directamente por Boeing) también se ven reducidos. Eso es cierto para los obreros en el estado de Washington, en Los Ángeles, en el sureste del país y en todo el mundo. Los patrones crearon el racismo para mantener su poder, para dividir y súper explotar a los obreros del mundo. Esa es la manera como Boeing embolsa ganancias máximas y trata de impedir que veamos que somos una clase con el mismo interés: luchar por el comunismo.
Bajo el comunismo, no habrá diferencias salariales racistas o sexistas, porque no habrá salarios. Todo será distribuido según las necesidades. Este es nuestro lema.
Además, los obreros se reunirán y consultarán sin importar en qué fábrica en particular trabajen. Entonces podemos aprovechar la experiencia práctica y política de nuestra clase. Trabajar en una clase de planta u otra ya no definirá nuestro estilo de vida y valor.
Irónicamente, los patrones de Boeing ganarán menos de cada avión vendido porque ahora hay menos obreros para explotar en la producción de cada avión (véase el recuadro). Tienen que vender más aviones si esperan obtener el mismo rendimiento de la inversión.
Airbus tiene que hacer lo mismo. Finalmente, el mercado no puede absorber el incremento de la producción, intensificando aun más la crisis. ... ¡Juntamente con ataques racistas más severos!
Los Obreros Deben Responder a la Sobreproducción Movilizando para el Comunismo
Bajo el comunismo, no vamos a ser atacados por el exceso de capacidad productiva. No nos preocuparemos porque el mercado no sea capaz de absorber los productos “extras” porque no habrá mercado.
El mercado capitalista solo puede vender lo que los obreros pueden pagar. La producción comunista no dependerá de las ventas. Orientaremos la producción para satisfacer nuestras necesidades colectivas, no a la capacidad de poder pagar.
Entonces podremos organizar la producción lógicamente. No seremos motivados por la necesidad de obtener más ganancias, porque no habrá ganancias. Eventualmente habrá abundancia, pero no una crisis de sobreproducción.
El sindicato de Boeing negoció un contrato de 13 años que recorta salarios y elimina las pensiones definidas. Estas concesiones ni siquiera frenaron el cambio racista de deslocalizar plantas y la subcontratación. El sindicato condena la injusticia de todo esto, pero no tienen una estrategia que pueda tan siquiera disminuir los ataques.
Necesitamos una estrategia que haga lo que el sindicalismo es incapaz de hacer. Necesitamos una estrategia para movilizar a las masas para el comunismo. Esa es la estrategia del Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) - ahora y en el futuro.
Los patrones responden a la sobreproducción atacándonos. Ayúdale a responder a la clase obrera ingresando al PCOI. Juntos haremos que la producción comunista sea la orden del día.
La Sobreproducción Parte Integra del Capitalismo
Las crisis capitalistas de sobreproducción son inevitables. Iniciada en 2008, la más reciente es mundial e implacable.
Los capitalistas no pueden sobrevivir sin explotar a la clase obrera. La clave de la explotación es el robo de la plusvalía del trabajo de los trabajadores. La plusvalía es la diferencia entre el valor que los trabajadores producen y lo que se les paga.
Por ejemplo, en Boeing pagan sólo el equivalente del valor que producimos en las dos primeras horas de la jornada laboral. El resto (plusvalía) los patrones se lo apropian para pagar por sus fábricas, máquinas, etc. (a veces llamado los medios de producción), sus sueldos obscenos y ganancias.
Mientras tanto, Boeing debe automatizar constantemente y subcontratar para encontrar maneras de producir más con menos obreros. Si no lo hicieran, sus competidores, como Airbus, podrían vender mas barato que ellos y llevarlos a la quiebra.
La amarga verdad de la producción capitalista es que los patrones sólo pueden robar la plusvalía de los obreros laborando. Con menos obreros produciendo cada avión, hay menos plusvalía que apropiar.
Boeing tiene que vender más aviones si quiere mantener su rendimiento de la inversión en plantas y maquinaria. Lo mismo debe hacer Airbus.
Muy pronto hay demasiados patrones peleándose por un mercado cada vez mas chico. La inevitable crisis comienza y los ataques racistas contra la clase obrera se intensifican.