El Comunismo Acabará con el Racismo y Sexismo – Nos Trataremos con Respeto, Dignidad y Amor
“Cuando imprimas acerca de cómo detener los insultos, abusos y humillación de los choferes, entonces leeré tu periódico”, gritó una chofer cuando salía del estacionamiento de MTA.
“Si escribe algo, con gusto lo imprimiremos…”, comenzó el distribuidor de Bandera Roja.
“Te lo estoy diciendo ahora para que puedas imprimirlo”, interrumpió la chófer alejándose.
“Sí”, agregó otra chofer. “Estamos constantemente siendo insultados y humillados, tanto por la gerencia de MTA como por los pasajeros. MTA siempre defiende a los pasajeros alegando que ‘el cliente siempre tiene la razón’ “.
La primer chofer era afroamericana, la segunda latina. No es de sorprenderse que denuncien abiertamente estos ataques feroces. Debido al racismo y el sexismo, los trabajadores no-blancos y las trabajadoras, especialmente las no-blancas, experimentan estos ataques con más frecuencia y más brutalmente.
La Esclavitud Salarial Capitalista: Fuente de Estos Problemas
Nuestra clase, la clase obrera, se creó cuando el capitalismo nació hace unos 500 años. Tenemos que vendernos al capitalista por un salario, solo para sobrevivir. Sabiendo esto, los capitalistas y sus administradores y supervisores usan la amenaza de despedirnos para intimidarnos y aterrorizarnos, intensificar nuestra explotación e impedir que nos rebelemos.
La esclavitud salarial es también la fuente del racismo, sexismo y la xenofobia. Todas son ideologías venenosas utilizadas por nuestros amos esclavistas modernos para pagarles menos a los trabajadores no blancos y a las trabajadoras, y trabajarlos más duro con pocos o ningún beneficio.
Pero lo más importante es que el racismo, sexismo y la xenofobia se utilizan para dividirnos y evitar que organicemos una revolución comunista que acabe su reinado de terror para siempre.
LA Clase Obrera Nunca Ha Aceptado Pasivamente El Despotismo Capitalista
Desde el nacimiento del capitalismo, la clase obrera y los capitalistas han estado trenzados en una lucha de vida o muerte. Confrontados con el régimen de terror del capitalismo, los trabajadores vieron la necesidad de hablar y actuar como una sola fuerza unificada.
Algunos vieron a los sindicatos como la solución. Otros concluyeron que para resolver nuestros problemas permanentemente, nuestra clase tiene que derrocar violentamente a los capitalistas y gobernar colectivamente la sociedad.
La historia ha demostrado que los sindicatos pueden limitar temporalmente, pero nunca acabar, el despotismo del capitalismo. Es más, la historia también ha demostrado que derrocar a la clase capitalista no garantiza una resolución permanente de nuestros problemas.
Las clases obreras rusas y chinas derrocaron a sus amos capitalistas en 1917 y 1949, respectivamente. Sin embargo, los capitalistas han vuelto al poder en esos países y los trabajadores son tan explotados, maltratados y humillados como en cualquier otro país.
El problema fue que esas revoluciones socialistas no eliminaban la esclavitud asalariada: la base material de todas las ideologías antiobreras capitalistas. Mantuvieron el dinero. Los trabajadores trabajaban para el Estado por un salario para comprar las cosas que necesitaban. Por lo tanto, los trabajadores seguían siendo esclavos asalariados y los comunistas que administraban el Estado eventualmente se convirtieron en los nuevos esclavistas capitalistas. La base material del racismo, sexismo y las ideologías antiobreras permanecieron intactas.
Solo el Comunismo Puede Abolir la Esclavitud Salarial y Liberarnos Para Siempre
En el comunismo, nuestra clase colectivamente manejará todos los medios de producción: maquinaria, edificios, tierra, minas y todos los recursos naturales necesarios. Los trabajaremos colectivamente para producir todo lo que necesitamos y compartirlo según las necesidades de nuestra familia obrera en todo el mundo.
Sin dinero, todo será gratis. En un mundo sin naciones ni fronteras, nada será comprado, vendido o intercambiado. Todo será compartido. Al abolir la propiedad privada, naciones, fronteras y la esclavitud asalariada, acabaremos con la base material del racismo, sexismo y la xenofobia.
Esas ideologías venenosas, sin embargo, no morirán de la noche a la mañana. Tomará una lucha organizada, masiva, decidida e implacable para erradicarlas de la conciencia de todos y de la práctica social colectiva.
No estaremos estresados ni temerosos de perder nuestro sustento. Si a alguien no le gusta o no puede realizar una tarea determinada, siempre habrá algo más que pueda hacer. La contribución de todos, no importa cuán pequeña o grande sea, será apreciada y bienvenida.
Sin privilegios para nadie, nadie será jefe. Trabajaremos colectivamente aprendiendo unos de otros – a nivel local, regional y mundial – tratándonos con respeto, dignidad y amor.
Unámonos al PCOI para acelerar la creación de este mundo comunista. Nos encantaría saber de todos ustedes y estamos más que alegres de imprimir sus cartas, sugerencias, críticas, preguntas o inquietudes.