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¡LUCHEMOS POR EL COMUNISMO!

Partido Comunista Obrero Internacional

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Nuestro Plan

MTA: Ideas Comunistas son Primarias en la Lucha de Clases

El Salvador: Obreras/os de Maquilas Construyen al PCOI

Sudáfrica: ¡Rujan Leones Jóvenes!

Folleto: Movilizar las Masas para el Comunismo

Folleto: La Educacion Comunista Para una Sociedad Sin Clases

Folleto: Huelgas Sudafricanas

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Obreros Industriales: Fuerza Clave Revolucionaria

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Brasil: Huelguistas del transporte luchan contra la policía durante la Copa Mundial para unirse a la protesta de los residentes de las favelas

Nuestras vidas giran en torno a cómo la producción está organizada. Para transformar como la producción está diseñada es transformar la sociedad misma. Ésta simple, pero verdad oculta, encapsula por qué los obreros industriales son clave para hacer y mantener la revolución comunista. La clase obrera industrial es la fuerza principal de la revolución. No son, y no pueden ser, la única fuerza.
En primer lugar, no se puede pensar en revolución sin masas de soldados rojos. Profesores, estudiantes e intelectuales juegan un papel vital, incluso indispensable.
A menudo echan a andar el proceso. Pero si quieres terminar lo comenzado, tienes que recurrir a la clase obrera. La clase obrera industrial posee la estabilidad, organización y relación con los medios de producción necesarias para movilizar a las masas para el comunismo. Esta relación clave con los medios de producción les da el poder para rápidamente agudizar la lucha. Ilusiones pacifistas sobre el sistema patronal no encontrarán terreno fértil aquí.
El papel central de los obreros industriales no termina después de la toma del poder. Estarán a la vanguardia del rediseño de fábricas y campos en torno al trabajo colectivo.
La humanidad necesita la producción para sobrevivir. Pero la forma en que producimos ayuda a moldear nuestro propio ser.
Desde que los niños comiencen a percibir el mundo a su alrededor, verán que bajo el comunismo los que ellos conocen trabajan para el bien común. El trabajo no será por un salario que pone comida en la mesa de una familia individual. El colectivismo, no el individualismo, será su primera visión del comportamiento humano.
Conforme tengan la edad suficiente, visitarán los centros industriales donde obreros industriales rojos estarán entrenados para enseñarles la ciencia, las matemáticas, el lenguaje y la organización política detrás de la producción comunista. Desde temprana edad se acostumbrarán a realizar trabajo útil, no explotador Y cuando ya estén listos para entrar en la fábrica, base de autobús, granja colectiva, o mina ya tendrán una idea de cómo construir las colectivas que necesitamos. Su aprendizaje continuará conforme se muevan de trabajo en trabajo, enseñando y produciendo.
El capitalismo crea sus propios sepultureros en la clase obrera industrial. Los obreros industriales están en una posición única para avanzar la lucha: para cambiar la naturaleza de la producción, de la sociedad y de la forma como pensamos acerca del potencial humano.

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Camaradas en México llevan Bandera Roja a trabajadores, 1º de Mayo 2014

Obreros Industriales Combaten Mundialmente al Capitalismo

Cada rebelión industrial tiene un carácter político. A veces es implícito como cuando se rechaza un soborno.
Otras veces es explícito como cuando se ataca el poder armado del Estado en Egipto, Brasil y Sudáfrica. Algunas incluso bloquean las actividades gubernamentales en lugares como Grecia, Bangladesh y México.
Cada una hizo a un lado a los sindicatos, ignorando contratos que codifican la legitimidad sindical. La bancarrota del reformismo capitalista encarnada en la ideología sindical está en las mentes de millones.
Cada una confirma el heroísmo enorme de la clase obrera industrial. Estos héroes han hecho añicos la idea de que los obreros industriales no pueden ser los agentes del cambio. Y cada una atrae aliados nacionales e internacionales, entre las amplias masas, preparando el terreno para la revolución comunista.

Entre Más Grande la Clase Obrera Industrial; Más Grande es el Potencial Comunista

El tamaño de la clase obrera industrial mundial se ha disparado. Su cantidad numérica no tiene precedentes. Ahora más que nunca la clase obrera industrial es clave para movilizar a las masas para el comunismo.
La CIA estima que solo en manufactura, minería, construcción y energía hay más de 750 millones de trabajadores. Con éstos están los íntimamente relacionados obreros del transporte, comunicaciones y producción de alimentos.
Las cadenas de suministro industrial abarcan todo el mundo. Millones han entrado a fábricas en países apenas tocados anteriormente por la producción industrial. La mano de obra migrante, a veces temporal, sujeta a millones más a una horrible explotación racista y sexista.
De hecho, el asesinato en masa de miles de trabajadores migrantes en la construcción de los estadios de la Copa Mundial de Qatar, fue demasiado para los profesionales jugadores de fútbol. El futbolista marroquí Abdeslam Ouaddou que jugó en equipos Ingleses, franceses, e incluso de Qatar denunció que "esta copa del mundo es de la vergüenza y de la esclavitud." Él no estaba solo. En Brasil, protestas a la Copa Mundial cunden por doquier. Liderados por obreros del transporte y de la basura, cuatro millones han salido a las calles en el último año, paralizando ciudades enteras.
En medio de esta creciente rebelión contra la explotación yacen los recursos para forjar un mundo comunista. Uniendo a estos obreros con soldados, nuestra estrategia partidaria de movilizar a las masas para el comunismo se vuelve realidad. Donde los comunistas vemos potencial, el capitalismo responde con crisis económicas. La expandida capacidad de producción ha hundido a este sistema ilógico en una crisis mundial de sobreproducción. Desde el comienzo de ésta, el empobrecimiento de la clase obrera, predicha por Carlos Marx, la ha golpeado salvajemente.
Los obreros eran inicialmente simples victimas. Para 2010, estrategas de la clase dominante, como Joe Quinian del Banco de America, comenzaron a preguntarse, "¿Podría la economía mundial recuperarse a tiempo para sofocar el creciente descontento de millones de trabajadores que se han volteado violentamente, en algunos casos en contra del capitalismo?" ¡Demasiado tarde para eso! Ese barco ya zarpó.
El año pasado, cientos de miles de mineros sudafricanos atacaron lo que muchos pensaron eran los instrumentos inexpugnables de la dominación capitalista. Ni arrestos, ni torturas, ni la muerte misma pudieron quebrantar la determinación de los obreros.
Lucharon contra el gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA) y sus policías asesinos. Destrozaron las sedes sindicales: sindicatos que durante décadas aprovecharon su popularidad por su lucha contra el apartheid. Su valentía desenmascaró la mentira de que el capitalismo post-apartheid sudafricano no es racista.
Su lucha y otras similares han inspirado a millones alrededor del mundo. "Las masas han despertado", comentó un amigo en Boeing, un continente distante, después al oír de esta rebelión. Este sentimiento anticapitalista masivo nos inspira a todos, pero no puede ser consolidado sin una alternativa comunista. "Necesitamos un nuevo tipo de organización", dijo un amigo en Sudáfrica. "Aquí no existe una organización con este objetivo (de movilizar para el comunismo)".
Un obrero metalúrgico y sus amigos respondieron a esta deficiencia fatal fundando en Sudáfrica, el 1º de Mayo 2014, una nueva rama del Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI).

Los Capitalistas No Se Rendirán Sin Pelear
Los patrones hacen lo imposible por políticamente contener este maremoto de rebeliones industriales. Su reinado tendrá sus días contados si más hacen lo que hicieron nuestros camaradas sudafricanos: construir al PCOI y la lucha a su lógica conclusión revolucionaria.
La recuperación económica rápida global que Quinian esperaba que "sofocaría el creciente descontento" no se asoma por ningún lado. Los patrones han empobrecido a cientos de millones para aumentar sus ganancias y fortalecer sus empresas. Sin embargo, la crisis continúa.
El Consejo de Relaciones Exteriores, el principal grupo teórico de la política exterior de EEUU, se preocupa porque los gobiernos capitalistas y dueños corporativos han "perdido legitimidad".
En un esfuerzo en vano por restaurar esta "legitimidad perdida", los expertos capitalistas hablan de reformas para reducir la desigualdad.
Sobre todo, los patrones quieren que revolucionarios potenciales crean que la clase obrera industrial no puede ser un agente de cambio, que a lo máximo que puede aspirar es a un pequeño aumento salarial. Piensan lograr esto con la ayuda de un ejército de reformistas, dirigentes sindicales, socialistas, liberales y otros falsos izquierdistas. En EEUU y otros países estos falsos líderes promueven un movimiento para aumentar el salario mínimo. Cuanta explotación es aceptable sustituye la lucha por acabar con la explotación. El capitalismo roba los frutos de nuestro trabajo. Los patrones son dueños de los medios de producción que nosotros creamos. Por eso, nos vemos obligados a mendigarles para que nos exploten. Trabajando por salarios nos esclaviza. En el comunismo, el trabajo colectivo reemplazará los empleos de explotación. Nuestro valor será medido no por la cantidad de dinero que ganemos, sino por nuestra contribución al bien común. El comunismo nos restituirá nuestra humanidad.

La Esclavitud Asalariada es la Base del Racismo y Sexismo
El sistema salarial también constituye la base material del racismo y sexismo. Eliminando los salarios nos permitiría montar una campaña par finalmente acabar con el racismo y sexismo.
Estas ideologías anti-obreras justifican los miles de millones en ganancias adicionales que los patrones obtienen de las diferencias salariales racistas y sexistas. El sistema capitalista tendría dificultades sobreviviendo sin esta superexplotación.
Movilizar exitosamente para el comunismo, ahora y en el futuro, requiere destruir estas ideologías venenosas. Debemos forjar lazos profundos con los obreros que los patrones quieren aislar.
La opresión racista y sexista le ha enseñado mucho a nuestros más oprimidos hermanos/as de clases. Ellos pueden potencialmente proveer el liderazgo revolucionario que todos necesitamos.
El sindicalismo es otra trampa política. El principal portavoz de la clase dominante de EEUU, el New York Times publicó un editorial diciendo que un movimiento sindical más robusto es la respuesta a la desigualdad. Sin embargo, en seguida demandan que los sindicatos sean "prácticos" y que trancen los centavos que los patrones nos permiten tener.
El Sindicato IAM en Boeing, por ejemplo, está más que dispuesto a acomodarse con los patrones. Centrado en la industria aeroespacial de EEUU. La cúpula sindical nacional se ha comprometido proveerles una mano de obra barata, encadenada a los contratos de explotación que prohíben huelgas. En diciembre del año pasado, los obreros de Boeing del Sindicato IAM se rebelaron. Marcharon por las plantas cuando los dirigentes de la empresa y el sindicato les exigieron que sacrificar la próxima generación de obreros por un soborno de $10,000.00.
En pocos días, las redes de Bandera Roja distribuyeron miles de volantes titulados: "¡No a la Extorsión; Retomemos lo Que es Nuestro!" para movilizar para una revolución y producción comunista. Los obreros corrieron a los oficiales sindicales de las reuniones sindicales. Demandaron que la cúpula nacional abandonara la ciudad.
El sindicato nacional, sus amigotes ejecutivos, el gobernador del estado de Washington, y oficiales federales conspiraron su venganza. Programaron una segunda votación cuando miles de obreros estuvieran de vacaciones. Finalmente, revirtieron la derrota de 2 a 1 de la propuesta original del contrato. Sólo el 6% de la fuerza laboral votó para elegir el nuevo presidente sindical poco después. La mayoría de estos fueron dirigentes y delegados sindicales a sueldo. Desde entonces, grupos pequeños de obreros de Boeing asisten constantemente a nuestras reuniones y eventos sociales para discutir una alternativa comunista al sindicalismo.

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Trabajadores de Boeing dicen NO al contrato sindical, 2013

La ideología sindicalista dice que podemos sobrevivir y prosperar si nos unimos para reformar las condiciones laborales. Como cada ilusión generalizada, esta ideología contiene un elemento que es verdad. La unidad es esencial.
La unidad de clase obrera es la plataforma sobre la cual una sociedad comunista puede transformar la producción. La producción comunista hará que los frutos de nuestro trabajo sean nuestra propiedad colectiva, no la propiedad privada de los patrones. Esta crisis ha obligado a los patrones ha quitarse los guantes de seda. Han exprimido a nuestra clase para salvar sus empresas.
Ultimadamente, esto será incapaz de asegurarles sus imperios. Se verán obligados a atacar a sus competidores internacionales. Están perfectamente dispuestos a devorar toda una generación en sus fábricas y campos de batalla de la próxima guerra mundial.
Los obreros industriales -junto con los soldados están en una posición estratégica única para hacer que la próxima guerra patronal sea su última.

La Fuerza Motriz de la Revolución
Grupos de obreros industriales comunistas, como los que se nos unieron en El Salvador y Sudáfrica, pueden transformar las rebeliones en las que participan. En lugar de exigir un cambio en la dirigencia del Estado capitalista, pueden dirigir la ofensiva para acabar con el Estado capitalista. En lugar de exigir una indemnización más equitativa, pueden movilizar para eliminar las fábricas explotadoras. Adonde sea que los obreros industriales reclamen este manto, le darán peso a la movilización comunista. ¿Quién no querría fábricas que desencadenen el potencial creativo de la clase obrera? ¿Quién no querría centros de trabajo que fueran centros culturales y de aprendizaje para los trabajadores y sus hijos? ¿Quién no querría fábricas basadas en producir para satisfacer las necesidades de nuestra clase, y no en la explotación y las ganancias?

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220,000 trabajadores metalurícos e ingenieros en huelga política contra gobierno CNA de Sudáfrica.

Estas unidades industriales comunistas construirían no sólo las cosas materiales que necesitamos, sino también los colectivos necesarios para construir un nuevo mundo comunista.
La crisis les ha hecho más difícil a los patrones y sus agentes ocultar la verdad desnuda de la explotación. El empobrecimiento de obreros industriales y de trabajadores en general es inherente al capitalismo.
La clase obrera industrial es más grande y más explotada que nunca en la historia. Las rebeliones que tratan de romper con las limitaciones del sindicalismo y el reformismo liberal abundan. Estas desafían los instrumentos tradicionales de la dominación capitalista. Ahora más que nunca, los obreros industriales pueden ser la fuerza de la revolución comunista.

NUESTRO PLAN

Luchas de clases tumultuosas marcan el mundo. Estas luchas giran en torno a los obreros industriales tan necesarios para hacer una revolución.
Debemos responder concretamente. Como mínimo debemos garantizar el crecimiento del Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI).
Las redes de Bandera Roja deben expandirse, desarrollándose en colectivos organizadores proveyendo soluciones revolucionarias. Nuestra base puede ampliarse y profundizarse, política y personalmente. Organizando huelgas políticas ayuda. Lo que hacemos hoy sienta las bases para el poder comunista de mañana.

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Los obreros/as exigen pena de muerte para patrones responsables por el asesinato de 3,000 costureros/as en el derrumbe de fábrica, Bangladesh, 2012

Muchos trabajadores nos preguntan que es lo que deben hacer para integrarse al PCOI. Estos mismos trabajadores a menudo ponen a prueba las ideas de Bandera Roja con sus compañeros de trabajo, amigos y familiares. Discusiones colectivas, críticas y autocríticas vendrán conjuntamente al integrarse. Estas actividades ayudarán a nuestros amigos a expandir la influencia del periódico.
Cada recluta es un clavo más en el ataúd del capitalismo. Cuando más grupos se integren podremos convertir las rebeliones en revoluciones.
Nuevos miembros y amigos pueden ampliar las redes de Bandera Roja, circulándolo en las fábricas y en los hogares obreros industriales y sus familias. Estas redes se convertirán en los centros organizativos.
Las redes deben organizar grupos para estudiar las lecciones en las páginas de Bandera Roja. Estos círculos de estudio ayudarán a nuestra base a movilizar sus compañeros de trabajo. Nuestros amigos pueden entonces desarrollar la confianza que necesitan para ingresar al Partido.
Las redes sientan las bases para una construcción de base más intensa. Las reuniones sindicales, manifestaciones, huelgas y rebeliones masivas claramente proporcionan oportunidades, pero no olvidemos las actividades sociales, recreativas e importantes fechas familiares. Cada aspecto de la vida cuenta.
Todos los días nuestros compañeros trabajadores son atacados de mil maneras. Los artículos de Bandera Roja deben dar una respuesta comunista a cada ataque, ya sea que afecten a un obrero individual, a toda una industria o a las masas.
Hoy más que nunca somos una sola clase obrera internacional. Cada rebelión industrial internacional afecta la lucha "doméstica". Nuestro periódico puede llevar las lecciones comunistas de estas luchas a todos los lugares de trabajo, escuelas y cuarteles.
Nuevos camaradas, una base más amplia y expandiendo el uso de Bandera Roja como herramienta organizativa sientan las bases para huelgas políticas industriales. Estas huelgas romperían las leyes patronales de no huelga. Tendrían que confrontar las divisiones racistas y sexistas. Apuntan al corazón del capitalismo, abriendo las puertas a la movilización masiva para el comunismo.
Huelgas políticas se vuelven una posibilidad real en medio del tumulto de las rebeliones industriales. Sin duda, muchas ideas políticas estarán presentes al comienzo. Nuestro Partido, base y periódico deben prepararse para ampliar y profundizar estas acciones políticas: para movilizar a los huelguistas inmediatos y a las masas para el comunismo.
Este trabajo político ha comenzado a dar sus frutos. Grupos de obreros industriales de las luchas más agudas se nos han unido. Muchos más seguirán.
Huelgas, incluso huelgas políticas, no son la última arma de la clase obrera. La insurrección armada es la única manera de tomar el poder Estatal. La fabrica Putilov nos da un ejemplo histórico. Era la fábrica más grande en San Petersburgo durante la revolución socialista rusa de 1917.
Los imperialistas de 14 países terminaron la Primera Guerra Mundial, para inmediatamente atacar juntamente con el Ejército Blanco reaccionario al nuevo gobierno revolucionario. Los obreros rojos en Putilov produjeron armas para que el Ejército Rojo defendiera la revolución. Luego llevaron esas armas al frente para entrenar en su uso, en plena batalla, a los nuevos soldados del Ejército Rojo.
Lo que hacemos hoy nos entrena para ejercer el poder mañana.

MTA: Ideas Comunistas son Primarias en la Lucha de Clases

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Distribuyendo Bandera Roja a trabajadores de MTA, verano del 2014

"Bienvenido de Nuevo," decía el globo que ondeada desafiante atada a la caja de herramientas del compañero mecánico de MTA que había sido suspendido. Muchos mecánicos llegaron a saludarlo. Entre fotos y bromas, mostraron una actitud solidaria y camaderil.
Esta pequeña recepción reflejaba nuestra autocrítica. Nosotros, como sus compañeros de trabajo, no mostramos la suficiente solidaridad con él. Debimos haberlo defendido más de los ataques racistas de MTA.
Inconcientemente resentíamos el hecho de que él no siguiera el programa de la gerencia de solo reportar problemas mayores, sabíamos, sin embargo, que su posición de inspeccionar correctamente los autobuses era correcta.
Los patrones pregonan que la seguridad de pasajeros es su más alto objetivo. En realidad, ellos quieren los buses en las calles, no reparándose en los talleres. Para impedir ser atacados, nos acomodamos a su farsa: menos trabajo para nosotros y menos buses en reparación para MTA.
Debido a la lucha de este mecánico y la campaña política desplegada por Bandera Roja, MTA comenzó a re-educar a los mecánicos inspectores a nivel de compañía. Algunos mecánicos en la base de autobuses del mecánico suspendido les dijeron a los inspectores, "Suspendieron a un compañero por poner en practica lo que Uds. enseñan.
Si es verdad lo que enseñan, entonces MTA tiene que cambiar su actitud". Al siguiente día el supervisor se reunió con los mecánicos inspectores y nos dijo que en lo sucesivo no nos molestarían por seguir los lineamientos más estrictos de inspección. Lo único que querían era que entregáramos los reportes a tiempo.
Muchos obreros consideran esto la "victoria", pero nuestra verdadera victoria es otra. Esta batalla ha avanzado el entendimiento político comunista del obrero suspendido y de muchos en MTA. La confianza en Bandera Roja y en PCOI también ha crecido mucho. ¡Estas son nuestras verdaderas victorias!
El enfrentamiento del PCOI a este ataque racista tenía dos aspectos. Uno era forjar la unidad anti-racista entre estos compañeros basándonos en el entendimiento de que nuestra unidad es indispensable para destruir el capitalismo y su esclavitud asalariada. El otro aspecto era difundir el análisis político de esta lucha, mostrando la naturaleza inhumana del capitalismo y el comunismo como la alternativa.
Bandera Roja y los miembros del Partido enfocaron la lucha en torno a estas ideas comunistas, no en demandar reformas de MTA.
Las concesiones de MTA fueron en respuesta a la campaña masiva de Bandera Roja. Miles leyeron nuestro periódico durante esta lucha. La gerencia espera calmar la situación y frenar la difusión de las ideas comunistas.
Creemos que así debemos participar en la lucha de clases. No olvidemos nunca que estamos trenzados en una guerra de clases con los capitalistas. Nuestra meta es avanzar el entendimiento político de las masas y reclutarlas al Partido para que ayuden a movilizar a las masas para el comunismo. Al crecer nuestras fuerzas, esta guerra de clases estallará abiertamente en una revolución armada.
Como el capitalismo no puede dejar de explotar y atacarnos, nosotros no podemos dejar de luchar por abolir su esclavitud salarial. Sus ataque racistas y sexistas no terminarán hasta que no acabemos con el capitalismo.

El Salvador:

Obreras/os de Maquilas Construyen al PCOI

Hemos hecho un enorme esfuerzo dentro de varias fábricas para construir el Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI).
"Obreras y obreros se nos han unido. Pasamos nuestro periódico Bandera Roja a compañeros de distintas fábricas. Estamos orgullosos de ser trabajadores que luchan por el comunismo".
Por casi 4 años hemos luchado con mucha dedicación dentro de las fábricas, para Movilizar a las Masas para el Comunismo. A pesar de escuchar mentiras sobre el comunismo, y los ataques patronales y sindicales, las redes de Bandera Roja se expanden cada día más.
Los artículos de obreros luchando por el comunismo en otros países inspiran a nuestros amigos. "Nos encanta y llena de mucha alegría saber que hay camaradas en muchos lugares del mundo, haciendo la lucha junto con nosotros", comentó un joven obrero.

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Costureras/os, El Salvador, Primero de Mayo 2014

No Habrá Ataque sin Respuesta Comunista
Hace unos días una compañera, fue acusada por el patrón y el sindicato, de una acción que ella realizó defendiendo al mismo sindicato. Un "juez" le impuso una multa de $180 dólares, su salario de todo un mes.
Ella piensa que los patrones y sindicatos son ratas del mismo piñal. Nuestra lucha con ella es ingresar al PCOI y que luche por la revolución comunista.
Recientemente, una supervisora insultó a una obrera, lectora de Bandera Roja. Le ordenó cambiar de línea de producción. Como esclava asalariada tuvo que tragarse esta humillación o perder su empleo.
Se levantó muy molesta y desapareció de la vista de la supervisora por 3 horas. Un camarada obrero preocupado fue a buscarla. La encontró en el baño, con los ojos llenos de lágrimas.
La obrera le dijo, muy enojada, que molestaban más a los trabajadores de la fábrica porque él ya no era un líder sindical. Nuestro camarada le explicó que él dejo de ser un líder sindical para luchar directamente por el Comunismo. El sindicalismo es un trampa mortal para los trabajadores. Su meta ahora es reclutar trabajadores al PCOI.
La defensa de los trabajadores y trabajadoras no debe depender de un "líder" sindical, sino de la colectiva de todos los trabajadores, actuando como un solo puño en contra de los patrones. Como vio la obrera multada, regularmente los sindicatos son parte del problema.
Construir esta solidaridad debe ser parte de la lucha de terminar con el capitalismo, el cuál, en crisis necesita aterrorizar a los trabajadores para poder explotarlos más.
Ser despedido puede ser una sentencia de muerte. Si no tenemos un empleo para producir ganancias para los patrones, nuestra familia no come. Nuestra lucha debe ser por destruir el sistema salarial que a diario amenaza a nuestras familias. La respuesta es construir un sistema comunista, basado en producir para satisfacer las necesidades de la clase trabajadora internacional.
En el comunismo no habrá patrones, ganancias ni explotación. Los centros de producción serán centros de lucha ideológica sobre solidaridad y fraternidad comunista. Ningún obrero/a será maltratado. Si alguien rompe ese principio, la colectiva lo amonestará.
Tenemos un largo camino por delante, lleno de muchas luchas, pero más están ingresando. Sabemos que vamos por el camino correcto para construir una sociedad comunista.

Sudáfrica: ¡Rujan Leones Jóvenes!

Crecí en la lucha por la liberación nacional, pero hoy mis camaradas y yo movilizamos para el comunismo. Tenemos excelentes noticias desde el frente de Sudáfrica.
Recientemente me invitaron a una proyección de la película Mineros Acribillados en el Cinturón de Platino. A los hermanos y hermanas presentes les presenté al Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI).
Estos jóvenes amigos odian a sus patrones y el gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA). El CNA culpa a extranjeros y todo el mundo, excepto a los patrones mineros, por las recientes huelgas de platino, de meses de duración.
Nuestros amigos en Marikana, en el cinturón de platino, ahora distribuyen Bandera Roja a los mineros y sus familias. Están exigiendo que nos reunamos pronto con ellos. Estos mineros comenzaron las rebeliones que han estremecido a Sudáfrica en los últimos dos años.
Estas oleadas combativas de huelgas en Sudáfrica, Brasil y otros países son lamentablemente reformistas. No buscan acabar con el capitalismo. Buscan ganar algunas prestaciones que sólo serán revertidas o erosionadas.
Toda una vida de experiencia me dice que los obreros y pobres de todos los países deben luchar por la revolución comunista. Nuestro objetivo debe ser ponerle fin al capitalismo mundial.

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Camarada en Sudáfrica leyendo Bandera Roja

Una Vida de Lucha Lleva al Camarada a la Movilización Comunista
El levantamiento de Soweto en 1976 fue mi primera experiencia de lucha. Las masas lucharon para deshacerse de las clases de Afrikaans (idioma) y el sistema de educación bantú.
El gobierno del apartheid golpeó, detuvo, asesino estudiantes y cerró las escuelas. Yo soy de la misma edad de Héctor Peterson, una de las primeras víctimas asesinadas por la policía estatal.
La mayoría de los partidos políticos fueron prohibidos en los 1960; sus líderes encarcelados y exiliados. Después de un período de calma, las comunidades emprendieron sus propias luchas, mientras que los obreros combatieron a lo patrones y el Estado apartheid mediante sus sindicatos.
La gigantesca federación sindical, Congreso de Sindicatos de Sudáfrica surgió de esta lucha en 1985. Yo y otros camaradas jóvenes formaron el Sindicato Industrial de Obreros Químicos donde trabajábamos.
En 1988, ayudé a formar una organización estudiantil, que más tarde se convirtió en el Congreso Estudiantil Sudafricano. Para entonces yo ya había sido detenido por organizar políticamente, bajo la notoria ley de estado de emergencia, que permitía detenciones sin juicio por periodos más largos.
En los 1990, se les quitó la prohición a los partidos políticos, los exiliados regresaron y los presos políticos fueron puestos en libertad. La mayoría de las organizaciones, después de mucho debate, se disolvieron en favor del burgués CNA. El CNA optó por las negociaciones y el resto es historia.
Cinco sindicatos se unieron para formar el Sindicato Nacional de Obreros Metalúrgicos de Sudáfrica (NUMSA por sus siglas en inglés) en 1987. En 1997, me hice miembro de NUMSA y su líder donde trabajaba.
Los años de activismo, lectura e investigación me mostraron cuan traicionera puede ser la colaboración clasista. Nos subordina a las burguesías nacionales, prometiéndonos el socialismo más tarde. Termina con los comunistas y el movimiento comunista. La historia abunda con ejemplos de esta traición.
El año pasado conocí a PCOI. El Partido moviliza masas para el comunismo no el socialismo, que es en toda instancia capitalismo de Estado. El Partido aquí tiene una base sólida de miembros jóvenes. Nos reunimos todos los domingos, leyendo Bandera Roja y compartiendo nuestras experiencias. Más se nos unen todos los días. Ayer, pasé todo el día en el teléfono reclutando del área donde viven los obreros automotrices. Estos jóvenes están decididos y quieren reunirse con nosotros inmediatamente. El lugar es un poco lejos, requiriendo dos viajes en taxi. Esto no nos detendrá. ¡Rujan, leones jóvenes del PCOI!

Contactar con PCOI: icwp@anonymousspeech.com