Esto fue escrito como resultado de discusiones dentro de un colectivo escolar del Partido Comunista Obrero Internacional en la Costa Oeste de EE.UU. Lo publicamos para fomentar más debates sobre cómo entendemos el momento actual y las tareas que tenemos ante nosotros. Invitamos críticas, sugerencias, cartas y más artículos.
11 de enero de 2021. Lo que vimos en Washington, D.C. el 6 de enero del 2021, fue el primer disparo de un golpe fascista. Estaban armados y preparados, al menos, para derrocar las elecciones, y posiblemente para matar a algunos de los más altos funcionarios electos de los EE.UU.
Sin embargo, a pesar que sus intentos en otras ciudades no tuvieron éxito, lo que ocurrió en Washington no fue una derrota para las fuerzas fascistas. No fue la primera para estas fuerzas y no será la última. El 20 de enero de 2020, diez mil fascistas armados marcharon en Richmond, VA para defender los derechos de portar armas (ver Washington Post, 20 de enero del 2020).
Incluso después de tener que evacuar el Capitolio por temor a sus vidas, la mayoría de los republicanos en la Cámara de Representantes apoyó las obvias mentiras de Trump de un fraude electoral de noviembre del 2020. El liderazgo republicano en todos los niveles apoyó a Trump, abandonándolo sólo en el último minuto.
Los que participaron en la insurrección fueron entrenados en los cuerpos militare y de seguridad de EE.UU., incluyendo a la mujer que fue asesinada en el Capitolio. Todos han sido entrenados en la larga tradición de golpes de estado respaldados por EE.UU. Los trabajadores alrededor del mundo, como en Guatemala, Irán, Chile y el Congo, por nombrar algunos, han vivido y muerto bajo los fascistas impuestos por los golpes de estado de EEUU. «Se cosecha lo que se siembra” como declarara Malcolm X después del asesinato de JFK,
Hemos dicho que el capitalismo en crisis necesita el fascismo. Lo estamos viendo ahora
En los EE.UU. y en todo el mundo, los trabajadores están haciendo todo lo posible para sobrevivir en un sistema en agonía. Esto es parte de la crisis general del capitalismo, donde el sistema no puede proporcionar empleos o viviendas, ni puede salvar a la clase obrera de COVID-19. Este es un sistema con encarcelamiento masivo que sigue asesinando inocentes hombres y mujeres, negros e indígenas, que enjaula a niños en la frontera y hace millones de dólares de una crisis mortal de opiáceos.
EE.UU. es un imperio en decadencia. Aunque Biden afirma que «América ha regresado» como una potencia mundial (Ver BR, Volumen 11, #17), Richard Haass del Consejo de Relaciones Exteriores dijo, en el NY Times del 1/9/2021, que el 6 de enero de 2021 marca el fin de la era americana. Pero los imperios no se derrumban sin pelea; EE.UU. se prepara para una guerra con sus principales rivales Rusia y China.
La unidad anti-Trump de Pelosi y McConnell es muy peligrosa
Muchos de nuestros amigos ven una esperanza en las elecciones en Georgia, donde los votantes se movilizaron para elegir a los demócratas, uno negro y otro judío, para el Senado. Esto permitirá a los demócratas tener una estrecha mayoría en el Senado.
Pero luchar para volver al capitalismo, como de costumbre antes de Trump, no es la solución. Una de las mayores ilusiones que tenemos que superar es que puede haber buenos capitalistas [progresistas] y malos capitalistas [Trump y Hitler]. Los capitalistas son capitalistas que encarcelarán, bombardearán o empobrecerán a cualquiera siempre que haya ganancias por medio.
El trato amable a los fascistas Trumpistas revela la verdadera cara de los políticos capitalistas, demócratas y republicanos, que están comprometidos con el racismo y la explotación y no quieren repudiar la base fascista que ha sido movilizada. Necesitan a esos mismos fascistas para dirigir su fuerza policial, para dotar de personal a sus prisiones y para pelear en sus guerras.
Mientras que algunos se preguntan si se puede contar con políticos demócratas como Biden, Pelosi y Harris para oponerse al fascismo, creemos que es más útil decir que, de hecho, los demócratas son el principal peligro. La mayoría de la clase dirigente de EE.UU. se opone a la facción de Trump. Predecimos que el 20 de enero estarán firmemente en control.
Perpetuar la ilusión de democracia es extremadamente importante para la clase dominante de EE.UU. La óptica de un gabinete multirracial de Biden, las amenazas de destitución de Trump, y el movimiento para restaurar el orden el 20 de enero son todas medidas que se están tomando para ganar la lealtad de las masas al imperialismo estadounidense.
También es clave continuar con la pretensión estadounidense de liderazgo global, especialmente en su camino hacia la guerra. Las medidas que tomarán ahora para suprimir la facción Trump es una pequeña muestra del fascismo que utilizarán para mantener a las masas en línea cuando decidan lanzarse a la guerra.
Sólo la revolución comunista puede derrotar el fascismo
El capitalismo estadounidense está en una espiral de muerte. Su futuro es el del fascismo y la guerra. Las reformas nunca fueron suficientes, y en este momento son imposibles. Nuestra tarea inmediata es discutir, organizar y planear un movimiento revolucionario para poner fin al capitalismo y sus horrores con la revolución comunista. Los invitamos a leer y discutir Bandera Roja y a ser parte de ese proceso.
Luchamos por una sociedad en la que los medios de producción estén en manos de las masas, en la que no habrá patrones ni la necesidad de vender nuestra fuerza de trabajo para sobrevivir. Organizaremos colectivos que garanticen el bienestar de todos los seres humanos, produciendo y distribuyendo lo que necesitamos, sin dinero ni mercados. Estos colectivos eliminarán la competencia por la supervivencia que es la base material del racismo, el sexismo y la homofobia y nos permitirá vivir como una familia humana.
www.icwpredflag.org
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