Contestemos al Imperialismo, Nacionalismo y Genocidio en Israel/Palestina

Organicemos Internacionalmente para la Revolución Comunista

11 de octubre— “Aquí en Israel/Palestina pagamos el horrible precio del nacionalismo y su fracaso en ofrecer algo positivo a los trabajadores”, dijo un camarada en Israel. Cuatro de sus familiares murieron en el ataque de Hamás. “El nacionalismo conduce a la matanza”, concluyó.

El ataque bien coordinado de Hamás contra doce aldeas israelíes tomó por sorpresa a la agencia de inteligencia de Israel. Los soldados de Hamás capturaron tanques sofisticados y paralizaron al aterrorizado ejército israel­ita. La mayoría de las fuerzas de Hamás se retiraron con rehenes para ne­gociar.

Hamás no es amigo de ningún trabajador. Irán, Turquía y Qatar financian su milicia, que aterroriza a la clase trabajadora de Gaza. Sólo una pequeña parte del dinero va a parar a los trabajadores más empobrecidos de Gaza.

Hamás buscaba las represalias masivas del gobierno fascista israelí y las consiguió. La fuerza aérea israelí comete genocidio, bombardeando edi­ficios hasta dejarlos en ruinas, matando a adultos y niños aterrorizados. No han perdonado hospitales. Los alimentos, la electricidad y el agua están completamente cortados. Los supervivientes no tienen adónde ir. ¡Esto es un crimen de guerra!

Hamás está dispuesto a sacrificar a dos millones de trabajadores de Gaza para involucrar al ejército israelí, ya desmoralizado, en una san­grienta guerra urbana. Quiere confrontar a Siria, Jordania, Egipto y Hezbolá en el Líbano en una guerra contra Israel. Su objetivo principal es neutralizar la influencia estadounidense y debilitar al ejército israelí que sirve como fuerza policial de EE. UU. en la región.

Irán, China y Rusia: Beneficiarios de la Guerra Genocida

Arabia Saudita ingresó recientemente al bloque BRICS liderado por China, otra señal del papel disminuido de EE. UU. Este propuso construir un sistema ferroviario que uniera Europa con la India a través de Israel y Arabia Saudita. Se suponía que sería una alternativa a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. Hamás ha destruido ese sueño. Mientras tanto, Irán ha firmado un enorme acuerdo petrolero con China. Qatar tiene un lu­crativo acuerdo de gas natural con China.

“Espero que esto no sea el comienzo de la Tercera Guerra Mundial”, dijo un activista israelí en Nueva Jersey. Bien puede serlo.

Los imperialistas de EE. UU. están peleando contra Rusia, China y sus vasallos en muchos frentes. Están utilizando a Ucrania en Europa Oriental como utilizan a Israel en Oriente Medio. El formidable ejército chino los está desafiando en Taiwán.

El ala principal de los imperialistas de EE. UU. quiere aumentar su apoyo a sus vasallos israelíes y ucranianos. Sin embargo, está limitado por su desorden político sin precedentes. Mientras tanto, los miles de millones de dólares gastados en crecientes guerras golpean a los obreros de EE.UU., conforme la inflación aumenta rápidamente aquí, como en Israel.

Los imperialistas estadounidenses, desesperados y aislados, son tan asesinos como los capitalistas israelíes. No renunciarán a recuperar su an­tiguo dominio global. Desde Ucrania hasta Israel, pasando por el Sahel en África, Taiwán y más allá, todos los imperialistas masacrarán sin cesar por ganancias.

“Comunismo Ahora”

La alternativa es convertir las guerras capitalistas contra los obreros del mundo en una revolución comunista para acabar con el sistema de ganan­cias. El Partido Comunista Obrero Internacional está comenzando el largo proceso de reclutar masas, especialmente obreros industriales y soldados, para esta lucha.

“Hay cientos de miles de personas hambrientas al otro lado de la fron­tera de Gaza”, dijo un camarada en Egipto. “Están dispuestas a luchar”. Debemos transformar su ira en guerra de clases para acabar con el capital­ismo.

“La gente está harta y cansada de este nacionalismo”, dijo un camarada en Pakistán. “Lo que necesitamos es el comunismo ahora”.

“Nadie confía en el ejército israelí”, dice un camarada allí. “Por eso se forman muchos grupos de autodefensa”. Fue obvio cuando miles de reser­vistas rehusaron ordenes de presentarse al ejército. Esos grupos de autodefensa deben aprender a defender a la clase obrera internacional luc­hando por el comunismo.

Los camaradas en Irán quieren que produzcamos Bandera Roja en farsi.

Estos camaradas han estado leyendo y discutiendo sobre Bandera Roja por años. Otros camaradas han luchado pacientemente para ayudarlos a superar su anterior perspectiva nacionalista. Debemos construir más y más fuertes relaciones comunistas a nivel internacional. Debemos responder a genocidios con compromiso y esperanza comunistas.

Comunismo: Sin fronteras, sin naciones, sin guerras imperialistas. Nada de esclavitud asalariada, dinero o ganancias patronales. Trabajadores de todas partes produciendo y distribuyendo lo que las masas necesitan para crear una base duradera para la unidad.

Los camaradas en Sudáfrica están transformando su indignación por lo que está sucediendo en Palestina en un reclutamiento más enérgico para el PCOI. Debemos hacer eso en todas partes.

Guerra Imperialista en Gaza: ¡Las Masas Necesitan la Revolución Comunista, No Racismo, Nacionalismo o Fundamentalismo Religioso!

20 de octubre—Condenamos el bombardeo del Hospital Al-Ahli, entre múltiples objetivos civiles en Gaza, por parte de los gober­nantes fascistas israelíes. Condenamos la actual política genocida de cortarle a Gaza los alimentos, agua, combustible y electricidad.

Sin embargo, no basta con condenar. Nosotros –las masas tra­bajadoras del mundo- necesitamos organizar una revolución mun­dial para enterrar al capitalismo y sus horrores para siempre.

Capitalistas-imperialistas: Todos culpables de crímenes de guerra contra la clase obrera

Durante la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. e Inglaterra con sus bombardeos redujeron 126 ciudades alemanas a escombros, matando como 800,000 civiles. EE. UU. repitió esto en Japón, bombardeando Tokio y otras 60 ciudades, matando unos 900,000 civiles, antes de lanzar dos bombas atómicas.

Los fascistas alemanes y japoneses cometieron crímenes es­pantosos. Los nazis mataron a más de 6 millones de judíos. más de 28 millones de civiles y soldados rusos. Los japoneses masa­craron a 35 millones de trabajadores chinos. EE. UU. ha contin­uado esta tradición: desde Corea hasta Vietnam, Irak y Afganistán, las bombas estadounidenses han matado a millones de civiles.

Ahora los Capitalistas-Imperialistas Amenazan con la 3ª Guerra Mundial

El conflicto Israel-Hamas puede prender en llamas el Medio Oriente y el mundo entero. Portaaviones de EE. UU. se encuentran en la zona advirtiéndoles a Hezbolá (Líbano), Irán y Siria no interve­nir. A pesar de esto, Hezbolá ha bombardeado objetivos militares is­raelíes y tiene 150,000 misiles apuntados hacia Israel.

Al igual que Ucrania, ésta es una guerra por terceros: EE. UU.-OTAN contra Rusia-China-Irán, peleando por cual imperialista gober­nará el mundo. El imperialismo de EE. UU. ha mantenido esta posición desde 1945, basándose en controlar el petróleo en Oriente Medio.

Sin embargo, EE. UU. está perdiendo control de este petróleo. En 1973, los gobernantes de EE. UU. lograron que Arabia Saudita ven­diera su petróleo sólo en dólares. El mundo aceptó esto, convir­tiendo al dólar en la principal moneda reserva del mundo, fortaleciendo aún más el dominio mundial de EE. UU.

Los imperialistas de EE. UU. armaron a Israel y al Sha de Irán para proteger este petróleo. Perdieron Irán en 1979 cuando el Sha fue derrocado. Ahora Arabia Saudita se está aliando con Rusia y China. El petróleo saudita comienza a venderse en yuanes chinos. Esto es la sentencia de muerte del petrodólar y del dominio mundial de EE. UU.

Hamas, Hezbolá y el Fundamentalismo Islámico: No Es Solución para Obreros Árabes

Cuando el rey egipcio fue derrocado y Egipto declarada una re­pública en 1952, una ola de nacionalismo, antimonarquismo, antiim­perialismo y socialismo se apoderó de las masas árabes. Los reyes árabes y los imperialistas occidentales vieron esto como una ame­naza. Respondieron difundiendo el wahabismo, el fundamentalismo islámico, mediante cientos de madrazas (escuelas) financiadas por Arabia Saudita, con el visto bueno de EE. UU. Los talibanes, Hamás, Hezbolá y Osama bin Laden fueron productos de estas escuelas.

En la década de 1980, Hamás fue financiado por los saudíes, apoyados por EE. UU. e Israel, para dividir el movimiento nacional­ista secular que luchaba por un Estado palestino. Pero Hamás trai­cionó a sus patrocinadores. Se convirtió en vasallo iraní.

¡El Nacionalismo jamás ha liberado a algún obrero!

Aldeas en el Sur de Palestina fueron étnicamente limpiadas por los Sionistas en 1848. Acorralaron a los palestinos en Gaza. Esta por 75 años, ha sido dividida en parcelas pequeñas de tierra bom­bardeadas y sitiadas. Los palestinos están cercados y no se les per­mite salir.

Los lideres de Hamás son capitalistas, no revolucionarios. La “Palestina Libre” por la cual luchan es una Palestina capitalista, donde las masas palestinas serán racistamente explotadas, con la participación de Hamas, por capitalistas-imperialistas del bloque China-Rusia-Irán.

La clase obrera es una sola clase. Los obreros árabes y judíos, rechazando el nacionalismo, se han unido en el pasado contra de los sionistas y los nacionalistas palestinos. Los trabajadores árabes y judíos, todos explotados, se unirán de nuevo, ¡esta vez por el co­munismo!

El nacionalismo es un callejón sin salida para la clase trabaja­dora. Este ciclo de masacre nacionalista sólo puede acabarse con una revolución comunista. Los soldados israelíes y árabes, en lugar de matarse entre sí, deben unirse contra el verdadero enemigo: ¡los capitalistas e imperialistas del mundo y luchar por el comunismo!

Las masas del mundo deben luchar para eliminar la esclavitud asalariada y la producción por ganancias, que engendran nacional­ismo, racismo, sexismo y la xenofobia para superexplotar y dividir­nos, impidiendo nuestra unidad para la revolución. La competencia del capitalismo por acaparar mercados eventualmente conduce a la guerra mundial. Estamos viendo la 3ª Guerra Mundial en desarrollo.

Necesitamos y lograremos un mundo comunista donde produzca­mos y compartamos sólo para satisfacer las necesidades humanas. Nada de racismo, sexismo, nacionalismo, dinero o imperialismo. Construyamos el PCOI en todas partes, para unificar a todos los tra­bajadores contra todos los capitalistas-imperialistas. ¡Juntos lograre­mos el mundo comunista que merecemos! ¡Únete a nosotros!

Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI)

www.icwpredflag.org

E-mail:icwp@nym.hush.com Teléfono: (323) 315-8884

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