MEXICO—La terminación de la esclavitud salarial con la revolución comunista es nuestra bandera este 1 de mayo. La única manera de acabar con nuestros males es deshaciéndonos de los capitalistas quienes usan nuestra fuerza de trabajo como una mercancía, para reproducir su dominio sobre nosotros.
Necesitamos un mundo donde nada se compre ni se venda, un mundo sin dinero donde produzcamos libremente asociados, para satisfacer nuestras necesidades, sin capitalistas que vivan de nosotros.
Cientos de miles de obreros y obreras, estudiantes salen constantemente a las calles a protestar contra aspectos del capitalismo, salarios, vivienda, agua, salud, seguridad, etc. En esencia claman por una nueva sociedad, esa es la sociedad comunista por la cual nosotros luchamos.
En la sociedad capitalista, la interminable disputa por la riqueza entre las grandes potencias ha llegado al bombardeo del gobierno de EUA contra Siria, acercando más su confrontación directa con Rusia, trayendo nefastas consecuencias para todos los trabajadores del mundo.
En México, la avaricia, el afán de ganancias de los capitalistas nacionales y de los imperialistas, también se ha exacerbado, trayendo muerte para la clase trabajadora; ahora diferentes capitalistas se disputan el control del gobierno, intentando asegurar sus negocios por ese medio.
En la disputa electoral la fracción gobernante actual busca continuar en el poder haciendo que gane a JA Meade, (PRI), sin importar a quien pisan. El fraude electoral parece evidente.
Otra sección de capitalistas subestimada por la oligarquía financiera, y desplazada de negocios importantes (como el tráfico de estupefacientes, la manufactura y exportación de electrodomésticos y de los medios impresos), mayormente capitalistas medianos y pequeños desplazados por voraces corporaciones, respaldan a Anaya (PAN-PRD-MC), o a López Obrador (MoReNa-PT-PES).
Este 1º de julio en las elecciones para presidente votarán por primera vez más de 15 millones de jóvenes que no conocen más que politiquería, demagogia. Algunos se han “desilusionado de la democracia”, desconfían de las instituciones electorales y experimentan un “insidioso desapego” de la vida política.
Muchos trabajadores están airados con el gobierno y se ilusionan con López Obrador, otros, una buena porción de quienes aún creen en las elecciones sólo votará por él por su descontento con el PRI.
Las elecciones no resolverán nuestra situación de esclavos asalariados, estas solo sirven para elegir nuestro próximo verdugo. Estas representan un intento de desviarnos de movilizar a las masas para el comunismo, la única manera de eliminar la esclavitud asalariada y construir un mundo donde produzcamos colectivamente para satisfacer las necesidades de todos los obreros por doquier.
Para lograrlo necesitamos organizarnos en el Partido de la clase obrera mundial, el PCOI, para liberarnos y ayudar a liberar a nuestros hermanos alrededor del mundo.