Hace cincuenta años, una intensa lucha de clases rugía por todo el mundo. 1968 fue el punto culminante de más de una década de rebeliones masivas que comenzaron con levantamientos antiimperialistas en Asia y África contra el colonialismo francés y británico.
La “era dorada” política y económica del capitalismo había terminado. Los imperialistas victoriosos de la Segunda Guerra Mundial estaban agotando la ventaja logrado con la devastación masiva y cerca de 80 millones de muertos.
A nivel mundial, la tasa de ganancia estaba decayendo, y con ella el orden político. Las masas cuestionaban el capitalismo.
En EE. UU., los levantamientos contra el racismo y la Guerra de Vietnam abarcaron desde huelgas de estudiantes méxico-americanos en Los Ángeles hasta el Movimiento Sindical Revolucionario Dodge entre obreros automotrices negros en Detroit. Tras el asesinato en abril del reverendo Martin Luther King, Jr., las rebeliones sacudieron las ciudades por todo EE. UU. y se incrementaron entre los soldados y marineros estadounidenses en servicio activo.
En la Ciudad de México, las luchas contra el racismo y el Apartheid en los Juegos Olímpicos de 1968 condujeron a protestas estudiantiles masivas contra la explotación y la represión.
Muchos cuestionaban el socialismo, también. Vieron que Rusia era capitalismo de estado (o socialimperialista). Los estudiantes chinos detuvieron los camiones rusos que iban a Vietnam con suministros bélicos, viendo estos como una manera de cooptar la lucha revolucionaria vietnamita.
Cuando los imperialistas soviéticos enviaron tropas para reprimir el levantamiento de la “Primavera de Praga” en Checoslovaquia, los jóvenes checos fraternizaron con los soldados rusos. A medida que se extendieron las protestas, incluidas las huelgas generales en Francia y Austria, algunas tropas desobedecieron las órdenes de dispersar a las multitudes.
Durante la Revolución Cultural China, empezando en 1966, las masas se movilizaron contra el socialismo soviético y los seguidores del camino capitalista en China. Muchos tomaron la causa de moverse rápidamente hacia el comunismo.
En Francia, en mayo de 1968, como en otros lugares, los movimientos masivos contra la guerra y el antiimperialismo transformaron el panorama político y dieron lugar a una generación de activistas.
¿Qué inspiró estos levantamientos? El ejército campesino vietnamita con sandalias de fabricación casera que estaba desafiando- ¡y derrotando! – al ejército de EE. UU., la máquina militar más poderosa que el mundo haya visto jamás.
Todo lo que hacemos está conectado a la lucha de la clase obrera internacional. Es por eso que Bandera Roja es tan importante hoy día. Este periódico está escrito, desarrollado y distribuido por comunistas y simpatizantes en muchos países.
A medida que los movimientos de masas explotan hoy en todo el mundo, el Partido Comunista Obrero Internacional que estamos construyendo hoy debe prepararse para liderar el camino hacia la revolución comunista.
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