El asesinato racista de Charleena Lyles, la absolución del policía que asesinó a Philando Castilla y tantos otros, nos han hecho gritar: “¿Cuándo se detendrá? ¿Cómo lo podemos detener?”
¿Cuándo se detendrá? Nunca, bajo el capitalismo. ¿Cómo lo podemos detener? Con la revolución comunista.
No se detendrá bajo el capitalismo porque el capitalismo requiere del racismo y el racismo requiere terror policiaco. El racismo es rentable. Los trabajadores negros y latinos son pagados menos, proporcionando miles de millones de dólares en ganancias para los patrones. Lo llamamos super-explotación racista. Y el racismo divide a la clase obrera, haciéndonos débiles.
Pero como decía uno de los fundadores del comunismo, Karl Marx, el capitalismo crea sus propios sepultureros. Y ciertamente hemos visto la ira y la voluntad de luchar en las últimas semanas. Las manifestaciones y marchas han sido multirraciales y dirigidas por los trabajadores y jóvenes más oprimidos. Esto nos muestra el tremendo potencial de hacer cambios revolucionarios.
Pero los trabajadores nunca se liberarán del terror policiaco racista sin una revolución comunista. El asesinato policial racista ha existido desde que nació el capitalismo. Se intensifica cuando el sistema de los patrones está en crisis. Intentar reformar el capitalismo no funcionará.
Sólo el comunismo puede acabar con el racismo (y con él el terror policiaco racista), primero aboliendo el dinero, la propiedad privada y el sistema de salarios. Todos trabajaremos colectivamente para satisfacer las necesidades de todos en igualdad de condiciones. Los recursos (materias primas, mano de obra) se asignarán en función de las necesidades de los trabajadores y no de las ganancias. Sin salarios, no habrá tal cosa como mano de obra barata. Ninguna explotación, y por lo tanto ninguna super-explotación racista. Ninguna clase dominante, sin fronteras, sin guerras – y sin policías racistas.
El racismo y el sexismo no desaparecerán de inmediato. Pero sin que los patrones estén enfrentando a un trabajador contra otro y saboteando nuestros esfuerzos, podemos ganar.
La lucha contra el racismo aumentará a medida que luchamos para construir el comunismo. Lanzaremos campañas masivas para combatir el racismo, el sexismo y la xenofobia. Millones de trabajadores, soldados y jóvenes se movilizarán contra los enemigos de clase que usen el racismo para socavar el poder de la clase obrera.
Los patones necesitan el terror policial para mantenernos oprimidos. Cuando la revolución comunista destruya a los patrones y sus policías, no habrá más terror policial. De hecho, no habrá policía en absoluto. No habrá super-explotación para hacer cumplir, y no habrá propiedad privada para proteger.
En el comunismo, el PCOI organizará equipos de seguridad de trabajadores que estarán listos para actuar por sí mismos en una emergencia, pero normalmente actuarán como líderes para organizar una respuesta masiva a las amenazas. Su trabajo será movilizar a las masas, no aterrorizarlas.
La clase trabajadora aprenderá cómo tratar con alguien que trate activamente de reinstaurar los horrores capitalistas como el racismo. Primero, intentaremos la persuasión y la lucha política. Si es necesario, movilizaremos a las masas para detener cualquier intento organizado para promover el racismo.
Los comunistas tenemos un plan realista y definido para acabar con el terror policial y el racismo en general. Pero para llevarlo a cabo necesitamos de tu ayuda y la de millones más. Honrar a Charleena, pero luego debes unirte al PCOI y ayúdanos a terminar con el terrorismo racista para siempre.
Lee y distribuye el folleto del Partido Comunista Obrero Internacional:
“Para Ponerle Fin al Racismo:
Movilicemos a las Masas para el Comunismo”
Contactarnos al : ICWP@anonymousspeech.com
